Los grandes hombres se reconocen cuando son recordados no por sus nombres, sino por la huella que dejaron. Así ha pasado con nuestro Libertador Simón Bolívar, con José Martí, con José de San Martin, con Francisco Morazán, Mahatma Ghandi o Nelson Mandela, entre otros. La II Cumbre de la CELAC, realizada en Cuba, ha servido de escenario para que se reconozca la huella dejada por nuestro Gigante Hugo Chávez Frías. Su espíritu estuvo en ese evento, por eso casi todos los mandatarios, de una y otra manera, se refirieron a él, y, además, se le hizo un reconocimiento a su memoria, con un minuto de silencio, como un recordatorio de los 33 mandatarios al esfuerzo y la voluntad que le imprimió a la unión de los pueblos Latinoamericanos y del Caribe.
Pero de Chávez se hablará siempre. Mientras haya intentos de liberación, de unión entre los pueblos, pobreza, hambre e exclusión, allí estará la memoria y el espíritu de él. Como olvidar el esfuerzo que hizo, aún enfermo, para celebrar en Caracas en el 2011 e impulsar la creación de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC). Pero antes había impulsado también la creación de PETROCARIBE, el ALBA, UNASUR, el Banco del Sur, a la moneda SUCRE, TELESUR, entre otras iniciativas. Son hechos históricos que tendrán aún más valor en la medida que corran los tiempos. Las semillas que dejó plantadas arrojaran buenos frutos hoy o mañana, pero así será. Dejó también palabras que motivaban a los puertorriqueños a levantar las bandeas de la libertad. Ya estamos viendo pasos importantes en ese sentido.
La II Cumbre de la CELAC en Cuba, arrojó hechos impactantes. Por primera vez, desde la salida de Cuba de la OEA, un Secretario General de ese organismo, como lo es, en estos momentos, José Miguel Insulza, asistió, como también lo hizo el Ban ki Moon, Secretario General de la ONU. Ambas personalidades intervinieron y dejaron sembradas sus palabras de aliento por la vigencia del organismo y por lo que le depara el futuro, como institución destinada a integrar a Latinoamérica y al Caribe. Los acuerdos logrados en materias como el combate contra la pobreza, el hambre y la desigualdad reafirman la preocupación de los gobiernos por las necesidades urgentes de sus pueblos. (Por cierto del señor Obama, declaró, en su país, que alertaba sobre la desigualdad en los Estados Unidos). ¡Qué ironía, ahora es que lo descubre, como que si viviera en la luna!
En efecto, la II Cumbre de la CELAC además de histórica, fue una victoria diplomática y política de Cuba, donde unánimemente se acordó pedir a Estados Unidos el desbloqueo que pesa por más de medio siglo sobre un país caribeño. Y otro gran logro fue el de declarar a América Latina y al Caribe, zona de totalmente de paz y cooperación, y la prohibición del uso de armas nucleares. Los jefes de Estado confirmaron sus deseos y compromisos a trabajar, con hechos palpables, sobre la integración y la unión de sus pueblos. Pienso que Estados Unidos y Canadá, que quedaron como la guayabera, ven en la CELAC un poderoso organismo que deja a tras a la OEA, la que ellos manejan como un organismo a los servicios del Tío San. ¡Volveré!
¡Chávez, tu espíritu ocupo una silla en la II Cumbre de la CELAC!
¡Vives y vivirás por siempre, mientras haya injusticia en el mundo!
Teófilo Santaella: periodista, egresado de la UCV. Militar en situación de retiro. Ex prisionero de la isla del Burro, en la década de los 60.
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