Cayó por fin otro fascista, un poco tarde, porque de haberlo hecho antes, no tendríamos que lamentar tanta violencia y muerte..
Por su desquiciamiento y por creerse el ungido de los dioses del Norte, con ínfulas de poder incontenibles, hoy San Cristóbal es una cárcel colectiva, un campo de concentración bombardeado por los cuatro costados.
Su detención, hay que admitir, va a provocar reacciones que Dios no permita, traigan como consecuencia más sangre, muerte y destrucción.
No es difícil preverlo porque lo que aquí sucede pareciera que ya se le fue de las manos a quienes todo el mundo sabe, son quienes han montado las estrategias de guerra y entonces los asesinos a sueldo, sicarios y paramilitares análogos a los mercenarios utilizados en Siria, Libia, Ucrania, etc., con toda seguridad, van a hacer de las suyas, es posible que si entre los planes del gobierno está el de lograr que el delincuente Alcalde, acepte mandar a parar, ello no surta efecto pues hay la presunción de que el monstruo creado ya no acepta órdenes de su amo y que además hay mucho dinero en manos de otros cabecillas, que les va a servir para mantener el asedio al pueblo y más ahora cuando tienen un nuevo argumento que es la detención de la cabeza visible de la rebelión.
Tan es así que corre la voz de que las familias deben resguardarse, no acercarse a las ventanas de sus casas o apartamentos, pues los mercenarios tienen la intensión de dispararle a todo lo que se mueva.
Cuando esto escribo, se oyen ráfagas de armas de fuego en alarmante cantidad en mi sector que es la parte alta de la ciudad, como decir el Este, y lo mismo me reportan de otras partes.
Pareciera que no queda sino orar y cuidar a la familia, porque no existe ninguna razón para pensar que los alzados van a parar, los hechos terribles que nos han hecho vivir por más de un mes, son más que suficientes para asegurar que son capaces de lo peor.
Así que además de encomendarnos a quien todo lo puede, hay que tener fe de que quienes detuvieron al bandido que nos mal gobierna en la llamada ciudad de la cordialidad, han previsto la casi segura reacción de los fascista que aquí nos tienen con la vida en vilo y habrán tomado sus previsiones, ¡ojala¡-