La recién realizada reunión binacional, de las cancillerías de Venezuela y Colombia, demostró fehacientemente, por los acuerdos tomados, que en esta extensa frontera artificial, que divide a las dos naciones, no existe control de ambos Estados y por ello deben realizar conjuntamente acciones para acabar con los ilícitos que allí se producen.
Ese reconocimiento es el primer paso a dar, si eficientemente quieren enfrentar la enfermedad que los agobia, algo parecido a lo que deben hacer los enfermos alcohólicos para iniciar el proceso de curación: reconocer que están afectados por una enfermedad y que su recuperación pasa por no probar cada día una gota de licor.
Según el grado de alcoholismo que sufre una persona, se le aplican terapias especificas y haciendo comparaciones con el grado de “ilicitud” que sufren los Estados de ambas naciones en sus fronteras, estos están a nivel de “delirium tremens” y por lo tanto los especialistas deben aplicar terapias de shock, como por ejemplo internar al paciente y suministrarle una cura de sueño, en un lugar donde no pueda entrar en contacto con el alcohol; en el caso especifico del comercio fronterizo con el dólar.
El paso inicial de utilizar el peso colombiano y el bolívar venezolano para hacer las transacciones comerciales y el envió de remesas en esas monedas, es la primera medida que tomaron ambas cancillerías y la cual deben imponer, si es necesario usando la fuerza y la represión como manera de hacer sentir, en ambos lados, la autoridad del Estado, que trabaja para asegurar el bien común de todos los ciudadanos. Ambos gobiernos deben tomar el riesgo de perder popularidad en los sectores que han vivido tanto tiempo usando el dólar norteamericano.
Así como se persigue al narcotráfico, también deben tomarse medidas para impedir el tráfico de una moneda extranjera que no es reconocida como oficial por las leyes de ambas naciones. El peso colombiano y el bolívar venezolano deben ser las monedas de uso oficial, legal y validas para toda transición en las dos repúblicas y la relación entre el valor de cada una de ellas debe ser decisión de los gobiernos y no de las casas de cambios o bolsas de comercio de divisas.
El valor del Dólar para transacciones internacionales, debe estar relacionado con el valor del Sucre, así como hacen los europeos con el valor del Euro en relación al Dólar . La CELAC debe tomar la inmediata decisión de aprobar al SUCRE, como su moneda oficial e implementar todas las medidas necesarias para obtener el reconocimiento internacional que hoy tienen el Dólar, el Euro y el Yuan chino. Sin esa medida el paciente puede volver a probar el alcohol y el tratamiento fracasa.
El control de ambas naciones de sus extensas fronteras, pasa primero por imponer sus monedas nacionales, si esto no se hace, nada se podrá avanzar para el control del contrabando de alimentos, combustibles y otros bienes que ilícitamente atraviesan sus espacios y que ambas poblaciones consideran normales, pues como ya dijimos: las fronteras son artificiales y productos de acuerdos políticos y por ello son decisiones políticas, las que pueden modificar los usos y costumbres que hacen los pobladores de los espacios geográficos que ocupan.
Felicitaciones a los cancilleres Holguin y Jaua, ojalá tengan éxito en las medidas acordadas, pues ellas nos ayudaran a lograr la paz interna que necesitamos para construir la integración de nuestros pueblos y el desarrollo económico armónico y justo.