La oposición tenía otro plan para el 8D. De no haberse logrado la victoria nacional que deja en manos de la revolución 234 alcaldías de un total de 355 y una votación del 54% a favor del chavismo, nada hubiera detenido la escalada golpista, el llamado a renuncia de Nicolás Maduro por las fuerzas de la MUD y el incendio de la patria. Así que el resultado que debe leerse es el de una gran victoria luego de nueve meses infernales de ataques al chavismo que apostaban al cansancio de nuestras fuerzas, a la confusión y la división para intentar vender el resultado como un plebiscito que derrotara a Nicolás Maduro, si hubiese hoy un plebiscito en Venezuela lo ganaría el chavismo de punta a punta, como hemos ganado.
Trabajo queda por delante, por supuesto. Las victorias que no se lograron en los territorios usualmente dominados por la oposición, estrecharon de forma contundente los márgenes de nuestra votación y aumentando los votos chavistas si los comparamos con el 11A, en algunas puntuales derrotas como Valencia, esa derrota lleva el nombre del alcalde chavista ladrón, Edgardo Parra. Otros municipios se perdieron por la división de las fuerzas de izquierda y derrotas como Barinas nos obligarán a revisar con la lupa de Chávez a nuestras gestiones estadales.
Hoy aparece Capriles con una nueva máscara. Llama a la unión de Venezuela, como el lobo feroz disfrazado de abuelita. Eso solo acusa recibo de la gran derrota, no tiene con que enfrentar a Nicolás Maduro, de nuevo fue aplastado y es minoría en todo el país. Llamar a referéndum en el 2.016 se la hace ya cuesta arriba y deberá rearmar estrategias de sabotaje una vez posicionado en las alcaldías importantes que lograron.
La lucha ha sido feroz y se ha vencido.
Quien quiera hacer lecturas derrotistas, que las haga. Pero aquí el pueblo chavista sabe que venció y el pueblo opositor sabe que fue derrotado, el chavismo dio una vuelta de tornillo en la política que deja a Nicolás reconocido y legitimado ante todo nuestro pueblo y el mundo.
Es la hora de trabajar arduamente para construir el Plan de la Patria, ese es el único camino para las futuras victorias y para consolidar nuestra revolución. La fortaleza demostrada hoy es la llave para avanzar este año que comenzará demostrando al pueblo el camino al socialismo.
Se votó y se eligió en paz, contra la agenda de guerra.
Se venció en alcaldías y en votos a los amarillos, su estrategia se agotó al pueblo reconocer a Nicolás Maduro. Sepamos entonces avanzar como nunca en estos meses benditos en que no estaremos presionados por una nueva elección. Es la hora de hacer revolución.
Un aplauso a nuestros candidatos perdedores, le pusieron todo, dejaron el pellejo en esta lucha, no se lograron sus alcaldías, por ahora.
¡Chaves vive, la patria sigue!