La red de carreteras y autopistas del país no son sólo para que las clases pudientes paseen por Venezuela con su flamantes vehículos, los carros de los pobres no llegan muy lejos y por tanto usan muy pocos kilómetros de esa red. La red de carreteras y autopistas del país no fueron construidas sólo para la circulación de mercancías. La red de carreteras y autopistas constituyen un elemento clave en la seguridad de la Nación.
La voladura de puentes es una de las primeras acciones militares que se ejecuta contra el enemigo, real o supuesto. Vimos recientemente como la aviación y los comandos en tierra hacía añicos los puentes sobre el Èufrates y el Tigris. Con esta acción se busca desarticular al enemigo, cortar las líneas de suministro, de movilización y de comunicación. En la guerras de guerrilla los puentes, en general las vías de comunicación, se convierten en blancos apetecidos. Frecuentes son las incursiones de las FARC y el ELN con el objetivo de tomar los puentes para inhabilitarlos temporal o definitivamente. Ante esta situación, los Gobiernos tratan de proteger sus puentes y de construir vías alternas. Con esto se busca evitar el aislamiento de zonas del país.
Caracas es particularmente vulnerable en este sentido. La comunicación terrestre entre el principal aeropuerto y uno de los principales puertos del país y la capital se hace por una autopista con varios puentes y túneles. No existe una verdadera vía alterna entre el Estado Vargas y Caracas. La autopista que comunica a Caracas con Valencia y Puerto Cabello, otro puerto de gran importancia, cuenta con un viaducto en la zona denominada la Cabrera. Este es uno de los viaductos sobre tierra más largos del país. El mismo se encuentra en lamentable estado. Sería muy peligroso que este viaducto colapsara y que se interrumpiera el tráfico en esa importante arteria vial. Tendríamos que enfrentar un verdadero desastre sumado al ya causado por la pérdida del viaducto 1 de la autopista Caracas-La Guaira.
El mantenimiento de los viaductos y de las carreteras “viejas”, así como la construcción de vías alternas no son un mero asunto de infraestructura. Este es un problema de seguridad de la Nación. Todos los funcionarios responsables del mantenimiento y construcción de vías deberían recibir cursos y conferencias sobre la importancia de la vialidad para la seguridad de la Nación. Lo funcionarios a cargo de la política y las acciones de seguridad de la Nación deberían revisar frecuentemente los planes y acciones de mantenimiento de las vías existentes y del diseño y construcción de vías alternas. De lo contrario, no sólo ponemos en juego el triunfo electoral sino la seguridad nacional.