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Quien persevera, triunfa. El Presidente de la República Bolivariana de Venezuela, desde el 15 de abril está llamando al diálogo a la oposición. En todo momento la MUD se negó. El Presidente, cansado de que su llamado cayera al vacío, cansado de los embates de los mercenarios, de la destrucción y el crimen, llamó a UNASUR. Vino una primera vez. Los Cancilleres se reunieron con todos los sectores. Dejó recomendaciones y se fueron. Siguió la violencia, las guarimbas y la destrucción. El Presidente Maduro, volvió a los llamados a la Conferencia de Paz. Dijo que abría las puertas de Miraflores para que los representantes de la MUD entraran cuando quisieran, sin condición alguna. Pero la negativa seguía firme. Entonces nuestro Presidente volvió a llamar a los Cancilleres. Llegaron y procedieron a trabajar.
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El trabajo de UNASUR dio sus frutos. A pesar de las condiciones que trató de poner la MUD, para sentarse en la mesa de diálogo con el gobierno, un primer encuentro exploratorio se dio. Ramón Guillermo Aveledo, presidente de la MUD, Omar Barboza y el gobernador del estado Lara, Henry Falcón, se reunieron, en la Cancillería, por más de tres horas, con los representantes del gobierno revolucionario. Fue una reunión exploratoria que también dio sus frutos. Si nos atenemos a las declaraciones del Vicepresidente Ejecutivo, Jorge Arreaza y Ramón Guillermo Aveledo. Ojalá este contacto tenga un final feliz. El pueblo venezolano lo exige. Ya está cansado de tanta diatriba, de guarimbas, de barricadas, de talas de árboles, de destrucción y asesinatos. Los habitantes de este país desean la paz. Apuesta por la paz y la convivencia. Apuesta por la tolerancia, y por el trabajo creador y productivo.
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Así se llegó al día jueves, día escogido para que se diera inició a la primera reunión formal del diálogo, cuyo eje promotor, en todo momento, fue nuestro Presidente Nicolás Maduro. Es, pues, una victoria del Presidente, apoyado por su pueblo. Pero, cabe una pregunta: ¿Está la oposición preñada de buenas intenciones? No quiero ser un agua fiesta, o una voz agorera, pero tengo sobradas razones para tener mis dudas. Recuérdese que la oposición, llamada democrática, está entrampada. En un callejón sin salida. Lucha por su supervivencia entre una endeble unidad y los mercenarios de Leopoldo López y María Mentira Machado.
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Por eso asistieron a la reunión de Miraflores anoche. Pero lo que los venezolanos pudimos observar es una dirigencia venida a menos. Qué decir de las intervenciones de Andrés Velázquez, Henry Ramos Allup, Henry Falcón, Henrique Capriles, quien había anunciado que causaría un tsunami con su intervención, pero, en verdad, dio lástima. Así como los demás que hablaron, por ese sector. Mientras tanto, los voceros del gobierno y del proceso revolucionario, fueron contundentes. No cabe la menor duda de que aplastaron a los oposicionistas, que aún a estas alturas hablan de manifestaciones pacíficas, al referirse a los vándalos, mercenarios y criminales que siguen en su afán de destrucción. El Presidente Nicolás Maduro estuvo a la altura de las circunstancias. Pero, reitero, no confío nadita en quienes siempre han estado del lado del golpismo en Venezuela, luego de la llegada de Chávez al poder. ¡Se cansa uno! ¡Volveré!
