…..ha llegado el momento de que el gobierno nacional aplique medidas definitivas para controlar la especulación galopante; ya que en lo particular dudo mucho que la fiscalización incluida en el Plan de la Patria, rinda los frutos ampliamente deseados por el conglomerado social. De fiscalizaciones y sus resultados tenemos un largo y viejo rollo en nuestro país, mucho antes de la actual Quinta República, plagado de coimas y prebendas por parte de los fiscalizados a favor del fiscalizadores, “justificadas” por estos últimos dado los bajos sueldos que devengan y por aquello de “yo también tengo derecho”, propio de esa deformación que a todos los niveles presenta el psiquismo del venezolano, cultivado a su vez por el ejemplo corrupto de la mayoría de nuestros funcionarios burocráticos, lo cual en la actualidad trasciende al “pájaro bravísmo” tradicional, para ingresar en la categoría de la más abyecta delincuencia y traición a los intereses de la Nación. Y cuando hablo de medidas definitivas, me estoy refiriendo a una proposición que sin ser propia merece toda mi adhesión. Llegó el momento que el gobierno asuma toda la importación directa de los alimentos, fármacos, y bienes de consumo pagaderos con divisas en el exterior; distribuyendo los mismos a los comerciantes (mal llamados “empresarios”), con su precio ya fijado, producto este de calcular previamente los gastos de importación, e impuesto nacional a los bienes no básicos, en orden creciente acorde a lo suntuario, añada a estos el margen de ganancia bruta que sobre el producto deben tener los ante nombrados comerciantes, de manera que al final puedan obtener una moderada pero adecuada ganancia neta, algo por encima de los intereses que pagan a sus clientes los Bancos.
Unido a estas medidas y ya en una segunda etapa, el Estado debe ir en forma progresiva obteniendo el control de la distribución, de manera de ir a la postre delegando este a empresas comunales organizadas interesadas (aunque siempre (el Estado) debe controlar el margen de ganancia).
Así como me adhiero a esta proposición, me adelanto a prever que sin los controles extra burocráticos correspondientes, controles extra burocráticos estos representado por el control Comunal, y cuando hablo del mismo no estoy hablando de los consejos comunales, y comunas de maletín, propiedad de muchos de los alcaldes, ya que de ellos ponerle la mano, nos encontraríamos con el sumun de la corrupción, pasando así la especulación desde los comerciantes al susodicho estamento burocrático.
Para terminar considero que de cumplirse rigurosamente lo que aquí propongo, enriquecido por funcionarios que desde el alto nivel gubernamental implementen la logística respectiva, está “de anteojito” que no solo se beneficiaría toda la población venezolana, si no que el Estado mismo obtendría ingresos adicionales a pesar de una baja sustancial de precios a niveles del consumidor. Lo antes expuesto no significa que con ello llegaríamos al Socialismo, es decir al socialismo tal como está enunciado -Transferir progresivamente el poder al pueblo organizado-, pero sin lugar a dudas sería un paso importante en la consecución del mismo.