Espacio crítico para la construcción socialista #225
Estos días han sido intensos en cuanto a la cantidad de encuentros y conversaciones que se tienen dentro de las bases populares del chavismo, no sólo por la crisis política que se vive y la dirección política que se aplica dentro del proceso revolucionario, sino, por la discusión más estructural sobre la situación económica. Dentro del proceso revolucionario la dinámica de debate y la necesidad cada día más creciente de formular propuestas que sean oídas por la dirección revolucionaria es un secreto a voces, que se vive intensamente en las bases.
En ese sentido, me permito adelantar una sistematización personal para el debate, obviando las posibles contradicciones, y concentrándome en la caracterización y las propuestas que creo, gozan de un consenso básico.
Felicito todos los esfuerzos que hoy se desarrollan desde las diversas organizaciones populares y políticas, no sólo por debatir, sino, por organizar espacios que exigen ser escuchados ante el sagrado derecho de participar protagónicamente en los procesos decisionales y de conducción política para la construcción del socialismo legado por Chávez.
Paso así a sistematizar la caracterización y algunas propuestas que pueden servir para abrir un debate más amplio y que permita profundizar la construcción colectiva que actualmente se desarrolla.
Caracterización:
- Venezuela ha sido y es un país monoproductor, y en el último siglo esta monoproducción se ha caracterizado por basarse en un modelo capitalista en una de sus variantes: el rentismo petrolero. En este sentido, la raíz de los amplios y complejos problemas que nos aquejan ante la necesidad del desarrollo y superación de la dependencia, pasa transversalmente por una cultura construida y heredada sobre este modelo impuesto por el imperialismo.
- El proceso revolucionario, encabezado por el Presidente Chávez ha realizado amplios esfuerzos para poder superar la condición de rentismo petrolero suficientemente diagnosticado y caracterizado por la izquierda venezolana, sin embargo los avances han sido pocos en el ámbito económico en comparación con el ámbito político y social, donde las políticas implementadas han permitido tener una base de condiciones de igual que han podido servir para el impulso de un desarrollo económico que hoy se traduce en una economía de puertos, que ilustra una parálisis del aparato productivo del país.
- Desde la muerte del Comandante Presidente Hugo Chávez, y la elección popular del Presidente Nicolás Maduro, se ha puesto nuevamente en el tapete el rumbo y destino de la revolución bolivariana, abriendo un amplio debate sobre las medidas administrativas y económicas tomadas hasta el día de hoy, y las que deben tomarse para garantizar la construcción de un modelo socialista propio, que se oriente a la transformación de los medios de producción y la revalorización de la fuerza de trabajo, en un proyecto humanista y profundamente ecologista.
- El retrazo en la transformación del Estado y la Administración Pública para adaptarla al Plan Patria que tiene como epicentro fundamental la construcción de un Estado Comunal, ha dificultado el avance del proyecto socialista, ya que encuentra una extrema resistencia desde el mismo aparato burocrático del Estado, que aún sigue siendo burgués y paquidérmico.
- La necesidad de asumir la crítica como la herramienta idónea para el avance dialéctico del proceso revolucionario, y los obstáculos que se han presentado para generar espacios más democráticos para la formulación de propuestas, se convierten en un escollo para avanzar.
- Las denuncias formuladas por voceros del mismo gobierno en los últimos meses, partiendo de la denuncia del Ministro Jorge Giordani y la expresidenta del BCV sobre la estafa de aproximadamente 21 mil millones de dólares desde en SITME, la declaración formulada por el Ministro Rodríguez Torres sobre el hecho de que el 40% de las empresas que accedieron a divisas preferenciales por Cadivi son empresas de maletín, las recientes declaraciones del Vicepresidente del PSUV y Presidente de la Asamblea Nacional sobre el hecho de que el 40% de las importaciones se fugan a través de la frontera, y el hecho de que 160 mil millones de dólares de origen privado se encuentras fuera del país, sumado a los 130 mil millones de activos líquidos que el sector público tiene colocado fuera de nuestras fronteras, son algunos de los indicios de una inexplicable situación de desabastecimiento y escasez que cada día se agudiza más sin observar a corto plazo una solución a esta situación que afecta la cotidianidad de nuestros trabajadores.
- Se nos afirma que no hay suficientes dólares para las importaciones por culpa de aquellos que hacen un uso inescrupuloso y delictivo del dólar ciudadano asignado en cupos para viajes, cupo electrónico, remesas, etc, aunque esto sólo representa 1.5 mil millones de dólares, que no dejan de ser importantes pero no parecen determinantes ante lo descrito en el punto anterior. Adicional a esto se le atribuye la escasez al acaparamiento doméstico, aunque se habla de una guerra económica entre el sector capitalista y el gobierno nacional.
- Mientras tanto, hoy estamos viviendo la tercera devaluación en el presente año, en el marco de la preocupación de que el Sicad 2, aunque podría ser una medida acertada, terminará beneficiando a los mismos de siempre: la burguesía financia y comercial, sin que esto se traduzca en más y mejor producción nacional.
Ante esta caracterización, ubicar la discusión desde un conflicto de clases, nos permite concluir, que al final el más afectado es aquel que vive de su salario, y ve mermado su capacidad adquisitiva con depreciaciones paulatinas de su poder adquisitivo, lo que nos llama a reflexionar sobre la necesidad de formular una profunda revisión del impacto real de las medidas económicas y nos convoca a articular esfuerzos desde las diversas organizaciones revolucionarias para defender nuestro salario y sincerar las verdaderas necesidades que debe atender nuestro gobierno revolucionario.
Algunas propuestas
Es por ello que hasta ahora, en el encuentro y debate con diversos sectores revolucionarios, he percibido algún consenso en una serie de medidas que permitan renovar los esfuerzos por la superación de la actual situación económica:
- Entendiendo que lo económico no puede estar aislado de lo político, profundizar la democracia participativa en los procesos decisionales que conducen el rumbo económico y político del país, desde el socialismo bolivariano y el legado del Comandante Presidente Chávez, es una necesidad que se clama desde las bases del chavismo, y encontrar espacios que concreten metodológicamente esta premisa es una acción pendiente que no sólo debe emerger de la dirigencia político-burocrático-partidista, si no desde las mismas organizaciones sociales y políticas.
- Potenciar la economía comunal, no como solución inmediata, pero si como un piso productivo fundamental para la soberanía económica es una acción pendiente, que debe operacionalizarse desde el Plan de la Patria con prioridad.
- Centrar la atención en acciones que fortalezcan y hagan más realista el valor del trabajo, ajustando no sólo los márgenes de ganancia de los sectores especuladores del país, sino, logrando incrementar el salario de los venezolanos a niveles que garanticen una vida digna y acorde a la situación económica actual del país, apoyando el proceso revolucionario en la masa trabajadora, es una medida justa en el marco de un proyecto socialista que pretende insurgir ante un capitalismo rentista.
- La acción definitiva en contra de la impunidad, la especulación, el contrabando, las empresas de maletín y la corrupción de altos funcionarios del Estado, es parte fundamental del inicio de una transformación del Estado Liberal que predomina en el esquema de funcionamiento de la Administración Pública de nuestro país.
- Llamar a un gran esfuerzo nacional por convertir nuestro aparato económico rentista en un aparato productivo, acorde con el contexto internacional, pero sin dejar de lado el proyecto socialista que legó el Comandante Chávez, traducido en un mayor empoderamiento y socialización de los medios de producción, es la salida a mediano y largo plazo que hace posible garantizar la continuidad de la revolución bolivariana.