Temprano en la mañana Ciudad Bolívar amanece con una ligera lluvia y un clima agradable. Los periodistas se agrupan en la sede del Consejo Nacional Electoral esperando la visita formal del Gobernador del estado Bolívar, mientras comentan un impasse entre el director y la presidenta de la Junta Electoral, al parecer un impasse que se ha repetido con funcionarios del pasado, según los mismos periodistas. El Gobernador saluda y reitera su apoyo al CNE, mientras los jefes de prensa del canal 8 Venezolana de Televisión solicitan el apoyo para enviarles imágenes de la zona.
A varios metros, concretamente en el casco histórico, Andrés Velásquez acude a votar desconociendo el llamado a la abstención de quienes lo acompañaron en otras luchas electorales. Si se quiere un día normal, en el que los chavistas salen a votar y los simpatizantes de la oposición se quedan en casa, algunos porque no creen en el CNE y otros porque están seguros de otra derrota. Pero ninguno sabe qué hacer el día después, y en eso se han convertido las estrategias de la oposición, acciones con efecto inmediato que resultan en nada.
¿Qué sentido tiene llamar a la abstención y seguirse proclamando voceros de quienes se oponen al proyecto bolivariano?, ¿Qué sentido tiene exigirle concesiones al CNE para luego retirarse cuando les conceden sus exigencias?. Si la idea es retirarse para que gobiernen solos a quienes se oponen, pues entonces no son oposición, sólo observadores críticos. ¿Para qué un partido político sin una ideología, un proyecto de gobierno ni una propuesta electoral? Resulta todavía más absurdo un llamado a misa con un discurso tan romántico como idiota. Y si la idea es crear el escenario para las elecciones presidenciales, y entonces declarar la ilegitimidad de todos los comicios realizados hasta hoy, ¿por qué no renuncian los alcaldes, concejales, y gobernadores de oposición electos y presentan su propuesta de país, o se terminan de ir a la montaña fusil en mano para formar su guerrilla? .
Cuando voté, confieso que fue un proceso rápido y sencillo, en el que lo más triste fue no tener ni muchas, ni buenas alternativas de voto, salvo las amistades que uno cosecha en el andar político y que permiten descubrir quienes viven con principios. Amigo lector, si tan solo dos o tres personas como usted supieran lo fácil que es ser electo diputado, comprendería que no es descabellado el ocupar espacios y hacer sus propuestas. Sus propuestas podrían enriquecer la revolución e incluso elevar el nivel de la oposición.
En todo caso, esta oposición optó por el suicidio desde hace tiempo, y hoy recibe cristiana sepultura. Mientras en las filas chavistas se acentúan las tendencias y sólo prevalecerán quienes pasan del dicho al hecho. Los discursos revolucionarios y golpes de pecho, descifrados todos, quedarán sobrando. En menos de dos días, el llamado a la abstención de la oposición será un chiste de caricaturas. ¿Acaso llegará el día en que esos dirigentes blancos, verdes, amarillos, amarillo con negro se vistan de rojo y olvidando su pasado de oposición exijan transparencia en las primarias del MVR?.
Son las tres de la tarde, y este artículo estará en tus manos hoy lunes 5 de diciembre. Para entonces hasta mis palabras te serán fastidiosas, pues como buen venezolano, nos concentraremos en la hallaca, el pan de jamón, pernil en mi caso, unos “traguitos” mayores de edad y mucha gaita. Tal parece que hallacas y navidad sin oposición. El tiempo de Dios es perfecto.
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