Lograr la hazaña de la triple corona: campeón jonronero, average más alto y mayor impulsador de carreras, no es tarea fácil para un jugador de béisbol en la campaña oficial 2013-2014. Es el primer venezolano que lo logra en una justa profesional. Por lo tanto, merecía todos los honores posibles, pero sobre todo, se hacía merecedor de un trofeo que estuviera a la altura de su hazaña. Observé el trofeo que apareció en los periódicos deportivos y que le fue entregado por los directivos de la liga profesional de béisbol venezolano, y eso da pena. Razón tuvo el samurái para arrecharse, y mostrar su disgusto por tal desprecio.
El nuevo ministro del Deporte, el Potro Álvarez, debería salirle al paso a esta acción desconsiderada y enmendar este garrafal error y falta de criterio deportivo, y hacerle un reconocimiento cónsono con lo logrado por el samurái Alex Cabrera. El Potro es pelotero también. Llegó a las grandes ligas y en nuestro béisbol profesional, mientras jugó, lo hizo bien. Fue muy apreciado. Por eso el pueblo deportivo se alegró con su nombramiento, por parte del presidente Nicolás Maduro. Por lo tanto “Potro” móntate en el montículo y lanza una rabo' e cochino, como lo hacia nuestro Comandante Supremo, y ofrécele a Cabrera el homenaje que se merece, y hasta pudieras mandar a elaborar un trofeo digno para una hazaña de esta naturaleza, y entregárselo al pelotero en un acto público, como un desagravio a lo que le han hecho, y como un reconocimiento justo a quien lo ha dado todo por nuestro deporte favorito.
Los periódicos deportivos también podrían aportar su granito de arena a mi planteamiento. Pues, ellos nutren sus primeras páginas con las hazañas de nuestros peloteros. Llegó la hora de demostrar que también tienen su corazoncito. Que el uso de las imágenes de estos jugadores, en sus primaras páginas, con el objetivo de vender más periódicos, puede, en un momento dado, salirse del camino de la acumulación de dinero, y abrir una ventana, así sea por primera vez, y contribuir a un acto digno, para un digno jugador, y, por ende, un digno venezolano. Por otro lado, los comentaristas, narradores, cronistas y periodistas deportivos, también pueden unirse a esta iniciativa. ¡Se cansa uno! ¡Volveré!