Hay algunas cosas, que debemos observar con mentalidad de grandeza para poder comprenderlas, es el caso de la VENEZUELA POTENCIA que estamos construyendo, en medio de "la gran potencia suramericana", tal cual nos lo orientó Chávez y nos la plasmó en el plan de la patria, un plan que recorre el mundo y motiva a todos los movimientos de intelectuales del planeta. Ahora, es bueno definir con claridad algunos conceptos cuando hablamos de país potencia. No es lo mismo hablar de "potencia imperialista" que hablar de potencia como pueblo, como nación, como república y algo muy importante: como sistema al servicio de lo humano. Si, porque hablamos de un sistema que transformará al menos esta parte del mundo y será ejemplo para el resto, en este sentido el trabajo creativo es colosal, hay que crear y reinventar muchas cosas en la patria de Bolívar.
En este orden de ideas, Venezuela requiere desarrollar la ciencia y la tecnología, hacer un esfuerzo enorme en la educación de todo el pueblo, crear mecanismos novedosos que combatan las rémoras del modelo capitalista rentístico petrolero, que generó una cultura errada la cual nos dificulta impulsar temas importantes como la disciplina y el ahorro, la austeridad pues, necesaria para emprender una empresa de la grandeza que nos planteó Chávez. Pero a pesar de todas esas rémoras estoy seguro que lo lograremos, ya esto no tiene retorno.
Bien lejos están quienes pretenden achacarnos que nos convertiremos en otra Cuba, frase preferida de los medios burgueses, aunque, ojalá tuviéramos la disciplina del pueblo cubano, la abnegación y desprendimiento de éste; seguro estamos que si esto ocurriera así, no necesitaríamos muchas cosas materiales, sino más bien morales y espirituales que nos enrumben hacia la máxima felicidad social. Pero cuando hablamos de potencia, de la Venezuela potencia, nos referimos a un salto monumental en todos los aspectos: Primeramente debemos convencernos de que somos una gran potencia, que poseemos unas posibilidades reales de convertirnos en tal, pero para que esto sea posible se requiere de un conjunto de condiciones objetivas y subjetivas que nos allane el camino en esa marcha hacia la cima, más aún cuando el centro de esta potencia es lo social, es decir, seremos potencia porque todo el pueblo sabrá leer y escribir, tendrá alguna profesión y muchos conocimientos, no habrá desempleo, ni miseria de ningún tipo,seremos un pueblo sano. Nuestra potencialidad estará en lo social, más que en lo militar, aunque, un país con esa potencia no podrá subsistir mientras exista el imperio sin estar preparado para defenderse.
El gobierno viene trabajando el tema económico con mucho ahínco, viene haciendo llamados a una burguesía parasitaria, alimentada por la renta petrolera, no obstante, esta burguesía pareciera que prefiere comprar la tesis imperialista de sabotear la economía y generar condiciones que traigan consigo un golpe de estado; un golpe de estado cruento, muy violento (ya lo asoman con la guarimba), fascista por naturaleza, que lleva a dicha burguesía hacia un abismo sin salida, con una especie de "todo o nada", aunque con un 99,99% de probabilidades de que sea nada. Por una parte las usan para destruir su propia patria y expoliar las sus riquezas de ésta, a cambio de ser los socios minoritarios del imperialismo, porque hasta en eso son tontos los burgueses... matan y mandan a matar para que su amo imperialista disfrute, sino lo creen vean cómo hacían los tratos petroleros anteriormente y se darán cuenta que, cuando los burgueses criollos se ganan un dólar el imperio se gana diez.
Pero estos burgueses, que lógicamente no son iguales, tienen sus profundas diferencias, se odian pero se juntan, y los junta una sola cosa: el temor a la revolución, el temor a que un pueblo tenga poder; poder en todos los sentidos y en todos los ámbitos. Esa es la burguesía que tenemos; una burguesía que en vez de producir, crear y desarrollar, se ha dedicado a captar la renta petrolera con mecanismos que no los diferencias en nada de verdaderos delincuentes comunes de la peor calaña... podemos decir, parafraseando a Marx, que estamos en medio de una lumpen burguesía, parasitaria y altamente delictiva.
De esta forma, los señorones burgueses se mezclan con la más baja ralea, no físicamente, pero si en sus trampas como por ejemplo el paramilitarismo y es así como un vulgar delincuente como Uribe lo convierten en un "estadista". Uno de los mecanismos más perversos de moda en Venezuela para acumular riqueza es la especulación, de esta menara algo que tenga determinado valor, en manos del especulador pasa a costar unos precios astronómicos, con incrementos de hasta más de 1000% muchas veces. Ni siquiera un ladrón carterista roba con tanta facilidad y descaro como los especuladores; los especuladores te inflan los precios y de paso pretenden que se le aplauda, el solo hecho de exponer el producto y convertirlo en el arma para robar es un delito de por si que la revolución está obligada a legislar para acabar con esa distorsión que hace de nuestra economía algo criminal, nos referimos a la economía capitalista que en algunos países como el nuestro alcanza niveles de parasitismo tal que asombran a cualquiera. De esta forma, en este tipo de atraco, no se usa pistola, se usan los productos de primera necesidad y con ellos se atraca, aplicando la especulación como algo "normal". Cada vez que, un "comerciante" nos vende un objeto o producto con incrementos especulativos nos está robando, y robo es robo aunque lo disfracemos de lo que sea.
Una condición fundamental para convertir a Venezuela en una potencia consiste en lograr que el sistema regule y erradique la inflación inducida producto de los mecanismos capitalistas que empujan la misma y la vez la abrevan. Con el discurso de "agregar valor" se convierte algo que debe ser simplemente un mecanismo de intercambio en enrevesados y truculentos instrumentos para especular y robar. En este sentido, el tema económico es prioritario, tiene razón el Presidente Maduro, hay que crear un nuevo modelo económico que sea capaz de anteponer a lo meramente mercantil lo humano y es allí donde se concentra la mayor potencialidad de esta revolución...
LA REVOLUCIÓN BOLIVARIANA ES UNA NECESIDAD VITAL PARA LA PATRIA...
La revolución bolivariana llegó de la mano del gigante Chávez en un momento histórico crucial, vivíamos el derrumbe del socialismo real, caía la URSS, el muro de Berlín y el imperio se erigía como la única opción; hablaron de, "el fin de la historia", entre otras pajuatadas muy en boga por la década de los finales de los ochenta y comienzo de los noventa. En América solo Cuba resistió al embate del neoliberalismo, países con un desarrollo económico considerable cayeron arrodillados ante los designios de los gurú del neoliberalismo que emprendían a través del FMI una ofensiva bestial que desembocó en el luctuoso febrero de 1989 y el caracazo; este evento social parió el 4F que a su vez nos trajo a Chávez y su gigante visión. Para quienes gobernaban en la IV república, los mismos que hoy enfrentan con odio fascista a la revolución, el país era algo irreal, no existió nunca, le entregaron hasta los interiores al imperialismo que los manejó a su antojo. Todo se limitó a ser un suplidor de materia prima a los centros de poder mundial, un país mono productor y mono vendedor, solo con EEUU estábamos casados, completamente dependientes de su tecnología, incluso en materia de tecnología militar que se supone no debe estar supeditada a potencia extranjeras. Se da el caso de los aviones F16 y los repuestos y mantenimiento que los EEUU obsecadamente negaron a la revolución, esto llevó al gobierno soberano de Chávez a mirar hacia Rusia y China y los resultados han sido altamente positivos.
UN NUEVO MAPA ESTRATÉGICO...
Hoy podemos decir con orgullo que tenemos un país que avanza en un nuevo mapa geopolítico, geo estratégico y geo económico, el cual requerirá afianzamiento, proceso ya iniciado con mecanismos como el SUCRE, el cual representa la desconexión de la dictadura del dólar. Asimismo, hay planteamientos sobre la colocación de las reservas internacionales, monopolizadas en dólares y concentradas en los países desarrollados a través de mecanismos leoninos como los construidos por el FMI; Chávez planteó la creación del Banco del Sur y todo un sistema que permitiera independizarnos del imperio y tuviésemos capacidad de administrar nuestras propias reservas internacionales. Eso significa marchar hacia unos nuevos patrones en donde el dólar, una moneda débil, que solo es sostenida por el poderío militar y capacidad de manipulación imperialista, para marchar hacia otro tipo de referente que pudiera incluir riquezas de otro tipo como por ejemplo: riquezas hídricas, bio- diversidad, etcétera . Cosas como estas representan una amenaza real para el imperio, por ello han desatado una guerra contra Venezuela jamás vista, sobretodo una guerra económica, la cual trae consigo no solo la escasez de alimentos sino el saboteo para que éstos no lleguen al pueblo y se genere una escasez que molesta a la gente, aún cuando es un gran negocio hoy vender cualquier producto en Venezuela, por cuanto desde la llegada de la revolución el poder adquisitivo del pueblo se ha incrementado, en este orden de ideas, se busca que el pueblo se moleste y que el mismo reaccione negativamente en contra del gobierno. Ante este cuadro, el gobierno revolucionario ha sacado la ley que controla la ganancia y ubica los productos en un precio justo. Al gobierno derrotar la ola especulativa de la burguesía, los salarios se fortalecerán y el poder de ahorro de toda una masa laboral del país se constituirá en una poderosa área económica que exigirá la expansión de las fuerzas productivas en todos los ámbitos.
Ahora bien, en lo referente a la guerra económica, la misma es un arma de doble filo para la burguesía, porque así como pudiera conseguir gente descontenta, también puede conseguir gente que esté dispuesta y decidida a avanzar hacia la profundización de un modelo sin la participación de los sectores de la burguesía tradicional, eso sería terrible para ellos, los dejaría fuera de un mercado con una potencialidad enorme, inimaginado, incluso para los más optimistas.
La burguesía venezolana tendrá que definir muy bien sus pasos; su casamiento con el imperialismo le trunca las posibilidades de sentarse honestamente con el gobierno del pueblo que encabeza Maduro y los ha llamado a conversar, también lo hizo Chávez en mas de una oportunidad. Pero la burguesía no ha entendido el mensaje enviado por Maduro, o bien por torpeza, o bien por influencia imperialista que tampoco le conviene el desarrollo de fuerzas productivas fuera de su área de influencia. Por la razón que sea, la burguesía venezolana está perdiendo al inmensa oportunidad que representa la VENEZUELA POTENCIA.
Estamos en presencia de la posibilidad de convertir a esta parte del mundo en un puntal de desarrollo y alternativa de crecimiento que desplace otras economías del planeta, eso lo sabe el imperialismo, de allí que utilice a los grupos económicos venezolanos comprometidos directamente con el club Bilderberg; Cisneros y Mendoza, para presionar el fracaso de las conferencias de paz en materia económica, en eso andan, y con sus prácticas sibilinas aparentan otra cosa pero cada día las máscaras caerán con mayor estridencia. Cualquier analista razonable palpará la potencialidad de Venezuela, solo basta imaginarnos en unos años con uno nivel de vida inmensamente superior al actual; un pueblo formado técnicamente para crear, apoyado por un estado que impulsa el crecimiento humano por encima de todas las cosas. Y alrededor un mundo que requerirá de nuestro concurso, de nuestra creación para salir del atolladero en que nos ha sometido el imperio capitalista. No es poca cosa el papel de Venezuela en la gran revolución mundial del siglo XXI.