Somos parte de una inocultable discusión: las inmensas ganancias provenientes de la renta petrolera y las inversiones para el crecimiento nacional e internacional en la ruta de este preciado recurso.

Para que Venezuela pueda seguir participando en el proyecto de un mundo destinado bajo el lente de todos los análisis hacia el resultado en inversiones del tema energético, debe seguir el fortalecimiento de importantes alianzas donde la necesidad de su presencia y lo oportuno de análisis, defensas y alianzas logren detener una posible diáspora en los precios del crudo.

A pesar de un profético derrumbamiento de las economías en los cinco continentes, crece a diario la necesidad del consumo de energía lo cual no se detiene por el incontable aumento de la población. Las demandas en China, Norteamérica, Latinoamérica, El Caribe, Asia y otras importantes regiones, han disparado los precios del petróleo porque todas compiten por sus ganancias.

Muy a pesar de la futura carestía del hidrocarburo junto al juego de los tres carteles más importantes del planeta, los precios OPEP, West Texas y Brent del mar del norte, no impedirán el suministro de inversiones en presupuestos sobre las naciones productoras.

Venezuela no se escapará al beneficio de inversiones provenientes de su renta mundial y créditos obtenidos por ayudas de otros. Siendo los más grandes en el presente y futuro con China más el avance en construcción de refinerías en varias partes del Asia, Suramérica y El Caribe.

Estas instalaciones serán los nuevos anclajes futuros en los movimientos geopolíticos globales que están por venir en defensa y garantía de mercados hacia la formula necesaria del abastecimiento seguro y oportuno, todo estará por lograrse en quienes mantengan las más cercanas alianzas e infraestructuras de procesamiento de crudo para sus derivados y la seguridad de su trasporte.

Muy a pesar de las grandes inversiones en planes, proyectos y exploración mundial, también están los nuevos territorios que encontrarán más bitumen y los resultados poco halagadores están en alejadas, donde hallarán menos, cosa contraria al caso Venezuela.

El crudo se está encontrando en mayores cantidades en espacios que durante décadas se ha explotado: Rusia, Golfo Pérsico, Medio Oriente Brasil y Venezuela, exceptuando dos nuevas zonas poco conversadas: Haití y Cuba, donde si hay petróleo abundante y esto en la próxima década cambiará el escenario por estar cerca del mayor consumidor mundial: Estados Unidos de Norteamérica.

Por estas fáciles razones los países productores se aprestan a subir su producción, Petrobras en Brasil, Aramco en Arabia Saudita, Grazpron en Rusia, todos los ocupantes de Irak nación que estará próxima a producir antes del inicio de esta golpeada década unos nueve millones de barriles diarios y la no menos famosa cifra proyectada por PDVSA la cual alcanzará al 2019 la triplicación de su producción diaria.

Ahora, ¿cómo lograrlo, de donde saldrán los billones de dólares para estas nuevas inversiones, taladros, mejoradores, trasporte, nuevas rutas, aumento de personal, trazado de nuevos kilómetros de tuberías y tanques de almacenamiento?

Todo esto está encuadrado en un sinfín de convenios materializados en alianzas que están por venir con el Mercosur y las existentes con Petrocaribe, Petrosur, nuevas refinerías dentro de esta plataforma continental y otras alejadas como Asia y varias partes que no son tan indiferentes al temido bosque militar.

Todo abundará tras la aparición de nuevos mercados, demandas y necesidades tangibles en el no tan indiferente consumo y en el portentoso crecimiento del parque automotor mundial, ya traspasando por los 700 millones de unidades de las cuales un 50% de la producción diaria de 90 millones de barriles se lo lleva la mitad del devorador porcentaje presentado.

La rebelión de los principales holdings petroleros los ha traído a aceptar alianzas con Venezuela en la Faja petrolífera del Orinoco, 22 países con 26 empresas explotan el crudo del encanto con una garantía hasta el 2036.

Estas empresas tendrán contratos para lanzar sobre todo el territorio nacional 2000 kilómetros de tuberías las cuales deben estar tendidas al 2019 donde la producción debe llegar a cifras records.

Venezuela, apuntala formación de nuevos técnicos y profesionales para estas labores, capacita empresas de la región y propone la creación de la Escuela Técnica del Petróleo donde construirán más de 200 piezas destinadas a las demandadas de la industria petrolera nacional.