Espacio crítico para la construcción socialista #214
Se empieza a concretar lo que hemos advertido desde octubre de 2011, las tensiones develadas en el proceso de escogencia del candidato presidencial dentro de la MUD anticiparon las costuras de la oposición, ahora dividida. Son tres las corrientes que se disputan el liderazgo de la MUD: por un lado un cabizbajo Capriles con 4 derrotas electorales al hombro, y un sinsabor de su mellado liderazgo dentro de un antichavismo que no encuentra otra alternativa que pueda sustituir lo que existe, asumiendo popularmente la frase “esto es lo que hay”.
La otra corriente es conducida por María Corina Machado y Leopoldo López, quienes tienen a cuesta 5 derrotas al hombro si sumamos la elección donde Capriles les ganó las internas de la MUD, y que con una comprobada deslegitimidad han acordado plantear “la salida” del régimen por vía de hecho, lo que incluye salir de Capriles, a quien se señala como un “conciliador” y casi traidor por haber asumido el “diálogo” convocado por el Gobierno del Presidente Maduro.
Una tercera corriente, representada por Antonio Ledezma, es aquella que asume la “unidad en la calle”, donde convergen los clásicos socialdemócratas tratando de colarse por las rendijas del conflicto de las otras dos corrientes, pero carentes de apoyo popular orgánico.
Esta división es una carrera contra el tiempo, que termina siendo una síntesis de los extremismos opositores, sin embargo, a pesar del divisionismo, creo que se debe dejar la ingenuidad de lado, porque estas tres corrientes al final terminarán estando unidos ante una posible “salida” del proceso revolucionario por la vía que les garantice lograr el éxito.
“La salida”, como una de las corrientes ha denominado a su pretendida acción, terminará empujando a la dirigencia de la oposición a un estado de contradicción tal, que serán capaces de volver a poner en riesgo la vida de sus militantes, con el fin de aprovechar lo que ellos diagnostican como un momento de debilidad dentro del chavismo.
En este sentido, la corriente de “la salida” no sólo está sobredimensionando el debate crítico que existe en el seno del chavismo, sino que está sobrestimando su capacidad de maniobra, en especial porque para lograr “la salida” por “vía constitucional” necesitan un pueblo que no tienen, y para lograr “la salida” por la fuerza, necesitan un ejército donde no tienen ni la esperanza de incidir.
De igual forma el pueblo venezolano debe estar muy alerta, tanto por la necesidad de evitar errores que restes o excluyan dentro del chavismo y que pongan en riesgo la construcción del socialismo bolivariano legado por Chávez, como por las pretensiones apátridas de una vieja oposición en su ocaso.
Nota: Los invito a escuchar “Venezuela Opina”, un nuevo programa “radio web” de análisis sobre las matrices de opinión pública críticas, tanto dentro la oposición como dentro del chavismo, conducido junto a Heiber Barreto. Podrás encontrarlo en www.aporrea.org y en las más de 30 emisoras comunitarias y alternativas que nos retransmiten a lo largo y ancho del país.