Este tipo de acción política, fue implementada por el gobierno presidido por el Doctor Rafael Caldera, en su mandato 1968-1973, tendente a disminuir las acciones desestabilizadoras de los grupos guerrilleros de las décadas de los años sesenta y setenta, fundamentada, en unos de sus aspectos, ofrecer a los insurrectos capturados o no, una vida social en paz, en familia, obedeciendo los mandatos legales constitucionales en ese entonces; aunado a una estabilidad laboral y, en algunos casos a ocupar cargos de inteligencia en determinados organismos de seguridad. Se tomaba en cuenta el grado de participación en las acciones perturbadoras de la paz y del estado de derecho del país, para determinar el tipo de beneficio a recibir, pero en todo caso, lo importante era que quien tuviese cualquier participación en hechos de agitación y perturbación, tenía la oportunidad de acogerse a la política de pacificación que el gobierno del Doctor Rafael Caldera, ofrecía como una medida atenuadora de las acciones de los movimientos sediciosos en el país. En fin, todo este ofrecimiento era a cambio de no seguir perturbando la tranquilidad ciudadana y gubernamental. Esta política no fue lo fructífero que se esperaba, por cuanto, se acogían a la pacificación, para obtener prebendas, pero luego continuaban conspirando en contra del gobierno “por debajo de cuerda”, como dice el refranero popular. Total, fue peor el remedio que la enfermedad.
En este aspecto el Presidente Obrero Nicolás Maduro, el día miércoles 08 de Enero del año en curso, en un acto en el Palacio de Miraflores, propuso un Plan de Pacificación de Venezuela para 2014, al conformar una comisión con un centenar de gobernadores y alcaldes de los municipios más violentos del país, que concentran el 80 % de los hechos delictivos; con el propósito de hacer frente a los altos índices de criminalidad en Venezuela. En este acto el Presidente Maduro, dijo: “Dejo instalada oficialmente esta jornada de trabajo que arranca el día de hoy y que se va a extender durante un mes de acciones, y aspiro a que en un mes tengamos un plan conjunto y tengamos una ley de política de pacificación nacional”. Asimismo, instó a la oposición a dejar a un lado las diferencias políticas y las apetencias personales, y a trabajar conjuntamente con el gobierno para combatir la inseguridad.
Confiamos en la palabra y compromiso asumido por el Presiente Maduro, quien ha honrado cabalmente todo lo prometido en el gobierno de calle en reuniones con el pueblo y fuerza armada. Debemos estar seguros que contaremos con la “Ley de Pacificación Nacional”, que ojalá tenga rango orgánico, con preeminencia sobre las leyes ordinarias, para mayor fortaleza jurídica. Atención legisladores, esta ley irá de mano con el Plan de la Nación 2013-2019. Para el auxilio de un excelente plan, una excelente ley.
Y desde ya, pueblo, gobierno y fuerza armada, unidos y preparados contra la arremetida de la canalla mediática, ya que sus voceros acuden a una reunión con el Primer Mandatario Nicolás Maduro, y luego salen a despotricar del gobierno bolivariano, tal como lo hizo el señor Alcalde Metropolitano Antonio Ledezma, que irrespetó el cordial trato que recibió en reciente reunión, de parte del Presidente Maduro, en el Palacio de Miraflores. Pero así, la oposición apátrida, chille, llore o se arrodille, tendremos en Venezuela una “Ley Orgánica de Pacificación Nacional”. También acotó el Presidente Maduro, que el tema seguridad ha tratado de utilizarse para la manipulación política, de manera recurrente y textualmente dijo: “…No van a destruir a la revolución por usar un tema que recorre todo el continente y que cruza nuestra sociedad desde hace 40-50 años, y que estamos dispuestos a enfrentar…” ¡CON CHÁVEZ Y MADURO A LA OPOSICIÓN LE SEGUIMOS DANDO DURO! ¡GLORIA AL BRAVO CHÁVEZ! Y hasta la próxima, si Dios quiere.