Las protestas realizadas en algunas ciudades de Venezuela, han sido irrefutablemente de carácter violento.
El llamado a la violencia lo realizan el 23/01/2014, Leopoldo López y María Machado, convocando a sus seguidores con la consigna “Vamos a incendiar las calles”.
(Ya en Abril del 2013 Henrique Capriles había hecho un llamado a desconocer el resultado electoral que declaraba Presidente legítimo a Nicolás Maduro, en donde se produjeron actos de violencia que generaron la muerte de 14 venezolanos.)
Más que una consigna fue una declaración de guerra, que se desboca el 12/02/2014, cuando con un maquillaje de protesta “pacífica” salió la oposición a manifestar en contra del Gobierno Bolivariano y del Presidente Nicolás Maduro.
Incluso en las declaraciones que emite, ese día 12 de Febrero a los periodistas, Leopoldo López, expresa (palabras más, palabras menos) que la permanencia de los “pacíficos” en las calles durará hasta la salida forzosa de este gobierno, más claro imposible.
Los opositores evocan como pretexto a la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, la cual pisotearon y rompieron representantes de la oposición en la Asamblea Nacional.
En el Artículo 68 de la Carta Magna, se lee
“Los ciudadanos y ciudadanas tienen derecho a manifestar, PACÍFICAMENTE Y SIN ARMAS, sin otros requisitos que lo que establezca la ley.
SE PROHÍBE EL USO DE ARMAS DE FUEGO Y SUSTANCIAS TÓXICAS EN EL CONTROL DE MANIFESTACIONES PACÍFICAS. La ley regulará la actuación de los cuerpos policiales y de seguridad en el control del orden público”. (El subrayado es nuestro).
Las acciones realizadas por estos grupos de psicóticos, pueden denominarse de cualquier manera menos de pacíficas. La intención ha sido de generar caos, violencia y acrecentar el odio entre los venezolanos.
El apoyo que han recibido, sobre todo del exterior, puede ser debido a las siguientes causas:
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Por información falsa y manipulada de los medios de comunicación escritos y audiovisuales, nacionales y extranjeros, con respecto a los acontecimientos.
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Por el financiamiento de Banqueros, Empresarios, Militares y Políticos prófugos de la Justicia Venezolana. Muchos de ellos ligados al paramilitarismo y narcotráfico.
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Para resguardar sus honorarios, salarios e ingresos en dólares, en sus labores de artistas o deportistas.
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Por cuidar su carta de residencia, estadía o negocios, que mantienen en países con gobiernos adversos al Gobierno Bolivariano-
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Por el dominio, de parte del Departamento de Estado, de los recursos energéticos en su “patio trasero” y el carácter Neocolonial del gobierno de los Estados Unidos.
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Por el odio y la amargura inoculada, contra el pueblo chavista y las clases populares, por la ultraderecha y grupos económicos.
Por cualquiera de estas causas no se justifica la violencia y la muerte. Corremos el riesgo que se genere el enfrentamiento de pueblo contra pueblo y sus nefastas consecuencias. Para aquellos ingenuos revisen la historia, nuestros hermanos colombianos llevan más de 60 años en un enfrentamiento fratricida, originado por la ambición del poder político y el odio a las clases populares, de la “oligarquía” de ese país.
Para aquellos dentro y fuera del país que pregonan “Amar a Venezuela”, pero que en un momento crítico huyen valientemente bajo las faldas de Disneylandia, es muy fácil, a través de Twitter o Facebook, decir “Vamos a la calle a terminar con este gobierno” “Muerte a los chavistas” “Fuera Maduro”, se les olvida que Maduro fue electo constitucionalmente, por la mayoría de los venezolanos.
La mayoría de los venezolanos queremos vivir en paz.
A los que imploran por la intervención extranjera, no olviden lo sucedido en Afganistán, Iraq, Libia y Siria, por mencionar algunos de los más recientes eventos.
¿ES ESO LO QUE QUIEREN PARA SU PAÍS?
¿ES ESE EL AMOR QUE SIENTEN POR VENEZUELA?
No jueguen con candela que se pueden quemar.
Dejen quieto a quien está quieto.
VIVIREMOS Y VENCEREMOS