El carácter participativo y protagónico de la democracia venezolana, sin duda alguna, ha elevado los niveles de conciencia de la población. Hoy, el venezolano promedio conoce los deberes y derechos recogidos en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela (1.999) y fija posición frente a las diversas situaciones del acontecer nacional.
Pero hay temas pendientes que deben ser debatidos, se trata, en suma, de incluir nuevos temas en la agenda política, aquí menciono sólo algunos:
Paridad de las listas electorales: La balanza de la política sigue escandalosamente inclinada hacia el lado masculino, se deben adoptar de medidas encaminadas a paliar el evidente déficit de representación femenina.
Despenalización del aborto: Que el aborto esté penalizado no impide que suceda, lo que sí logra es empujar a las mujeres que lo buscan a la clandestinidad, exponiéndolas a múltiples peligros para su salud, su integridad física y hasta su vida.
Matrimonio Igualitario: Que permita a las parejas del mismo sexo establecer legalmente su relación.
Voto paritario en la universidad: Para garantizar la igualdad de todos los miembros de la comunidad universitaria en el proceso de elección de sus autoridades.
Debemos aprovechar la potencia revolucionaria de tener la mayoría en la Asamblea Nacional, escenario político por excelencia, que reforzado con la participación del pueblo legislador, tiene las herramientas para legislar para la igualdad.
Bien lo dijo Juan Jacobo Rosseau “Entre el débil y el fuerte la libertad oprime, sólo la justicia libebera”
heryckr@gmail.com
@heryckrangel
