Pildoritas 194 (año VI)

Corto sí, pero profundo nada que ver

Cortos si, pero profundos nada que ver, son las entregas que pareciera tienen su origen en la mente de un disminuido cerebral, tal vez por su edad y por lo tanto con deficiencias neuronales, tal vez, porque el odio no le permite pensar con raciocinio o mejor aun por una alta dosis de frustración que no ha podido ocultar, no ahora, en la Quinta, sino en todos los años de la cuarta, en la que pasó por trances bien merecidos por creer que el hecho de ser periodista, dueño de un medio le daba y da patente de corso para destruir a las personas a diestra y siniestra como si fuese el paladín de la verdad, de lo cual está tan alejado que basta ver retrospectivamente su “obra” escrita para darse cuenta y comprobar, cómo todos sus planteamientos y opiniones para nada han tenido asidero en realidades.

Por lo general sucede todo lo contrario de lo que afirma, cuando predice victorias, quienes supuestamente las lograrían salen derrotados, es un muy digno representante de las viudas de la cuarta, lo es también de los profetas del desastre, tanto en la derecha como en la izquierda obliga a todos a apelar por el pañuelo cuando lo tienen cerca, es la antítesis de lo que un analista debe tener como características, que es poseer el don de la asertividad, de lo que evidentemente carece. Tiene una hijita que cuadra perfectamente en aquello de que “de tal palo tal astilla”, aunque según lo que ellos mismos han dejado ver y conocer no se soportan entre sí, ambos están en la cueva de la gusanera donde se refugian todos los rufianes de todas las épocas, a disfrutar de sus exilios dorados y desde allá lanzar sus dardos de cobardía, que no se atreverían a hacerlo desde aquí.

Hay que reconocerle que escribe corto, pero lo que escribe tal vez puede tildarse de profundo por la distancia que recorren en el hoyo de la historia, utilizando como medio de transporte, una bolsa de basura o la jaula de un canario para que sus excrementos no ensucien el piso.

Por lo general en una muy conocida página colocan sus escritos después o antes de los de”Marciano”, y ello hace mas evidente la diferencia entra la profundidad y la superficialidad, quizá quienes deciden publicarle lo que escribe, lo hacen a ex profeso para que se noten más las carencias del uno con respecto al otro.-
No lo menciono porque las yemas de mis dedos se resisten a teclear su nombre, pero creo que lo he pintado en lo que escribo, en un intento de drenar mi “arrechera” como dijo el otro innombrable por leer tantas sandeces, que leo obligado por la necesidad que quienes nos hemos metido en la vaca loca de opinar por algún medio, en este caso electrónico, tenemos para ver las dos caras de la moneda y sacar nuestras propias conclusiones



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Saúl Molina


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