Ya la vaina me da dolor de estómago, a veces me pasa con Aporrea, mejor dicho con los aporreadores de oficio. Ponen de fashions una vaina y se pegan todos. Yo no querías responder a esta mediocridad de personalismos y egos alterados.
Aquí les dejo de entradita lo que hace la godarria con estos renunciadores...
Pego:
http://difundir.org/2014/05/
Los iluminados de izquierda que nunca hicieron revoluciones y que ahora se las dan de profetas del desastre, haciéndoles el juego a quienes ellos aun consideran enemigos.
Acabo de releer por cuarta vez el asustante artículo de José Vicente titulado Que hacer si llega el lobo feroz, que me llegó a la médula de mi propio miedo, al centro de mi auto definición, a mi esencia de vida, a mi esperanza maltrecha, a mi dolor, a mi miedo y a mi necedad, como dice hoy mi camarada Mario Silva, y entonces sigo leyendo las pataletas de ahogados de los adoradores de ego que ahora les dio por despedirse de Aporrea.
¡Quienes sientan que Nicolás Maduro, quien ha timoneado con guáramos esta tormenta, es un traidor, están todos y todas despedidos! Nuestra despedida es incondicional, que se vayan largo al carajo!
Las palabras de José Vicente relatan situaciones que viví. Yo estaba en Santiago aquella mañana de golpe, yo camine buscando donde resistir la asonada fascista, yo me trague la rabia de ver al imperio destrozar un sueño, yo viví toda la vida con esa pesadilla, vi los camiones llenos de cadáveres pasar por la calle de mi edificio, sentí el gemido de un pueblo masacrado, como nos alerta hoy José Vicente que nos pudiera pasar y que de nuevo nos tomaran por sorpresa. Siento a veces el mismo miedo.
Desde el fondo de mi espíritu algo le respondía a José Vicente, diría yo que es el Chávez que llevo adentro. Le respondía que en Chile las Fuerzas Armadas eran comandadas por los hijitos de la burguesía, cosa que aquí no pasa, que eran contrarios a Allende, cosa que aquí no pasa, que solo tenían tres años en el poder, que aquí llevamos 15, que la América Latina es otra, que ahora se incendiaría un continente con la indignación, que Rusia y China darían la cara. Pero igual, porque conozco al monstruo, sé que puede suceder un genocidio peor al de Chile, y que esa bota asquerosa puede destrozarnos.
No es poca cosa lo que ha lidiado Nicolás al vencer a los golpistas, tal y como lo narra José Vicente, no es poca cosa estar a flote y mantener el poder para que vengan unos grandes carajos a decirle que va mal, que así no es la vaina, que es un traidor, váyanse al carajo de una vez, no me jodan!!
Si son tan arrechos como escriben, hagan su partido, su frente guerrillero, lo que quieran, pero no vengan a cagarse en donde damos la lucha los que les somos leales a Hugo Chávez Frias.
¿Qué le puedo responder a quienes se quieren ir de Aporrea ante esta Venezuela que sigue viva gracias a Nicolás Maduro, a quien nos dejara Chávez?
¡Que están bien despedidos! ¡Que se vayan y que no vuelvan!
Venezuela, Chávez, La revolución y Aporrea, se respetan!!!