I. “Democracia”
La “democracia” se representa con miles de cientos de máscaras lo que permite que la multitud jamás la distinga del resto del coro político subsistido por la cultura occidental dominante. La unión de estas máscaras con la fuerza armada que permite la conservación de la Doctrina Monroe (América propiedad del gobierno de EEUU). Incita, en su afán esclavista, la resistencia de nuestros pueblos y la promoción constitutiva del legado y la acción engrandecida por Bolívar, Martí y Chávez. Vivir las opciones legadas por nuestros libertadores es vivir y también es actuar, como comunidad históricamente situada en la acción de la resistencia y la acción liberadora de la Patria Grande. Los partidos políticos y el sufragio han permitido la máscara propietaria y las desmesuras de las máscaras subordinadas al apetito financiero, determinado por los salteadores de materias primas. Así, al no revelarse, la multiplicidad de máscaras y develarlas en su verdadera vocación forajida; se continúan expresando conceptos de dominación y caracteres totalitarios sobre los pueblos libertarios. Esta condición guerrerista, fue adoptada por la ausencia de opciones verdaderas, el 23 de enero de 2014 en la patria de Simón Bolívar. Tal insolencia, encarna la materia prima del saprófago y su plena adaptación a la doctrina de dominación yankee. Como ya hemos dicho, la oposición en la República Bolivariana de Venezuela, inflama persecuciones, inventa batallas, acciona chantajes, inventa torturas y demás accesorios de ficción para el consumo de un vasto auditorio.
II. Acta Constitutiva de la Derecha Saprófaga
En el caso concreto de Venezuela es evidente que Estados Unidos incita directamente perjuicios tanto a la economía como a la política en general. Venezuela tiene entonces que defenderse decididamente contra todas las tesis formuladas para ocuparnos militarmente. Sin embargo lo esencial para un diagnóstico es la libertad y la autonomía del suelo patrio. Una de las maneras de lucha es entender la razón del compromiso, asumiendo a plenitud la situación del golpe de Estado actual.
La derecha saprófaga activada por el ejército mediático transnacional en contra del pueblo venezolano es una facción, conectada al espectáculo que entorpece el desarrollo nacional. Se puede afirmar, que el circunstante, es elegido cuando se trata de desestabilizar un objetivo concreto en la política y la economía. No es casual que hoy, la estrategia de ocupación militar y otras manifestaciones análogas sean planificadas por la desobediencia al prohijamiento imperial, impuesto por los Estados Unidos. Para ello no se necesita de un lenguaje ininteligible; se crea una facción de oposición criminal antagónica al gobierno creacionista tras bastidores. Y así se convierten las actividades de las facciones criminales en espectáculo. Más adelante se alienta la embestida fascista, asignada para magnetizar y aprisionar la atención mundial a través de episodios dramatizados. Aquí nos tropezamos con la violencia; de hecho, una vez agudizada la concreción terrorista y su minuciosidad asesina. Se nos advierte el interés militarista de la derecha saprófaga, reforzada por el dinero, el poder y la iniciativa de Estados Unidos. En pocas palabras, el principio de soberanía se va al carajo; convirtiéndose una nación independiente en un territorio ocupado.
No cabe duda que el golpe de Estado realizado en Ucrania fuera decretado por los Estados Unidos; tampoco cabe duda que la acción fuera obedecida por la derecha saprófaga ucraniana. Este formato se realiza mediante la imposición de la hegemonía mediática, en el sentido de quién organiza la conspiración y quiénes dirigen las mentiras; cuando la desestabilización se sirve y se alarga para la satisfacción del fascismo “democrático”. De una u otra forma la violencia viaja a lugares y parajes recónditos. Mientras, cada segundo de radiodifusión, cada minuto radioléctrico y cada hora televisiva, entumece la capacidad de elegir en primera persona. La configuración del pensamiento una vez entumecida la realidad actúa como arma “democrática”, donde la opresión y la exclusión expresan sus malaventuranzas más profundas y desconsoladoras.
Pensemos en el patrimonio energético del pueblo venezolano. Incluso en los referentes (materiales – financieros y políticos – militares) exigidos por el capitalismo y la cultura competitiva. ¿Qué descubrimos si revisamos la intensificación del proceso de desestabilización en contra de la República Bolivariana de Venezuela? Acaso nos parece que un razonamiento de este género, representa la propensión finita de la máscara "democrática" y su mayor preocupación: detener la deliberación extrema y fundamental sobre las responsabilidades del orden “democrático” y la búsqueda interminable de tesis adversas a la verdad, la unidad, el equilibrio y la justicia. Lo esencial es que se acepte la transición socialista, proporcionada y votada por la conciencia crítica del sufragio. Lo contrario es proporcionado por los criterios de la violencia, circunstanciada por la facción criminal de marchistas que gimen las derrotas proporcionadas por un número creciente de victorias electorales. Pese al valor de una comprobación, las victorias electorales permiten la transición socialista, establecida en el “Segundo Plan Socialista de Desarrollo Económico y Social de la Nación 2013 – 2019”1. Si bien, el contexto de violencia está circunscrito a las derrotas electorales de la oposición saprófaga. En este punto, la realidad electoral y todas las derrotas electorales producidas sobre las facciones criminales, descubren la desestabilización y el golpe de Estado en el plano de la definición y realización. Recordemos, la manipulación de la supuesta victoria de Mir Hossein Musavi en la República Islámica de Irán y la renuncia forjada del Presidente de la República de Honduras, Manuel Zelaya. Ambas historietas son estrategias, copiadas del libreto impuesto el 11 de abril de 2002 en la República Bolivariana de Venezuela. Al mismo tiempo que se producían las protestas violentas sin probidad moral ni decoro, se realiza una puesta en escena que se modifica así misma, golpeando intrínsecamente con la reprimenda del golpe de Estado. Es decir, protegiendo la propiedad privada, la derecha saprófaga, quebranta el derecho de los excluidos y los derechos fundamentales de los seres humanos. Ésta es la base de la disciplina moral del modelo político “democrático”, su sistema de manipulación sacramental y la política de alienación, advertida con técnicas elaboradas en las artes de la desestabilización y golpes de Estado.
III. Motivo Conductor del Modelo Político Democrático
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Participar como maestra de ceremonia y salvaguardia, encubierta de la derecha insurrecta.
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Operar su realidad doctrinal dominante en el sentido del anti - marxismo, sumergido en la negación del pasado, después de producir la pobreza y el quebrantamiento de las leyes.
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Ejercer la conspiración, participando y violando el derecho de los pueblos y los derechos humanos que dice respetar con la máscara modelada.
Es difícil analizar la perturbación intelectual de los que se asumen como “demócratas” desde los escondrijos estructurales más representativos del modelo político “democrático”: organización de estados americanos (OEA), organización de naciones unidas (ONU), medios radioeléctricos y radioléctricos de desinformación masiva, iglesia católica, iglesias evangélicas, sociedad civil, organizaciones no gubernamentales (ONG), oligarquías nacionales, ejércitos profesionalizados en exterminios y genocidios masivos; y por supuesto, debemos colocar en un rol visible la ideología política, militar y económica de Estados Unidos, la Unión Europea y el estado sionista de Israel. Si bien, en el plano de la practicidad estos escondrijos producen conflictos en la medida del conflicto mismo.
IV. Destrucción Material
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Destrucción, aniquilamiento y asesinatos selectivos de quienes gobernaban y apoyaban el Estado de Libia.
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Apoyo militar y financiero a los mercenarios y apologistas, entrenados para invadir y destruir la República Árabe Siria.
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Planificación de conflictos urbanos, acecho de organizaciones "civiles", golpe de Estado e intervención de las máscaras multilaterales en el Estado Unitario de Ucrania.
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Paramilitarismo, conformación de carteles criminales (robo de autos, narcotráfico, paramilitarismo, contrabando de alimentos y gasolina hacia Colombia) y secesión en los estados de la media luna venezolana (Zulia, Táchira, Mérida); violencia, muerte y desestabilización en la República Bolivariana de Venezuela.
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Carnicería, linchamiento y disyunción de las naciones constituyentes de la República Federal Socialista de Yugoslavia (1963 - 1992): Eslovenia, Bosnia y Herzegovina, Croacia, Serbia, Macedonia y Montenegro. La invasión de la Península de los Balcanes fue planificada y ordenada durante el gobierno de Bill Clinton con la logística de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) y la Unión Europea.
V. Sedición
Debemos aclarar que la realidad de la guerra declarada contra los pueblos independientes, y los planes de desestabilización para ocuparlos militarmente, deben ser sancionados con reciedumbre y justicia, habida cuenta que en los diversos golpes de Estado no se ha afrontado este estallido de manera colectiva. El método de la ocupación territorial, desarrollada por el imperio estadounidense se consolida y se extiende, y el desarrollo de la violencia y la muerte asumen ritmos más intensos y momentos de definición. Ciertamente, ya sea en el sentido de caer en la trampa de la paz, perfeccionada por el fascismo "democrático" o dialogar con creyentes de la productividad y la producción del sistema económico imperialista; el diálogo, develará la insuficiencia y la trama de esquemas fijos, circunscritos por la derecha saprófaga. Por ello, ante la belicosidad irracional de esta facción, los pueblos libertarios tienen obligatoriamente que mantener firme la defensa de su territorio. Está claro que nos debemos a nuestros pueblos no a las diferentes formas de dominación instruidas por nuestros enemigos históricos. Por lo tanto, para consolidar la transición socialista es preciso enfrentar la insubordinación planteada por la derecha saprófaga desde la militancia activa y la adhesión de la fidelidad participativa. Estas circunstancias conducen la resistencia a conclusiones legislativas y, al mismo tiempo defensivas. La manera cómo afrontemos esta contradicción, resultará comprensible si defendemos nuestra nación del enemigo interno y externo que nos acecha. Las contradicciones se caracterizan por la desigualdad de clase; la asonada violenta se ejecuta sobre la base de los intereses de la clase saprófaga en detrimento de otra. El empuje mediático prestado a los delincuentes, testimonia el proceso de sedición iniciado en Venezuela. Este cartel de criminales incendia las calles, prohíben el libre tránsito, destruyen unidades de transporte público, liquidan patriotas, asesinan a sus propios partidarios; y para colmo de males, exigen la intervención militar de los Estados Unidos en Venezuela. Me pregunto, lleno de coraje y optimismo: ¿por qué la razón de la inestabilidad política funciona en la intimidad discursiva de la violencia criminal? ¿Por qué el empleo de un concepto pleno de ilegalidad, si luego, el sector ejecutivo que orienta la violencia se sienta descaradamente a dialogar la paz? Porque los representantes de la derecha saprófaga, eluden en público, las acciones más reveladoras de su deformación ciudadana y la violencia que transpiran sus latidos y sus resentimientos. Y porque, por último, reintegrándonos a lo social y al conversatorio que llaman diálogo de paz; porque no nos da coraje el cinismo implícito que inflama la violencia cuándo la paz es condicionada por cultores del terrorismo urbano. El diálogo condicionado esconde en el seno de la mentira la hipocresía que lacera el alma de quién practica la violencia esporádicamente, sin claridad ni vigor… desde lo más profundo de la falsedad que apesadumbra el diálogo: “Si vosotros perseveráis en mi enseñanza, sois verdaderamente discípulos míos y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres”2. En efecto la figura del diálogo está representada en sus concepciones y sus limitaciones prácticas. Y en el impulso mediático de la violencia amasada por la alcahuetería, alcanzada en la faena; cuándo actúa encubriendo, la aspiración y el afán de querer a Venezuela de rodillas. También surgen con malévola presencia, artículos y libros dedicados a este sector de pirómanos y asesinos en el mundo de lo animado y lo inanimado. Entonces, si así me lo permite el diálogo confieso que el diálogo de paz se convirtió en un revés para la administración de justicia y una derrota para la derecha saprófaga que asfixia la paz en Venezuela. Entre nosotros, estamos hablando de la actividad de un gobierno “Chavista”, creyente de la homogeneidad, la rectificación y la honradez. También hablamos de una jauría de asesinos y asesinas, activadas por fuerzas de signo negativo que instiga intereses materiales con la intensidad de quién jura la realidad criminal jurando actividades mercenarias en una cábala sin sentido sobre las relaciones sociales. En el diálogo y más allá del mismo, las fuerzas saprófagas deben prescribir signos positivos incondicionalmente. Sin embargo, la heterogeneidad del proceso de paz con respecto al diálogo puede invocar alguna expresión, contenida en la "Ilíada" y la felonía de “Sinón”: espía griego que engañó a los troyanos con un caballo, empíricamente, observable de cerca y de lejos.
En el primer capítulo del diálogo y la paz y los sucesivos, la violencia saprófaga supuró vanidad, burlándose de la esperanza ajena. La paz como maniobra tácita de la derecha saprófaga, nos echa un vistazo mientras se obliga la distracción contenida en la duplicidad de responsabilidades. Si damos una ojeada a la militancia terrorista, seducida por la histeria que origina el negocio de la traición. Nos tropezaríamos con los tiempos de la conspiración, instruida por la derecha saprófaga y la instancia receptiva de la traición a la patria. Celebrada con sentimientos vacios de finalidades; jamás satisfechas por el sufragio y su vigencia política. Partiendo de ésta reflexión nos preguntamos: ¿qué es esa raza saprófaga, sujeto u objeto? Si examinamos nuestro pasado reciente vemos el voto como elemento práctico de sentencia “democrática”, elemento indivisible de coparticipación y lealtad a los principios que el poder electoral determina. La fidelidad del diálogo de paz se convierte en fraude cuando las derrotas electorales no se aceptan sin alaridos de inconformidad. De allí que los sediciosos se hagan cultores de la violencia al penetrar el crimen organizado, asumiéndolo en grado superlativo para la ascensión al poder político. La existencia función y el dramatismo asumido como síntoma antagónico durante la acción traidora de Henry Falcón, Vladimir Villegas, Leopoldo Puchi y otros tantos. Merodean el mundo de la insolvencia sin aquilatar la usura y la desgracia que representan en el tiempo del sufragio y la embestida de la traición. No faltan, sin embargo las aventuras insurrectas que arrojan la militancia saprófaga a la cobardía de seres esclavizados y arrastrados como los antes mencionados. Así los veo de cerca, como cobardes que se impulsan bajo las apariencias consientes de su elección. Las lógicas reservas que fundan al mutar ante la derecha saprófaga reside, fundamentalmente en la traición: ¿estos felones asumen sus felonías a través de sus decisiones o se imantan a la derecha saprófaga para saborear la parasita individualmente descubierta? Un hecho real que se suma no ofrece remordimientos porque estos felones jamás sienten rubor ni vergüenza una vez pinceladas sus felonías. En el proceso de diálogo actuarán como los pendencieros malcriados y traidores que son y siempre serán. En este sentido, la consideración más distintiva de estos felones, produce ganas de entramarse muy lejos de ellos; arrancando un quejido entrañable de protesta por acudir al diálogo y por el efecto que produce la defensa de un criminal que la felonía disfraza de mártir. El planteamiento de golpe de Estado y la fragua desestabilizadora nos exige considerar la manera como se supone un crimen: ¿es qué acaso no percibimos, cómo se arremete contra nuestro pueblo en nombre de la “democracia” y sus estructuras de dominación y representación tutelada? ¿Qué son los derechos humanos si la felonía disfraza de mártir a Iván Simonovis Aranguren… sin asumir su condición de asesino serial? ¿Qué es diálogo, si se pretende convertir la protesta criminal y sus criminales en ejemplos de lucha y libertad?
VI. El Asesino Individual
La República Bolivariana de Venezuela decidió penar, la diligencia criminal de Iván Simonovis Aranguren y algunos de sus actos delictivos. Para los que puedan leerlo, este saprófago; es un criminal que pretende ser liberado por la oposición que defiende su tendencia criminal, fascista “democrática”. La instancia receptiva de los crímenes cometidos por este delincuente, contiene revelaciones; afirmadas a través de los hechos sobrevenidos en el centro de Caracas, durante el Golpe de Estado del 11 de abril de 2002. Una vez, corroborada la inclinación homicida de este sujeto; titular de lucro conjunto, participación, acción criminal y propósito ocasionado a sujetos pasivos. Fue condenado a prisión por los crímenes cometidos. Este criminal cumple la condena acordada por la ley junto a otros criminales de su misma calaña. Ahora resulta que este grupo de asesinos se victimizan sin dolerse de sus acciones criminales. Empuñan mediáticamente la condición de presos políticos, mientras la fábrica de golpes de Estado adquiere un nuevo significado y una nueva finalidad. Es aquí, en este nivel de la desestabilización dictaminada en Venezuela, donde la cultura de dominación occidental obliga pensamientos abstractos y absolutos. Circunscritos a la “democracia” como doctrina de dominación y modelo político custodio del sistema de explotación de los pueblos. Gozando esta premisa, asesinando y vertiendo sangre, nacen las condiciones concretas que rodean los golpes de Estado y la desestabilización fraguada en contra de los pueblos independientes. También introducen una variable taxativa del fraude colectivo, planteado en función de la libertad de Iván Simonovis Aranguren; su propósito criminal y la tipología delictual al servicio de términos, consumados para la proliferación de asesinos sin función incriminatoria: espejo de ello son los asesinatos ejecutados por la ira saprófaga desde el 23 de enero de 2014. Como lo han afirmado sus acciones: Iván Simonovis Aranguren es un criminal activo con unidad de propósito y planificación concebida en el tiempo aunque su singularidad asesina no gozó del tiempo para la práctica de la “Ordalía”3. El Secretario de Seguridad Ciudadana de la Alcaldía Mayor de la Gran Caracas entre 2000 y 2002 es el mismo que no asume la prisión que cobardemente manipula y que, además omite la singularidad personal de sus acciones:
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Elemento subjetivo o unidad de plan criminal practicado para inculpar a terceros.
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Pluralidad de actos intencionales convertidos en acción criminal.
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Violación de un precepto penal.
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Ataque letal y continuo a sujeto pasivo - masa.
A las gentes de la Patria Grande se le enciman, las contradicciones reveladas contra los pueblos por los partidos políticos de oposición, garantes de la dominación “democrática”; determinada por las oligarquías y las estructuras de control asignado a los pueblos, mediante mecanismos de supeditación constitutiva y el miedo bien administrado. La principal característica del miedo se reproduce a través de la domesticación de la resistencia revolucionaria al eliminar las diferencias y las alegaciones entre los pueblos y el modelo político “democrático”. De este modo se posicionan de las facultades de la imaginación colectiva y la memoria; atrofiándolas por completo, hasta sustituirlas por un sistema de ilusión – representación de partidos políticos y organizaciones “dependientes” del capitalismo. Las contradicciones estridentes que rechazan el socialismo se descubren con aspiraciones calamitosas bajo la doctrina de la máscara descrita en el comportamiento de los que se asumen como “demócratas” militantes de la realidad alterada: “En otro tiempo los crímenes contra Dios eran los más grandes crímenes; pero Dios ha muerto y con él han desaparecido estos delitos. Ahora el crimen más terrible es el crimen contra la tierra y por poner por encima del sentido de la tierra las entrañas de lo incognoscible”4.
1 Plan Patria 2013 – 2019.
2 Se lee en Jo., 8,31 Jesús decía a sus discípulos.
3 Ordalía: costumbre germánica de atar a las personas a troncos o hacerlas caminar a través del fuego.
4 F. Niietzche, Así habló Zaratustra, Obras Completas, Aguilar, Buenos Aires, 1961, 5a ed., t. III, p, 244.
Patria Socialista o Muerte
Venceremos