Si Eva Gollinger en sus investigaciones se ha cansado de comprobar que el gobierno gringo financia a la oposición venezolana para que por cualquier vía se tomen el gobierno venezolano, si existe una ley desde el 2010 para controlar y sancionar los delitos por ilícitos cambiarios y ya no es un secreto que ríos de dólares llegan a manos del sector opositor, no sólo para financiar sus campañas, sino para inundar al país del llamado dólar paralelo o fantasma con las consecuentes distorsiones de nuestra economía, que se traducen en aumento de la inflación la cual sumada al acaparamiento, desabastece y causa rabia y rechazo de millones de venezolanos.
Si tenemos supuestamente una institución de inteligencia con fama bien ganada de ser efectiva y existen fuertes indicios de que a través de la embajada gringa, y en los viajes que persistentemente realizan conocidas figuras de la derecha al exterior y que el nefasto ex presidente de Colombia Álvaro Uribe es un agente al servicio de USA, para accionar mecanismos no sólo de financiamiento sino como proveedor de sicarios, paramilitares en definitiva mercenarios quienes ya no hay menor duda están actuando abiertamente en los sucesos que estamos viviendo y soportando actualmente los venezolanos de bien, entonces cabe la pregunta; ¿Cuál es la razón por la que no se procede a establecer mecanismos de inteligencia y seguimiento a quienes proveen y a quienes reciben los dólares, para agarrarlos con las manos en la masa cometiendo el ilícito, primero de ingresarlos al país y luego lavándolos al precio del dólar fantasma para simplemente aplicarles las leyes y como dispone la norma confiscarles las divisas sencillamente porque son la prueba del delito.
Esto es un secreto a voces, no hay que ser muy ducho o informado para saber que lo denunciado reiterativamente por Eva G. que es lo mismo, que entre otras razones, dio origen a la Ley, es absolutamente cierto, y entonces quiérase o no, a cualquiera de muchísimos venezolanos, nos invade la duda y nada de raro tiene que pensemos que debe existir complicidad al más alto nivel, para que en más de veinte años que lleva esta revolución soportando la injerencia de todo tipo, pero especialmente económica por parte de Estados Unidos, no se haya dado un duro golpe en donde más les va a doler a los subversivos de la derecha apátrida, que ahora mismo con esos dólares están intentando incendiar al país por los cuatro costados.