Huelgas y protestas

Todas las huelgas y protestas, constantemente son originadas por algunas violaciones o disgustos en contra un tercero. Los seres humanos le corresponderían obtener este derecho, para expresar sus disgustos, malestares o violaciones obrado en su contra. La libertad de expresión sin duda, es precisa y obligatoria para la convivencia y sobrevivencia de una sociedad sana, libre y democrática. Esta independencia es imperecedera, siempre y cuando no violenta a un tercero. El derecho de cualquier ente, termina cuando enfrente el derecho de otra persona.

En nuestra querida república Bolivariana de Venezuela, convive un pueblo pacífico, amante a la libertad y paz, se encontraba y ahora vuelve a vivir momentos de protestas y huelgas. Me honra subrayar la virginidad de este noble pueblo, ya que no sufrimos la peste racial, y nuestro límite no llega al radicalismo, mucho menos al fanatismo extremo. La libertad de expresión mal intencionada o inclusive mal dirigida, pudiera transformarse en una arma que perjudicarían a una gran e inocentes masas.

Lamentablemente las diversas maneras de huelgas y protestas que se fomentan en nuestra patria, son mal tutelada, ya que el primordial causante de los malestares, no se les presionan donde deberían. Desgraciadamente quienes pagan injustamente los estragos de las necesarias huelgas son los mismos pobladores que sufren sus mismas desgracias, ocasionando el disgusto de decenas de miles e inclusive cuantiosas y muy dolorosas pérdidas humanas.

Profesores universitarios, supuestamente son los ejemplos a seguir, cometen grandes errores y cuantiosos horrores cuando van de huelgas, exigiendo sus legítimos e indiscutibles reclamos. Es trascendental saber que los pedagogos seguirán cobrando lo días de asuetos, no desaprovechan sus valiosos tiempos o rechazan sus discutibles sueldos. E allí la facilidad, como una víctima evoluciona al transformarse moralmente en victimario.

Las verdaderas víctimas de las huelgas universitarias, son los padres que costean los gastos diarios de sus hijos, quienes emigraron a los diversos estados del país, el retraso de la tan esperada graduación hacia la profesionalidad, la pérdida de las llegadas de los nuevos profesionales e incremento del conocimiento a la nación, el despilfarro de la arca de la república, cancelando sueldos a quienes no laboraron y peor aún, generando disturbios y confrontaciones entre dos diferentes ideales.

Los ciudadanos de esta prestigiosa tierra, territorio de Bolívar y Chávez, no se les abrigan todas sus necesidades, ya que se les violenta constantemente sus derechos. Las fallas eléctricas, las ausencias del agua, el alto costo de la vida, los amontonamientos de los diversos desechos, las pérdidas y devaluaciones del patrimonio económico, las cotidianas sufrimientos de la inseguridad, el abandono total de la seguridad jurídica, etc. Cualquiera que sea el motivo ante mencionada, que engendraría una huelga con derecho, siempre se olvidan egoístamente de sus deberes. Cerrando las villas de transito y comunicación, prohibiendo a los mismos pobladores, quienes sufren las mismas violaciones, a no darles pasos a llegar a sus casas, trabajos, viajes, hospitales o importante encuentros.

Otros contaminan la tranquilidad del bendito silencio, con las ruidosas y escandalosas cacerolas, molestando o disturbando a sus queridos vecinos ancianos y bebes. Sus protestas son iguales a los demás, tiene todo el derecho a expresarse, pero siempre se olvidan de su deber, al violentar el derecho de tan solo, un tercero.

Todas estas protestas y huelgas, son moralmente cobardes e ignorantemente injustas. El modus operandi es inefectivo y visiblemente antisocial. Deberíamos evolucionar de una vez por todo, el comportamiento de nuestra esencial arma. “LA LIBERTAD DE EXPRESIÓN”. La conciencia humana correspondería resucitar el comportamiento humano, es la que nos difiere de estampidas de animales irracionales.

Ahora, lo mal acostumbrado y mal mandadas huelgas venezolanas deberían cambiar su carácter de protesta, respetando el derecho de todos y aceptando las normas y leyes de la única patria que tenemos. En la actualidad nuestra querida nación, en donde convivimos todos los venezolanos, nos enfrentamos, a poderosos enemigos foráneos e interinos, dispuestos a destruir, desprestigiar, desestabilizar, y debilitar al único gobierno constitucional, y peor aún, a violentar a toda la república, con todos las diversos colores del wiki wiki (tinte).

La patria esta vulnerable y muy propicio a los asustadizos y cobardes comportamientos de enemigos que se disfrazan de banderas falsas, encubriéndose de un bando y asesinando a otro grupo a la vista de todos sus camaradas, y, o compañeros. La opinión pública se calentara, las conciencias humanas se nublaran y las verdades del acaecido se esfumaran.

Nuestra cruel realidad la sufren, todos los países del mundo sin excepción. Todos los políticos quienes fueron son y serán presumidamente pero visiblemente corruptos, esto debería ser una verdad clara para todos. Las preguntas que nos debemos hacer.

¿De quién fui, soy y seré cómplice de corrupción?

¿A quién escogería, para que me arree?

Es insólito e incomprensible, después del gobierno de Marco Pérez Jiménez, nuestro país le cayó una plaga insaciable, “La gula”. Oficialistas y opositores, legítimamente se celaban, pero vorazmente se confrontan entre sí, perjudicándose y destruyéndose, uno a otro, olvidándose de sus deberes mutua, hacia y para la patria en general. Llevan más de 50 años despedazando a la nación por sus voraces odios y envidias. Dejen en paz a la nación, y trabajen por el bien de la patria, y no a su bandera política.

Más de medio siglos, hasta la actualidad, las dos fuerzas políticas, insultaban la inteligencia del pueblo, al permitirle que las diferencias políticas, perjudicaran a un tercero, nada menos que la República Bolivariana de Venezuela. Que hubiera pasado si oficialista y opositores hubiesen trabajado mutuamente por el beneficio de la nación en estas cinco décadas. No implica las diversas y extrema diferencia, esta es la ley de la constitución, y quien se encuentra en el poder es el legitimo Presidente de la nación, y quienes lo opositan con motivos y derechos, espere que termine su tiempo constitucional y luego vota a vuestro placer. Esto es simplemente democracia, todo lo contrario es insaciable gula.



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Jaled Ali Ayoub Bazzi


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