Presidente, el balón está en su área. Usted es un Messi de la política venezolana. O casi. O parecido. Él es argentino. Usted venezolano. Aunque le duela a muchos. Usted fue chófer. Fue sindicalista. Es Presidente obrero. Jugó beisbol. Y tocó el bongó. Llegó la hora de tocar el balón. Tiene ventaja. Está en su área. Es la hora de la gambetear. Y de patear con precisión. El objetivo es el arco. Pero en la política es otro el objetivo. Se llama Venezuela.
Usted es Nicolás Maduro. No es Messi. Ni Cristiano. Ni Neymar. Es Presidente de Venezuela. Hay reclamos. La gente exige. Patear duro. A la corrupción. La escasez. La inflación. El burocratismo. El sectarismo. La ineficacia. La desconfianza. A los malos servidores de la administración pública. A los ultrosos. Los que no quieren diálogo.
Usted, no es futbolista, pero le gusta el juego. El buen jugador es astuto. Sabe retroceder para conservar el balón. Cede terreno, para luego recuperarlo. Habla con el árbitro, aunque le haya sacado la roja. Se molesta. Pero rápido se concentra en su objetivo. El Arco. Usted tiene el balón pero su arco es Venezuela. Recuérdelo. No lo pierda el balón. Es la gran oportunidad de meter un gol y ganar el mundial. ¡Suerte!
¡Volveré!