El toro por los cachos Nicolás, ¡ponle tú el precio a la cebolla!

Esta semana que comienza me tiene angustiado, creo que quienes me leen han visto como mis escritos han sido, más que un grito, un alarido de alarma ante la amenaza fascista en ciernes.

El cielo encapotado anuncia tempestad.

Chávez me habla incansable, lo leo a diario, lo busco en sus discursos y en sus actos.

Venezuela, nuestra patria amada, revolucionaria y rebelde se encuentra ante una situación crítica, ante un ataque inminente. Este ataque será el miércoles 12F.

Los fascistas han sabido mantener el descontento social al lograr que los precios sigan por la libre, el mercado negro de todo tipo de productos, las incalables colas que a diario debemos hacer, la escases alternada de distintos insumos, los rumores, en fin, todo lo que clasificamos como guerras económicas y sicológicas son el mantel de la mesa servida para que la pateen este 12F día de la juventud la hordas fascista ya prestas y entrenadas para hacerlo.

Ojalá y  yo esté equivocado, pero la intención fascista es salir a la calle y quedarse en ella. No volver a casa, según dicen y se repiten en Twiter y Facebook, hasta que caiga el gobierno o Maduro renuncie.

Siguiendo el patrón de las revoluciones de colores, ordenarán o ya ordenaron a sus equipos las acciones de calle que pronto vamos a ver en nuestra patria, esta salida a la calle desde ya está siendo esperada con ansias por las maquinarias mediáticas del mundo.

 Harán lo imposible para que se tiñan de sangre, francotiradores apostados dispararán a los jóvenes manos blancas y se culpará al gobierno como se hizo en puente Llaguno, la paralización de las grandes ciudades al tomar sus calles creará una situación muy difícil de manejar, repito, ojalá y esté equivocado.

Nuestras fuerzas igualmente deberán salir en paz a tomar las calles de sus urbanizaciones para que ellos también sientan el malestar de tardarse 4 horas en llegar a casa, tomemos el Cafetal, Bello Monte, El Hatillo, Prados del Este y así cada urbanización de clase alta con nuestros grupos de cultura, con música bonita y con la alegría de la Revolución, lo que es igual no es trampa.

Repitamos esto en toda Venezuela, si ellos toman la calle nosotros tomemos las calles de ellos.

Por supuesto que el gobierno ya debe estar dando instrucciones para que no exista la mínima represión y es lo correcto, pero lo correcto significará, para ellos, un paso a su favor y tratarán de que se les sumen más y más personas y lentamente, como suelen hacerse estas  revoluciones nos estaremos enredando en una situación social muy conflictiva.

Hay una sola forma para vencer esta ofensiva fascista, a mi entender. Es la única manera de desarmar esta bomba sin que explote.

Si el pueblo este lunes mismo, siente el peso del gobierno poniéndole un parao a la guerra económica, me explico para que no sean meras palabrerías:  si el lunes usted, presidente, dice  en cadena nacional que el kilo de cebolla vale 15BsF, que la papa, el tomate, la yuca, el pimentón valen 15BsF.el kilo, que el papel toilette vale tanto y así la leche y los pañales y los pasajes y todo, absolutamente todo  con un precio  fijo y se dice bien alto que quien lo venda en un centavo más va preso y se le ponen los ganchos y el lunes, después de su arenga a la patria se empiezan a poner presos a quienes no obedezcan, este pueblo sentirá que tiene gobierno y lo aplaudirá a raudales, lo apoyará y estaremos a salvo.

Tomar estasdecisiones implican, aguas adentro, poder ir a buscar las cosechas y traerla al mercado en los camiones de las GLORIOSAS FUERZAS ARMADAS,  implica tomar y confiscar todos los depósitos que se le encuentren a la burguesía, implica tomar y expropiar las empresas burguesas cómplices en esta asonada, implica un excelente discurso de Nicolás Maduro, mejor que todos los discursos de su vida, ante el pueblo chavista que cerrará filas DE NUEVO EN TORNO A NUESTRA AMADA REVOLUCIÓN.

Igualmente creo oportuno, y me considero con este derecho, llamar a la unidad de nuestras fuerzas convocándonos al diálogo fraterno y amoroso entre todas nuestras vertientes, llamar al congreso del PSUV en manos del pueblo, al Polo en manos del Polo, al pueblo en manos de pueblo, creando un nuevo espacio de encuentro para escuchar las críticas, discutirlas y asumir las correcciones que sean pertinentes, este llamado también debe hacerlo nuestro comandante obrero Nicolás Maduro, para que con su puño al mando convoque de nuevo al unión de todas y todos los que formamos este ejército, para frenar el clientelismos enquistado en nuestras propias Alcaldías, para caerle a plomo a nuestros propios corruptos y limpiar nuestras fuerzas de infiltrados y traidores.

Un gran discurso, explicativo y coloquial, es vital para la patria, en lenguaje bien sencillo como usted sabe hacerlo presidente. ¡La hora es la de los hornos, no se ha de ver más que la luz!

¡Póngale usted, mi comandante, el precio a la cebolla este lunes y que sepa el pueblo, la patria y el mundo que Venezuela tiene mando!

¡Chávez somos millones y Chávez es usted mi comandante presidente, denos su coraje ante esta hora de turbulencias, con el timón a bordo de esta nave enrumbe usted la revolución, ¡con la unión nada podrá vencernos!

¡Venceremos!



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Raúl Bracho


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