1
Amigo Santaella, si me matan avísele al Presidente Nicolás Maduro, pues, dejaría desamparadas una esposa y a una niña de 6 años. Recibí un correo reflexionando sobre uno de mis artículos, de mano del camarada José Gregorio Camarán. Él aprovechó la ocasión para relatarme la situación en que se encuentra, después de haber enfrentado a varias guarimbas, en respuesta a la agresividad de los locos de Leopoldo López y María Mentira Machado. Observo en las palabras del camarada que presiente que le podrían hacer daño. Respecto a su señora esposa y su hija Natalia, la está escondiendo, de manera de preservarles la vida. Es una angustia vivir asediado y amenazado por estos criminales, que no tiene piedad de nadie, dijo.
2
José continúa su narración: He vivido aquí en la Isabelita, junto a mi esposa de 47 y mi hija Natalia de 6, momentos de angustias y terror, pero los he enfrentado por que todos los vecinos tenemos derecho al libre tránsito, además está consagrado en nuestra Constitución. Le digo que soy experto en artes marciales, sin embargo esa gente está bien armada. Poseen armas de largo alcance, y fácilmente podrían dispararme por la espalda. Reitero, soy deportista y combatiente desde la década de los 80. Me he defendido de mis agresores, pero tanto da el cántaro al agua hasta que se rompe, estoy consciente de esta realidad, por eso camarada Teófilo, le escribo este correo, para que quede constancia de la amenaza de estos mercenarios, y por si algo llegara a sucederme.
3
Y me dice: Cámarada Santaella, estoy resteado por la revolución que nos legó nuestro Comandante Supremo. Tengo 49 años de vida. Y cada día que pasa estoy lleno de conciencia, conciencia y más conciencia. Y con el convencimiento de que no nos queda otra que remar hacia delante, al compás del nuevo líder de la revolución, el Presidente Nicolás Maduro. Todas estas cosas son como alimentos para mi interior, y estoy listo para, rodilla en tierra, defender el legado de Hugo Chávez Frías. Y añade: Estas guarimbas, que sólo buscan sacar del poder al chavismo para ellos treparse y entregar nuestro petróleo al imperio, serán exterminadas. Sólo hay que enfrentarlas como un macho, y usted verá que son unas gallinas. Son cobardes, tanto quienes están al frente de las barricadas, como quienes la dirigen. Estos últimos son peores, pues lanzan a estos estudiantes como carne de cañón, mientras ellos tratan de sacarle más dólares al imperio, para el financiamiento de los mercenarios.
4
Yo no quiero terminar sin agradecerle la atención que pueda haberle prestado a mi correo. Mientras tanto, continuaré firme en mi posición revolucionaria. Resguardaré a mi esposa y a mi niña Natalia, de esos criminales. No exagero en decir que podría caer, mortalmente herido en cualquier momento. Por eso acudo a usted, con el fin de que le haga llegar al Presidente Maduro, si yo llegaré a caer, mi mensaje de que el Presidente me les preste apoyo a mi esposa y mi hijita Natalia. Usted puede hacerlo, través de sus escritos en Aporrea, ya que bastante leído, y me parece una buena persona. Lo que deseo, reitero, es que, si caigo, el Presidente Nicolás Maduro apoye a mi corta familia, ya que es el único tesoro conque cuento. Le doy las gracias por adelantado, y deseo que Dios le de mucha vida, para que siga escribiendo en defensa de la revolución. ¡Patria o muerte, venceremos!
Nota: este correo es verídico y lo firma José Gregorio Camarán. Esta a la orden. El fondo de sus palabras quedó intacto, a pesar de el uso de la imaginación para alargar el artículo. ¡Volveré!