Pocas veces la muerte había sido derrotada tan contundentemente como aquel 5 de Marzo del 2013. Hace un año la incompetente e inútil muerte fue vencida por el pueblo venezolano. Esta señora dio pena ajena, cuando reculó apenada y para que no la vieran se alejó corriendo y tras ella un pueblo que había resucitado a su Comandante, quitándoselo de sus afiladas garra y dispuestos a lincharla y arrebatarle el derecho a la perpetuidad.
Así como salieron corriendo del Palacio de Miraflores la Patricia Poleo y otros, huyendo ese 13 de Febrero del 2004, cuando el pueblo rescató al Comandante y lo reinstaló en la silla presidencial, de esa forma ese mismo pueblo, hizo salir corriendo a la muerte y reinstaló a Chávez en sus corazones y lo hizo millones para inmortalizarlo como símbolo de esperanza de los pueblos del mundo.
La muerte llorosa, desacreditada, vencida, con el orgullo herido y a ras del suelo asimiló el golpe, mientras la supuesta víctima de turno se enrumbaba hacia la historia envuelto en un manto de perpetuidad con trascendencia de inmortalidad. Envuelto en un manto de luminosidad, de eternidad y de infinitud.
Pobrecita la muerte, jamás y nunca se imaginó que, gracias a la desobediencia y a la irreverencia de un pueblo enamorado, transmutando el dolor en fuerza, orgullo y combate, iba a ser declarada como la vaina más inservible de todos los tiempos desde que el mundo es mundo. Torcaz.
Solamente han pasado 365 días y la muerte vencida hace todos los intentos por matar de nuevo al Comandante y borrarlo de la faz de la tierra y del corazón de su pueblo que continúa amándolo y gritando a todo pulmón: ¡Chávez, vive y la lucha sigue!.
La muerte intenta de nuevo, camuflajeada mostrando su verdadero rostro fascista, no vestida con traje militar, sino con pasamontaña y morral. Quien la mira cree que es una gloriosa estudiante, pero por más que se tongonee, siempre se le ve el bojote.
Hoy, los que quieren que el Comandante permanezca bien muerto, como tuvieron a Bolívar durante casi 200 años, están llamando a la GRAN TRANCA, para impedir que el pueblo se movilice a rendir tributo a su líder. No quieren pueblo en la calle, sino cubrirla con sus carros e impedir que la gente humilde se pueda transportar. Lo que ellos no saben es que nuestro pueblo siempre caminó y está acostumbrado hacerlo y saldrá de sus viviendas a encontrarse con su Comandante que para ellos continúa vivo.
La ya vencida muerte volverá a morder el polvo de la derrota, como lo ha hecho durante 18 veces en los últimos 15 años.
Chávez Vive, la patria sigue.