Lo dijo claramente nuestro Comandante Chávez “No nos llamemos a engaño: la formación socioeconómica que todavía prevalece en Venezuela es de carácter capitalista y rentista”.
A pesar de que el gobierno controla el manejo del excedente producido por la industria petrolera y que el proyecto bolivariano cuenta con el poder político/militar/popular comprometido con la conducción del país hacia el socialismo, la burguesía nacional aliada del imperialismo ha venido utilizado su fortaleza, más especulativa que productiva, para atacar los bolsillos y la paciencia del pueblo, tratando de conquistar espacios y apoyo, con miras a tomar el poder y reorientar el uso del mencionado excedente a su favor.
Sin ánimo de cuestionar las decisiones adoptadas para contrarrestar los efectos de la guerra económica, considero urgente y necesario contemplar la incorporación del pueblo organizado a la instrumentación de las mismas a fin de evitar que respuestas coyunturales insertas en la lógica del capital desvíen el proceso de su objetivo principal: la construcción del socialismo.
En este sentido, la incorporación de los consejos comunales, comunas y movimiento sociales a las mesas de la conferencia de paz debería complementarse con la difusión oportuna de la información requerida para hacer un seguimiento del uso de las divisas en proceso y a ser otorgadas por trio de SITMEs así como para supervisar la aplicación de la Ley Orgánica de Costos y Precios Justos, especialmente en las áreas que más afectan a la mayoría de la población: alimentos, medicinas, vestido, calzado, útiles y materiales de uso común, etc.
La información existe lo único que falta es diseñar y poner en marcha una base de datos integrada pública sencilla y fácil de consultar, que sustente la práctica contralora por parte del Poder Popular, impida el incumplimiento descarado de la ley y dificulte la corrupción amparada en la dispersión de funciones y el manejo discrecional de la información.
Venezuela es referencia para muchos países y pueblos del mundo, demostremos ahora que somos capaces de superar nuestras dificultades y de aprender de nuestros errores sin perder el rumbo.