El paro petrolero fue similar… al pasar de los días se inflaban los golpistas y nosotros pedíamos a Chávez mano dura. Chávez acuartelado en Miraflores esperaba tranquilo. El hacía lo que tenía que hacer y nos llevó a la victoria, el paro se le fue de las manos al enemigo y la revolución salvó una situación que parecía insalvable, muchos pedían violencia revolucionaria y Chávez supo vencer sin violencia.
Hoy se repite la historia.
Más débil es esta asonada, aunque más violenta y con más apoyo de la maquinaria mediática.
Las hordas fascistas, hasta hoy relegadas a un tercer plano hasta por la derecha, han tomado la vanguardia repitiendo manuales golpistas usados en otros países. Leopoldo López, el protegido dela CIA, hace su debut y última función en la historia patria. Asesina y llena de violencia y terrorismo sus propias urbanizaciones y su propia militancia, pareciera que la débil oposición se decide a apostar a su locura al ver a la CIA apoyar a su bebito querido. Se cae a pedazos, creen que Maduro va a caer y serán ellos los que caigan, usaremos su misma fuerza para derribarlos, como lo enseña su mismo ideólogo Gene Sharp, “jut jitzo histórico”.
Casi todas y todos hemos sentido como la rabia y la indignación nos lleva a querer una respuesta violenta ante la violencia fascista. Yo recuerdo haber sentido lo mismo en los días del paro petrolero.
Pero la voz de mando que nos dejó Chávez es tan poderosa, que no se quiebra la unidad de la fuerza chavista ni menos aún la unidad democrática de las gloriosas FANB. Chávez vive ya no es una consigna, es el amor inmenso de su pueblo, que le rinde obediencia, así estemos indignado, que se traga la rabia, se traga la ira y hace lo que se debe hacer, unidad, lucha. Batalla y victoria.
Muchos nos reclaman, desde otros países, que no sabemos responder con la violencia revolucionaria. ¿No estarán intentando que hagamos lo que el enemigo quiere que hagamos? ¿Quiénes son estos aguerridos que nos piden que hagamos algo que ellos no asumen ni hacen?
Ucrania, para hacer una comparación, generó leyes para convertir en delito las manifestaciones supuestamente pacíficas, para poder actuar con violencia ante la violencia, para disparar a las manifestaciones, para censurar los medios y controlar internet. Yo mismo he pedido esas medidas sin saber el fracaso que resultaron en Ucrania. Hoy debo decir que me dejé enceguecer por la ira y que debo restaurar mi fidelidad al mandato de luchar resistiendo, sin caer en provocaciones y con la bandera de la Paz, por ahora.
Yo soy obediente a Chávez y por tanto a Nicolás en esta hora dura que vivimos. Sé que igual que yo, todas y todos los que lo escuchamos repetirnos desde su tumba, “!Que nadie se equivoque, porque tenemos patria!”
Todo tiene su hora.
La derecha está desesperada porque no nos dejamos provocar, no entiende como tanta rabia que sentimos no explota en un enfrentamiento violento, quizá muchas y muchos de nosotros sentimos lo mismo, pero, repito, no podremos dejar de ser leales a Chávez y menos romper la unidad, eso es lo que estos fascistas no podrán entender y es, entiéndase, lo que los derotará.
Esta paz, que nos duele en el alma, esta paz tan llena de rabia contenida, es la paz con la que Chávez triunfó ante el paro petrolero, camaradas, recordémoslo por favor y no dejemos que nos hagan dudar, no dejemos que nos quiebren… están más desesperados cada día, porque un golpe de estado no se da caceroleando, ni asesinando, ni incendiando la patria.
Si nos mantenemos unidos, venceremos.
¡Unidad, unidad, unidad!!!
¡Patria Querida!