La entrevista periodística, que le hace Roberto Malaver a Jorge Roig, presidente de FEDECAMARAS,(ÚN:1°/12/2013-Pag.6y7-Seccion El Domingo) es tan rica en contenidos ideológicos-políticos y tan descriptivo de las formas de pensar y actuar del sector empresarial venezolano, que he decidido analizarlo en varios artículos temáticos, el cual éste será el primero que coloco como obsequio navideño a mis lectores tanto de Aporrea como de ensartaos.com.ve
ESTAS EN TU CASA, ROBERTO
A Roberto Malaver casi le da un soponcio al oír, del mismísimo presidente del gremio económico más importante del país, ese recibimiento tan cordial que sólo reciben los predestinados jefes y dueños de las grandes empresas que manejan la economía de la nación, tales como los Mendozas, los Cisneros, los Wollmer, los Boulton, los Phels, los Machados, los Zuloagas, los Mata y una veintena mas de herederos de los amos del valle, que reinan en nuestro país desde la época de la colonia. Roberto nos cuenta que estuvo a punto de llamar a su mamá y decirle: al fin salí de abajo, ahora vivo en Fedecamaras. Pero me callé.
Roberto, como todo periodista irreverente y deslenguado, sin siquiera darle las gracias, se lanza cual Quijote lanza en ristre, contra Jorge y a boca de jarro le ¿pregunta? O más bien le increpa con: ¿Cuántas empresas de maletín hay en Fedecamaras?Y su majestad Jorge, ante tan brutal embestida, le da un pase de capote respondiéndole: Es imposible contabilizarlas. Respuesta por demás inteligente, pues no niega la existencia de dichas empresas pero tampoco lo compromete a aceptar que pueda conocerlas y menos saber cuantas y cuales son. Roberto sorprendido se obliga a repreguntar: ¿Por qué?, pues no le puede caber en la cabeza, que todo un Ingeniero Industrial, graduado nada menos que en la Universidad Católica Andres Bello y Presidente de la más poderosa estructura económica del país;donde las cifras estadísticas, los índices, las tendencias y sobre todo la cuantificación de magnitudes, beneficios, inversiones y ganancias, que son las tareas del diario quehacer, de un ente como Fedecamaras, le pueda responder con ese es imposible contabilizarlas.
Continua