Inolvidable, una señora, el mismo día del golpe de estado del 11 de abril de 2002, declaraba: yo quiero a Chávez, yo voté por Chávez. Desconocía el golpe y exigía la vuelta del líder. Conmovedora nadie.
Provoca preguntas. ¿Cómo se atrevió a hacerlo? ¿ Pensará hoy igual ¿. La fuerza de su palabra nos llama a plantear muchos temas: cual es la trayectoria y destino de ese tipo de personas que se atreven a expresar su pensamiento, a pesar de que los comprometa con sus vecinos, hijos y familia.
Ella es sin duda figura nostálgica con perfil popular, llano. Gente simple con idiosincrasia de barrio que por su honestidad, ha pasado a ser parte de nuestra historia en las luchas de calle. La identificamos por lo trivial cotidiano de cabeza de familia, por su aspecto de señora y madre de voz segura; va vestida de manera digna de sencillo liencillo, y, que habla desde la puerta de una casa que se puede encontrar en la zona del viejo Valle de Caracas o en La Pastora. Su rostro nos dice mucho de esta dignidad de viejos pueblerinos, y, qué, el azar de la cámara reivindica y coloca como muestra de un pueblo que lenta e inexorablemente hace su historia.
¿Ella está entre quienes no tienen nombres sino números ¿ ... que, nadie los hace figurar en los anales o crónicas de la ciudad.... hablan y pocos entienden sus palabras, su voz se expresa en códigos que los medios no descifran, sino cuando transforman en crónicas policiales.
Descendiendo aún más en nuestro momento y pensando en la ingrata confrontación entre la oposición violenta y el gobierno Chavista. Repito, lo que para algunos incrédulos asoman cómo una duda o dilema: ? de que lado de la guarimba-terror están estos seres, invisibilidades o nadie, en esta barbarie con la que pretenden los mandos paracos y su carne de cañón los estudiantes, aterrorizarnos ¿.
De allí la pregunta que la imagen nos sugiere hoy : ¿Donde estará esta señora de la imagen, en este momento¿. Su voz seguirá vigente tronando desde los barrios contra esos enemigo de siempre: quienes entre otros males sufren de hipocresía frente a la realidad de lo que socialmente esta sucediendo en el país y que los medios de la derecha ocultan. No es mucho lo que podemos esperar de quienes desde la profundidad de su narcisismo de clase se construyen un muro de enclaustrados y de pobres espíritu, que portan una cruel mascara desde la cual no hablan sino que regurgitan ira con sus tuits. ¿Será que todo este tramado que niega y exila con candela de nuestra ciudad hace un efecto contrario, que impulsa a mantener la fuerza silenciosa e impasible y da valor a estos nadie ¿.
Algunos (de un lado o de otro) creen que realmente están desapareciendo los programas de alimentación, educación y salud popular por eso los nadie se van air esfumando por completo. Esperando que suceda el cataclismo del gobierno desde su mundo artificial propio de las zonas de confort que desde siempre han sumado bonificaciones sociales que se resta a los barrios. Allí al margen de los nadie, los jóvenes manos blancas han acumulado formas artificiales de banalidad en las que todo lo decisivo e importante y aprobado los trasmiten instantáneamente en 140 caracteres del Twitter, como manera de demostrar su prepotencia social.
En las semanas recientes la derecha venezolana ha hecho maravillas para hacer lo imposible por demostrarse a sí misma como se ha convertido en clase violenta, terrorífica que llega hasta el ecocidio, en suma superior de desgracias que cada día los hace mas lejanos a ese espíritu mayoritario de los nadie que cual sombra consistente los rodea.
La verdad verdadera es que los nadies siguen existiendo mayoritariamente en Venezuela, ellos están allí para marcar la raya y recordarnos que lo importante es saber, quien está del lado del espíritu de lo que significa el imperio y todas sus modas y modos y quién lo hace para estar de parte de quienes creemos en nuestra historia y patria propia, y quienes estiman que el neoliberalismo es la salida o quienes apostamos por un modelo mas nacional y humano y acorde con nuestra idiosincrasia.
A pesar de cualquier maniobra o acción terrorista los nadie siguen allí, en silencio miran, calculan y nos miran y se miran, tal y como los vemos en el Metro todos los días, allí, suman sus emociones y mas certitud de que el futuro esta cerca de ellos.
En este mismo instante / hay un hombre que sufre, /un hombre torturado /tan sólo por amar /la libertad. Ignoro /dónde vive, qué lengua/ /habla, de qué color/ tiene la piel, cómo / se llama, pero/ en este mismo instante, /cuando tus ojos leen / mi pequeño poema,/ ese hombre existe, grita,/ se puede oír su llanto / de animal acosado, / en algún sitio./ Nadie está solo. Ahora,/ en este mismo instante,/ también a ti y a mí / nos tienen maniatados /. José Goytisolo.