Ha sido una gota incesante de odio que cae incansable día a día, noche a noche, para tratar de horadar nuestro sueño de revolución.

Una gota constante de violencia, de escases, de confusión.

Una imperceptible lluvia que va construyendo un lodo asqueroso de dudas, de temores, de miedos. Es la guerra calculada, dosificada para que parezca imperceptible, es el fascismo salvaje con sus peores manuales de guerra para abrirse paso sembrando desesperanza ante la escases inducida, ante la violencia programada. Es el imperio que nos quiere desmembrar, es el anuncio de un feroz ataque que precisa del blandengue suelo lleno de temores que a diario tratan de propagar con más intensidad, es el odio a un pueblo que se atrevió a soñar, es la fobia a un gigante cuyas pisadas son imborrables en la memoria del pueblo.Es el ataque final que debemos enfrentar con el amor que nos une a quienes estamos en la lucha para el camino escrito por Chávez.

Es la misma estrategia de mentiras con la que atacan a Ucrania, con la que asedian a Putin. Es la historia del planeta ante las fuerzas del dinero la que ataca a Venezuela. Es la misma locura que ataca en Europa, África o el medio oriente, es el imperialismo agónico que patalea al quedarse sin aire.Venezuela no está sola, que nadie se equivoque. Es parte de los mapas para la gran guerra imperial, por lo que nadie nos va a dejar solos, por lo que nunca nos podrán vencer.

No dejar hacer, no dejar pasar, es su objetivo. No dejar gobernar, no permitir beneficios que enamoren al pueblo. Subyugar el poder para que solo pueda resistir sin avanzar. Es lo que están haciendo, la MUD y su nueva barragana  imperial, la señora Jacobsen. Asfixiarnos en su telaraña asquerosa.

¡Bolívar, Simón del pueblo, Chávez timón de mi patria!

Que en esta hora terrible, cuando en el mapa mundial el imperio se ve acorralado por Rusia y China tomadas de la mano ante la arremetida norteamericana  y en donde Venezuela es para el gobierno imperial tan solo gasolina, que en esta hora de furia contenida, nada nos divida, nada sea capaz de impedir la fuerza de respuesta de toda la gran patria del sur junto a las nuevas potencias que nos conocen y reconocen.

Venezuela no está sola.

Han sembrado veneno en nuestra juventud, han intentado desalentar a nuestra tropa, el desencanto lo venden como premisa de fracasos, la duda como puerta para su regreso. ¡No volverán! 

Bolívar Simón. El padre de la patria, escupe desde su sepulcro a la intención imperial de volver a someternos.

Que nos llenen de carros bombas y de C4 no abrirá camino sino a más odio del pueblo contra quienes se oponen a la paz, contra los terroristas de la MUD y su imperio desesperado. China, Rusia y Ucrania, Irán y Venezuela desmontan al fin las revoluciones artificiosas, que ya no darán victorias a un imperio de odio y de mentiras. La historia está cambiando en toda la tierra.

Que intenten un paro económico solo debe ser la señal para avanzar sobre el poder empresarial de una vez por todas. Confiscar los medios de producción, asumirlos en el poder popular y lograr en breve tiempo que la patria se sostenga y se alimente con los medios de producción en manos de la alianza cívico militar.

No se puede más seguir en un camino de diálogo de sordos.

Quienes se atrevan a asumir un paro general deben ser calificados de enemigos del pueblo y de la patria y de una vez por todas ser despojados de tantas e inútiles bondades y consideraciones.

Este pueblo de Bolívar sabrá asumir las penurias que sean necesarias para pagar la libertad y la independencia, este continente grande y poderoso sabrá asumir la unión que convocó Bolívar, San Martín, Sandino y Martí.

Venezuela no estará sola ante el ataque imperial, las fuerzas multipolares se levantarán.

Nicolás no es ningún pendejo, como nos lo quieren vender. Seamos leales como nunca, con él y con el Chávez que se revienta de furia en nuestro corazón.

¡Chávez faro del nuevo mundo, padre de la revolución mundial!