Repatriación de los restos del más insigne guerrero y estadista

El venezolano Simón Bolívar, el Libertador, hace su testamento 7 días ante de morir, el 10 de diciembre de 1830, en la hacienda San Pedro Alejandrino ubicada hoy dentro de la ciudad de Santa Marta, capital del Departamento de Magdalena, Colombia, en ese documento el Libertador pedía que sus restos fueran sepultados en Caracas, Venezuela, y fue por el clamor constante y cada vez más exigente del pueblo venezolano que después de transcurrir 12 años tal pedimento se cumple. Fue el general José Antonio Páez en su segundo gobierno quien emite el 30 de abril de 1842 el decreto de repatriación de los restos del Padre de la Patria, rendirle los honores fúnebres y sepultarlos en la Catedral de Caracas. También se decide oficialmente el 12 de mayo invitar a los gobiernos de la Nueva Granada y del Ecuador para que envíen una delegación y estén presentes sus nacionales en la exhumación de los restos de Simón Bolívar.

Venezuela designa como jefe de su comisión al Médico Venezolano José María Vargas, saliendo el grupo de personalidades que conforma la delegación por mar desde el puerto de la Guaira, Venezuela, rumbo a Santa Marta el 13 de noviembre de 1.842, llegando a esa ciudad el día 16. Inmediatamente se comienzan a realizar los tramites correspondientes y es el 20 en la tarde que se procede a la exhumación de los restos de Simón Bolívar del panteón de la familia Díaz Granado en la Catedral de Santa Marta y reconocidos por el Dr. Vargas y por el Dr. Próspero Reverend, este último médico tratante de Bolívar desde su llegada a Santa Marta el 1º de diciembre de 1830, hasta su muerte el 17 de ese mismo mes y año; fue también el Dr. Reverend quien hizo la autopsia correspondiente al cadáver del Libertador. Los restos del más grande hombre de América fueron embarcados el día 21, después de realizarse un gran ceremonial en su honor. Durante el viaje de regreso a Venezuela el navío viene bordeando la orilla del mar caribe, deteniéndose en algunos poblados costeros a la ruta que se sigue para cumplir con la solicitud de sus habitantes de rendirle honores al máximo héroe. El 13 de diciembre el barco entra al puerto de La Guaira, el féretro conteniendo los restos de Simón Bolívar es desembarcado el 15 y llevado a la Iglesia de ese puerto en donde pernota. El 16 es traslado a Caracas por el llamado camino de los españoles y llevado a la iglesia de la Santísima Trinidad.

El día siguiente, 17 de diciembre, día en que se conmemora su muerte, con grandes ceremoniales fúnebres sus restos son trasladados en un hermoso carruaje, seguido por una procesión conformada por una multitud de habitantes de Caracas y otras ciudades, realizándose una extraordinaria parada militar comandada por el leal amigo de Bolívar, general Rafael Urdaneta, a la iglesia San Francisco donde permanece en capilla ardiente hasta el 23, cuando se cumple otra ceremonia similar para trasladar sus restos desde la iglesia San Francisco a la Catedral de Caracas, el féretro fue cargado todo el trayecto por quienes fueran sus edecanes y oficiales que estuvieron bajo su mando y es sepultado en el panteón familiar al lado de sus padres y esposa. En la Catedral de Caracas sus restos permanecen 34 años, hasta que el 28 de octubre de 1876, día de San Simón, fueron trasladados al Panteón Nacional.

 



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José M. Ameliach N.


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