Raúl Bracho. Quienes han sido lectores de mis notas publicadas en Aporrea y Kaosenlared desde el año 2.009, conocen que empecé a escribir unos años después de haber regresado de Cuba, donde fui beneficiado por el comandante Chávez y el Convenio Integral de Salud Cuba Venezuela para superarme luego de perder años de mi vida atrapado en la adicción a las drogas.
Al volver de Cuba sentí con urgencia asumir una lucha imprescindible para que nuestra revolución diera, a quienes volvíamos de estos hermosos tratamientos, una oportunidad de inclusión que no existía. Jhonny Ramos coordinador del Convenio me dio todo su apoyo en lo que fue el comienzo de una lucha a la que se fueron sumando al poco tiempo funcionarios revolucionarios para conformar un equipo desde donde se obtuvieron importantes avances en la visión socialista para el abordaje de las adicciones desde una nueva epistemología que permitiera dar una respuesta humanista y novedosa.
De comenzar publicando artículos en pro de esta causa, con el pasar de los años escribo sobre muchos temas relevantes a nuestra propia revolución. Escribir se ha convertido en mi mejor oficio.
Hoy he retomado en mi pluma el tema de las drogas y la adicción para comenzar a construir en varias entregas (por lo largo de lo que quiero expresar) opiniones, reflexiones, memorias y propuestas desde mi mejor sentimiento de colaboración, luego de leer las declaraciones de nuestro canciller Elias Jaua opinando sobre las políticas públicas que valientemente impulsa Pepe Mujica en Uruguay en relación a la marihuana y además, de leer la discusión en plenaria del congreso uruguayo anoche en la que aprobaron la propuesta experimental a la que se refirió el camarada Elias Jaua.
En el año 2.006 escribí un pequeño libro titulado Droga versus Revolución. Hasta este año no pude lograr que se editara, pero fue un arma excelente en aquellos primeros meses de batalla, recuerdo que conseguía el dinero justo para comprar resmas de papel y cartuchos de tinta e imprimir dos ejemplares en mi computadora cada noche y luego encuadernarlos para irlos dejando en todas las instituciones a donde me acercaba en nombre de la Fundación Hombrenuevo, donde nos dimos forma legal algunos egresados de Cuba para esta lucha.
Este año la editorial Dictus Publishing de Alemania me ha publicado dos libros, el primero de ellos Droga versus Revolución y para este mismo diciembre Las venas del Imperio. Estos textos están disponibles en el portal: http://www.amazon.com/Droga-versus-Revoluci%C3%B3n- Spanish-Edition/dp/3847387812 Lamento mucho que nunca lograra su publicación gratuita en mi patria, pero de cualquier manera editar en libros nuestras letras es para quienes escribimos, como me escribió mi amigo Raúl Isman, de Argentina, en el prefacio a mi segundo libro, es como parir hijos que se regalan al mundo. Aquella lucha que iniciara al volver de Cuba se unió a la de otros camaradas como Jhonny Ramos del Convenio Cuba Venezuela ya despierto y comprometido con su necesaria implantación, el General Nestor Luis Reverol Torres, la Coronela Eugenia Sader Castellanos, Rafael Sánchez, quienes desde una pequeña oficina del Palacio Blanco, desde donde despachaba la coronela Sader (aun no Ministra de Salud) al mando del hermoso y glorioso Batallón 51. En su despacho se realizaron las primeras reuniones y se conformó la comisión para la creación del Sistema Público Nacional de Atención y Tratamiento de las Adicciones (SNTA), nombre del sueño que construíamos a finales del 2.009.
Las fuerzas de resistencia eran terribles, las instituciones existentes para la atención a la adicción aun no logrando ser eficaces daban una dura batalla por mantener su poder y sus conceptos ortodoxos y éramos duramente atacados por ellos. Hoy pedí a Rafael Sánchez, camarada y compañero de esta lucha y con quien trabajé como Director Nacional en distintas responsabilidades durante tres años en su gestión como presidente de Fundaribas, me dispensara una visita para conversar un poco en relación a ese sueño que nos une y que con pasión hemos defendido desde su nacimiento.
Para quienes conocen el tema, nuestro presidente Nicolás Maduro ha pedido pasar a las tres instituciones que manejan la adicción: Idenna, Negra Hipólita y Fundaribas al nuevo Ministerio de la Suprema Felicidad Social, cosa que respaldé completamente al enterarme, pues era un paso indispensable para que continuara aquel sueño del Sistema Nacional para atender las adicciones.
Rafael mismo estuvo de acuerdo hoy conmigo, cuando luego de un par de horas de conversa le dije que sentía necesario volver a escribir sobre el Sistema Público Nacional de Atención y Tratamiento de las Adicciones, para que quede escrita esta árdua lucha que se ha librado y para generar una metódica de sistematización que pueda aportar la estructuración tan necesaria para nuestra patria, nuestro pueblo y más allá, nuestro continente, de un postura innovadora que aporte a la nueva epistemología que debe generar la revolución para abordar desde lo humanista y socialista tan terrible consecuencia del mercado capitalista de las drogas legales e ilegales. No conozco personalmente al diputado Walter Gavidia, a quien Nicolás Maduro designara la tarea de presidir Fundaribas y Negra Hipólita, pero no puedo menos que esperar posea la grandeza humana necesaria para asumir y cumplir la misión tan estratégica que nuestro comandante obrero le asignara.
De manera que en lo sucesivo publicaré en varias entregas un poco la historia de esta lucha de la que seguimos enamorados quienes la comenzamos, unido a mis apreciaciones y propuestas para que rompa definitivamente con los modelos ortodoxos y pueda Venezuela paliar el dolor a tantos de sus hijos e hijas, a nuestras familias castigadas por la oferta de drogas que truncan el futuro a tantos jóvenes de nuestra patria, escritos donde seré severo en criticar equivocaciones y pródigo en ayudar a crear equipos mejores de los que ya nos hemos formado para que no se pierda nunca este sueño del SNTA, firmado por nuestro Comandante Chávez. Todos los aportes de mis lectores y compañeros de trabajo los recibiré gustoso en mi correo personal: brachoraul@gmail.com o a mi celular ( Numero en archivo Aporrea solo para solicitudes serias ).
¡Amando Venceremos!