La situación de violencia que aún se vive en algunos municipios del país, pareciera que en lugar de disminuir se intensifica, es algo que nadie podría refutar, simplemente porque son enormes las cifras de dinero que se manejan, tanto que el flujo pareciera inagotable, y mientras ello suceda no habrá manera, y menos en la forma como se está enfrentando, que termine con el infierno que, como aquí en la capital del Táchira vivimos.
Cuando por alguna circunstancia se coincide con amigos en algún sitio, hay consenso de que para nada se siente que las acciones emprendidas por las autoridades surtan ningún efecto, más bien se acepta que es todo lo contrario pues de otra manera no estaríamos lamentando hechos terribles como el de la destrucción de la UNEFA, la sede de Min ambiente, la aparición de nuevas barricadas, la quema de tanquetas de la GNB, ataque a ambulancias, para no mencionar lo de los muertos y heridos que cada día van en aumento.
Discúlpenme mis lectores si les parezco demasiado autocritico, pero pienso que las estrategias y tácticas utilizadas para parar las violaciones a nuestros derechos, que se desprenden del uso de barricadas, y para evitar nuevas arremetidas destructivas contra bienes públicos y privados, no han sido las apropiadas.
No se entiende por ejemplo cómo es que si a la UNEFA se le hizo un primer intento para incendiarla, no se procedió de inmediato a proteger, con buen número de efectivos, todos sus frentes e incluso un grupo especial dotado de extintores de incendio para evitar las consecuencias de las bombas molotov, hoy no estaríamos lamentando, al menos la pérdida total y las consecuencias irreversibles para más de 5 mil estudiantes.
Se sabe que el levantamiento de las barricadas que venía haciendo la GNB, en las madrugadas, prácticamente se abandonó, por razones conocidas como son los ataques de francotiradores; si ello se acepta, hay que aceptar también que han fallado las labores de inteligencia que bien pudieran servir para detectar a quienes tienen esa misión en la guerra que la ultra derecha le ha declarado al Táchira.
No soy militar y mucho menos estratega de guerra, pero a mí se me ocurre que con los recursos que el estado y la FANB posee, se pueden formar cuadrillas desmontadoras de barricadas, con las siguientes estrategias.
1.- Un registro, censo o como se le quiera llamar, de todas las barricadas con su ubicación precisa en un mapa.
2.- Un plan para de manera simultánea proceder con equipos especiales a desmontarlas.
3.- Conformación de equipos “elite” o como se les quiera denominar, constituidos por una máquina payloader, un camión, el de mayor capacidad posible, guardias nacionales, 4 en cada máquina, dotados de extintores de incendio y con facilidad de maniobra, varios en tierra para proteger el camión, también con extintores y un anillo de protección con lacrimógenas y perdigones que eviten que se impida la acción recolectora de basura y escombros.
¿Por qué lo de los extintores y no la ballena?, simplemente porque es imposible pensar que se cuente con el número de ellas suficientes para las acciones simultáneas, mientras que sí es posible, hacerse a la cantidad suficiente de extintores, para cubrir las barricadas previamente censadas.
Eso sí, sin dejar nada al azar para garantizar la integridad física de los funcionarios y de los equipos.
4.- Una vez limpiada la ciudad, se debe mantener personal que evite la restitución por parte de los malandros a sueldo de las llamadas barricadas.-
5.- Como existe la mala experiencia de las acciones de francotiradores, desde edificios contiguos a las barricadas, se debe previa autorización judicial, tomar acciones en dichas edificaciones para impedir que esa situación se replique.-
Hasta ahora, ninguna de las estrategias puestas en práctica han dado resultado, más se demora una cuadrilla de la GNB en desmontar una barricada que los asalariados de la ultra derecha en montarla de nuevo, con una más en represalia, entonces hay que utilizar el factor sorpresa pero con tácticas adecuadas que garanticen efectividad en la acción e integridad física del personal y equipos.-
Esta idea que no es mía, sino que es el producto de conclusiones a que hemos llegado algunos profesionales, que por fuerza tenemos que dedicarnos por lo menos a pensar, ya que estamos limitados para poder cumplir nuestras labores cotidianas de trabajo, he decidido escribirla así sea para hacer catarsis, pues sería mucho aspirar que alguien con poder le pare y se pueda materializar. Ahí queda de todas maneras.-
Esta nota ha sido leída aproximadamente 1734 veces.