Las cosas en la nación recurren a su normalidad después del stress de comienzo de año. Los poderes se instalan y las consecuencias de las hallacas se notan. Este año no será fácil a pesar de no ser electoral, sin embargo será siempre positivo.
Tal como cerramos el 2013 ahora nos enfrentamos de nuevo a una interminable guerra en el ámbito de la economía y de la psiquis de los venezolanos y venezolanas. La derecha parece no entender que el Estado como articulador de la voluntad general de los ciudadanos debe al mismo tiempo garantizar los derechos de los actores sociales y regular las relaciones privadas que producen dependencia y subordinación de sectores de la población por otros.
No todos se verán incluidos en las decisiones del gobierno porque el defecto de la sociedad capitalista obliga necesariamente que las decisiones de poder se inclinen por los capitalistas o por los trabajadores. La Revolución Bolivariana tiene al Estado al servicio de las mayorías nacionales y solo puede decidir, en el marco constitucional, a favor de las grandes mayorías nacionales; nunca al servicio de los pequeños grupos de poder económico nacional e internacionales que pretenden chanteajear con sus participación en la sociedad.
Por su lado los sectores que atacan la psiquis necesitan mantener un clima de crispación que obligue a los revolucionarios a mantener la actitud defensiva en la arena de los argumentos políticos, de tal manera los asuntos estructurales de la economía y la estrategia del desgaste y sensación de desorden generado por la derecha pasarían inadvertidos y subordinados a una agenda cuya atención especialísima por parte de la revolución puede reventar en problemas “mejor preparados” por la derecha.
Lo indicado, para los revolucionarios, siempre es la conexión con la realidad “real”, conectar nuestras acciones con el programa de la patria y los lineamientos estratégicos del presidente Nicolás Maduro y mantener la unidad nacional para atravesar los desiertos.
Vamos a probar la calidad chavista de nuestra formación patriótica y seremos victoriosos.