Un par de grandes retos tiene el gobierno del camarada Nicolás Maduro en el 2014: ratificar su talante revolucionario, consecuencia del legado del Comandante Hugo Chávez, diversificando y profundizando los espacios de participación democrática dentro y fuera de la institucionalidad revolucionaria, y legitimar todas las decisiones a tomar en áreas como la económica y la política a través de la inclusión de los más diversos sectores de la vida nacional, sin permitir pactos ni conciliación con la derecha venezolana.
El diálogo emprendido por el Presidente Maduro con los alcaldes recien electos desde las fuerzas opositoras debe entenderse no como una ingenuidad o un acuerdo tras bastidores, éste debe entenderse como parte de una estrategia que tiene como objetivo ratificar que quienes no quieren diálogo son lo dirigentes de la oposición, mientras que la mayoría opositora tiene la posibilidad si lo desea, de trabajar por el país. La diferencia es la forma, el estilo y el fondo del trabajo, pero mientras todo esfuerzo sea por el bien ciudadano, podrá haber puntos de coincidencia que permitan avanzar en el éxito de las gestiones municipales, sin perder el rumbo en la construcción del Estado Comunal.
Alcalde que se respete, sabe que es imposible avanzar sin la fuerza indetenible de la organización popular a través de sus diversas formas, agregadas en los Consejos Comunales y Las Comunas, y estos serán el filtro que permitirá garantizar el progreso real de cualquier gestión en pro de la ciudadanía, de lo contrario, cualquier gestión municipal está condenada al fracaso.
Por otra parte, después de la crisis por la ausencia del Presidente Chávez, el otro gran reto en el plano de la participación será la superación de los métodos de cooptación dentro del Psuv y del Gran Polo Patriótico. Aunque con algunos matices, la cooptación ha sido útil para lograr los objetivos electorales, pero no ha sido útil para el avance y crecimiento del proceso revolucionario en el marco de la democracia participativa y protagónica.
Aún cuando se ha querido minimizar, el impacto en la expansión de la revolución ha sido significativo, sólo basta observar los resultados electorales del 14 de abril y del 8 de diciembre. El primero ganado con un estrecho margen, y el segundo, con una buena victoria en cantidad de alcaldías, aunque menos que en la elección homóloga anterior, y con algunas fisuras producto de candidaturas chavistas, pero disidentes ante el método de selección.
Esto no puede ni debe ser subestimado, y la mejor manera de asumir la realidad es con mucha humildad de la dirigencia revolucionaria. Se pudo haber hecho mejor y ese debe ser el reto.
Un diálogo franco de inclusión con estos sectores que representan a nivel nacional una población chavista jamás despreciable, que más allá de los llamados a la "lealtad incondicional" que no acataron, no se tiene por qué dudar que son chavistas que jamás estarán dispuestos a estar en las filas de la oposición de derecha. Este es uno de los más importantes retos tanto para el camarada Diosdado Cabello como Vicepresiente del Psuv, así como de quien ha demostrado gran capacidad de diálogo con algunos sectores adversos a la revolución, en una lección magistral de Política realista.
Uno de los retos a vencer es lograr superar la tentación de la retaliación política y la exclusión de estos sectores rebeldes por parte de tendencias minoritarias, pero con ínfulas de supremacía ideológica. En política siempre se debe sumar, nunca restar, y al adversario o enemigo, se debe neutralizar. Esperemos que el tan esperado Congreso del PSUV fijado para este año permita ser un espacio de reencuentro de todos los factores revolucionarios, incluso más allá del PSUV. Esto podría ser un paso determinante para el punto de no retorno de la revolución bolivariana y chavista, si se traza con transparencia el camino y se logra bloquear la errada estrategia de algunos pocos dentro de la revolución que piensan que excluyendo, se logrará cumplir con el legado de Chávez.
Nota: A partir de la publicación de esta edición de la columna voy a retomar el ritmo regular de publicaciones y saldrá al aíre Memoria Ampliada junto al colega Heiber Barreto. El programa Golpe de Timón tomará un receso hasta nuevo aviso.
