Esta semana que, recién culmina, se despide con una noticia que ha venido refritando la mediática burguesa nacional e internacional, según la cual: La pobreza en Venezuela aumentó 6,1 puntos porcentuales el año pasado y se ubicó en 27,3% () Según el INE, el indicador de pobreza extrema también se incrementó al pasar de 7,1% en el 2012 a 9,8% en el 2013, lo que equivale a unas 733.000 personas más en pobreza extrema (Notitarde.com, 24-05-2014). Curiosa nota periodística esa, cuya fuente, los medios de la burguesía, colocan en letras inelegibles: AFP, agencia de noticias francesa muy activa, por cierto, en el derrocamiento y posterior asesinato del Líder Libio, Muamar el Gadafi. Refritan esa nota que, en febrero de este año, el Presidente del INE, Prof. Elías Eljuri, a quien le atribuyen la fuente, desmintió contundentemente: He venido diciendo en diferentes declaraciones, que estoy sorprendido totalmente por esa declaración que dio la diputada Machado, en la cual decía que la pobreza había crecido, según cifras del Instituto Nacional de Estadísticas y lo hacía con tal seguridad que yo pensé: o está mintiendo o la engañaron para hacerla quedar mal, indicó. Destacó que la pobreza medida por ingreso descendió hasta ubicarse en 26,8%; la pobreza medida por necesidades básicas insatisfechas descendió a 23,5% y la pobreza crónica se ubicó en el año 2002 en 20,2% y se ha reducido a 11,6% (Noticias24.Com, 14-02-2014). Por lo demás, según estimaciones del INE, la pobreza extrema en Venezuela podría reducirse a cinco por ciento en 2013, con el apoyo de las grandes misiones y, en especial, Hijos de Venezuela y En Amor Mayor( http://patriaurgente.com/primera-epoca/pobreza-extrema-en-venezuela-bajaria-a-cinco-por-ciento-en-2013/). Valga decir, como señala el Prof. Eljuri, dependerá en buena medida del despliegue de las Misiones Sociales, la reducción o no de la pobreza en nuestra Patria, y si tomamos en consideración la actuación irregular de las Misiones, desde la llegada a la presidencia del camarada Maduro, si bien no podemos afirmar con certeza el crecimiento de la pobreza en nuestra Patria, sí es factible que, el proceso de su reducción se haya mermado sustancialmente, ante la casi desaparición de las Misiones señaladas por el Prof. Eljuri. Hecho que por sí, debe llamarnos a una profunda reflexión en filas revolucionarias.
Una segunda noticia llamó nuestra atención, el involucramiento directo del imperio en nuestros asuntos internos. Una vez derrotada la salida, como intentona golpista para derrocar al Gobierno Legítimo del Presidente Maduro, con sus güarimbas y acciones terroristas; al imperio no le ha quedado otra alternativa que asumir un papel más directo en la conducción de sus agentes en territorio patrio, actuación que le ha encomendado a una burócrata de segunda categoría como lo es, la Sra. Roberta Jacobson, subsecretaria de Estado para asuntos del hemisferio occidental. Apenas esa funcionaria imperial declaró a los medios, que quería resultados en el Diálogo en Venezuela, comenzando toda una guerra contra esa posibilidad que nos dimos los venezolanos y venezolanas de bien, de reencontrarnos y disipar nuestras diferencias conversando, la MUD agarró su línea y se separó de la mesa de Diálogo. La burócrata imperial, durante una audiencia en la Comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara de Representantes se dio el tupé de dictar directrices a sus agentes: no es dialogar por dialogar () tiene que ser un diálogo con un punto de acción. Y estas son la acciones que nosotros, juntos, queremos ver ¿?, suponemos que la burócrata de oficio se refería a la salida del Presidente Maduro, suponemos que su aspiración del diálogo no es otro que lo referido en reciente artículo de opinión titulado: ! Gobierno nuevo ya!, por el tigre Eduardo Fernández: Enfrentar esa multicrisis requiere un nuevo gobierno. Es evidente que el actual gobierno, que es el responsable de la situación, no está en capacidad de asumir la profunda rectificación que las circunstancias requieren. Lo que se impone es formar un gobierno de unidad nacional de amplísimo espectro, asumiendo un programa muy exigente y nada popular. Un gobierno con los venezolanos más competentes en cada sector. Un gobierno que no esté pensando en las próximas elecciones y que no se distraiga en asuntos intrascendentes. El presidente Maduro tiene la brillante oportunidad de convocar ese gobierno de unidad nacional, y el país tendría que acompañarlo (Últimas Noticias, 23-05-2014).
Tan insolente como la pretensión de los burócratas imperiales es la de sus agentes en territorio patrio; Fernández, propone al Presidente Maduro, entregar la Revolución Bolivariana a las fuerzas de la reacción contrarrevolucionaria para su liquidación, por ello, entre líneas expresa abiertamente: asumiendo un programa muy exigente y nada popular, sin dudas, tendría en su mente el Programa de Gobierno que le presentara Henrique Capriles a los venezolanos y venezolanas el pasado 23-01-2012, su programa, que llamaron pomposamente entonces, como los Lineamientos para el Programa de Gobierno de Unidad Nacional (2013-2019), que no era otra cosa sino, un programa de desmontaje de todas las obras y Misiones desplegadas por la Revolución Bolivariana en función de garantizar el Buen Vivir del pueblo venezolano, un programa de marcado corte neoliberal, de entrega de nuestra Soberanía Nacional al imperio de los EEUU. Como bien atestiguan todos los hechos políticos ocurridos a lo largo de estos quince años de Revolución Bolivariana, ni en las relaciones sociales de la Venezuela Bolivariana, ni en el estado de ánimo de las masas revolucionarias, hay ni habrá, apoyo a una política de Frente Popular o de Unidad Nacional, como la quieran disfrazar, como la propuesta por el líder copeyano. Si algo reclama este pueblo al Presidente Maduro es, seguir en el sendero trazado por el Comandante Infinito, Hugo Chávez Frías, por los senderos del Socialismo Bolivariano por él trazados. Esa burguesía que hoy le reclama unirse a ella, abandonando a su pueblo, no dudaría en dejarlo a merced de la turbulencia popular revolucionaria, valga decir, solo, si decidiera implementar un programa muy exigente y nada popular como el sugerido por el líder copeyano.
Una referencia histórica importante recordar es, la concerniente a la España de los años 30, luego del golpe de Francisco Franco, la respuesta obrera-popular se enlazó en la lucha contra el fascismo. El estalinismo de aquellos años sostuvo que la tarea consistía en ganar la guerra y hacer luego, la revolución; evitando con ello, asustar a los aliados burgueses y, en esa lógica, propiciaron la alianza con las potencias democráticas Francia e Inglaterra- y reprimieron los aspectos más avanzados de la acción de las masas las colectivizaciones de tierras, milicias, control obrero en Cataluña, expropiación de fábricas- (León Trotsky: La lección de España / Última advertencia). Frente a esa división de la guerra civil en dos campos, el republicano y el fascista, Trotsky sostuvo que: sobre el territorio de la España republicana, dos programas irreconciliables se han enfrentado. De una parte, el programa de la salvación de la propiedad privada contra el proletariado a toda costa y en la medida de lo posible, la salvación de la democracia contra Franco. De otra parte, el programa de la abolición de la propiedad privada, por medio de la conquista del poder del proletariado. El primer programa expresaba los intereses del capitalismo, por intermedio de la aristocracia obrera, las capas elevadas de la pequeña burguesía y, sobre todo, de la burocracia soviética. El segundo programa traducía en lenguaje marxista, las tendencias, aún no plenamente conscientes, pero poderosas, del movimiento revolucionario de las masas. Para desgracia de la revolución, había entre el puñado de los bolcheviques y el proletariado revolucionario el muro contrarrevolucionario del Frente Popular (L. Trotsky: ¿A dónde va Francia?). Esperemos que, el muro de la conciencia revolucionaria de nuestro pueblo Bolivariano se interponga frente a la aspiración burguesa de imponer su unidad nacional y, con ello, iniciar el principio del fin de la Revolución Bolivariana.
Una tercera noticia nos motivó en los sentimientos de apoyo rotundo a la Revolución Bolivariana, el pasado sábado 24, marchaban las y los trabajadores públicos a hacerle entrega al Presidente Maduro de su propuesta de Contratación Colectiva, la segunda en su tipo- que suscribiría esta Revolución en sus quince años de corta vida. El camarada Maduro, volvió a plantear su idea del Salario Social Integral: Yo he insistido mucho en la necesidad de ir a un nuevo concepto de la contratación colectiva, que ponga al ser humano, a la familia, en el centro de todo, y en la que se plantee la resolución estructural de temas como vivienda, alimentación, educación, salud, recreación, remuneración justa, estabilidad, añadiendo en su discurso que: tenemos que construir un Estado que esté en manos de los trabajadores, para que más nunca esté en manos de la burguesía, sino que esté al servicio del pueblo y del sentido social. Necesitamos un Estado moderno (AVN, 24-05-2014). Anunciándole al país, la creación del Banco Popular de Ahorro de la Clase Obrera, como mecanismo para fortalecer las prestaciones sociales de las y los trabajadores de la Patria y sus Cajas de Ahorros. De allí pudieran salir préstamos para vivienda y para mejoras. Unamos eso a la Misión Barrio Nuevo, Barrio Tricolor y a la Gran Misión Vivienda Venezuela en una sola política de ahorro y respaldo. Importante política salarial ésta, la impulsada por el Presidente Nicolás Maduro que busca resguardar la calidad de vida del trabajador/trabajadora de la Patria.
Define el 104 de la LOTTT el Salario como la remuneración, provecho o ventaja, siempre que pueda evaluarse en moneda de curso legal, que corresponde al trabajador o trabajadora por la prestación de su servicio. En su propuesta de Salario Social Integral, recoge el Presidente Maduro una idea expuesta por nuestro Comandante Chávez, en su propuesta programática para la Gestión Bolivariana y Socialista (2013-2019), lo que en el tiempo se conocería como el Plan de la Patria, expone el Comandante Infinito: En el próximo período del Gobierno Bolivariano y Socialista seguiremos moldeando un sistema de relaciones sociales de producción sustentado en los valores del saber y el trabajo; al servicio de la satisfacción plena de las necesidades humanas de nuestro pueblo: alimentación, agua, electricidad, vestido, vivienda y hábitat, transporte, salud, educación, cultura, ciencia y tecnología. Para ello es determinante el desarrollo de la propiedad social sobre los factores y medios de producción básicos y estratégicos que permita que todas las familias y los ciudadanos y ciudadanas venezolanos y venezolanas ejerzan el pleno goce de sus derechos económicos, sociales, políticos y culturales, logrando el vivir bien.
Esa idea-propuesta del camarada Presidente Maduro hecha a los trabajadores y trabajadoras públicas, ya fue formulada por él mismo el año pasado, con motivo de la discusión de la 1ra. Convención Colectiva Única para el Sector Universitario. En dicha contratación, quedó plasmada esa idea-propuesta en Cláusulas como la 43 que se propuso la creación de un Sistema Integrado de Salud de las y los Trabajadores Universitarios; la 52, que incorpora a las y los trabajadores universitarios a los programas deportivos y culturales que desarrolla el Gobierno Revolucionario; la 53, que incorpora al trabajador/trabajadora universitaria a la Gran Misión Vivienda Venezuela; la 54, que garantiza la incorporación plena de las y los trabajadores universitarios a las políticas del Buen Vivir (adquisición de vehículo, equipos de comunicación, equipamiento del hogar) y la 55, que los incorpora en los planes de recreación y turismo social nacional. Con ello, las Misiones Sociales se integraban de manera real al Contrato Colectivo de un importante número de trabajadores y trabajadoras.
La realidad concreta de esa experiencia es que, a la fecha, pasados un año con sus meses desde que se aprobara esa contratación colectiva paradigmática, es que el Salario Social Integral propuesto por el Presidente Maduro NO se ha concretado en hechos tangibles para el trabajador/trabajadora universitaria. Las trabas impuestas por la burocracia estatal para la concreción del Mercal obrero, la política del Buen Vivir, adquisición de vehículos nuevos, celulares o línea blanca, acceder a una vivienda de la GMVV, entre otras, ha sido la de imponer una traba tras otra, para que el trabajador/trabajadora universitaria NO sea beneficiario de las Misiones Sociales creadas por nuestro Comandante Chávez y, continuadas por el Presidente Maduro. En el sector universitario se estimaba en cerca de 170 mil compatriotas los beneficiarios y beneficiarias directas de dicha contratación; ahora, para las y los trabajadores públicos, estaríamos hablando de un universo de cerca de 2,2 millones de trabajadoras y trabajadores quienes se verían beneficiados del Salario Social Integral.
Si las burocracias (ministros y ministras) involucradas en la contratación colectiva universitaria se negaron a concretar alguna de las Cláusulas allí contempladas implícitamente y que involucraban sus ministerios, estimemos qué pasará con las y los trabajadores públicos que han escuchado con vehemencia, el compromiso del Presidente Maduro de ofrecerles el Salario Social Integral como la principal bondad de su segunda contratación colectiva marco. Sin duda, les espera el mismo destino, la misma desventura que les signó a las y los trabajadores universitarios en su vivencia con la realidad del incumplimiento del Salario Social Integral que les ofreciera el Presidente Maduro en 2013.
Si bien el Presidente Maduro trabaja en función de la concreción del Socialismo en el ámbito de las relaciones obrero-patronales; la burocracia, sus burócratas, trabajan en la línea opuesta. Es la misma lucha que se libra sobre el carácter que debe tomar la Revolución Bolivariana, seguir su curso etapista de conformación del capitalismo de Estado, como etapa necesaria para la conformación de una poderosa industria nacional después de conformada la cual, plantearse seriamente la construcción del Socialismo o avanzar al Socialismo conformando una poderosa industria nacional sustentada en los valores socialistas del trabajo y construyendo esa idea que se le escapó al camarada Maduro en su discurso del pasado sábado, ante las y los trabajadores públicos: Tenemos que construir un Estado que esté en manos de los trabajadores, para que más nunca esté en manos de la burguesía, sino que esté al servicio del pueblo y del sentido social.