Desde el gobierno del Comandante Supremo de la Revolución Bolivariana, se veía venir. Los generales iban, poco a poco, desplazando a los civiles en gobernaciones, alcaldías y en el gabinete gubernamental. En el gobierno de Nicolás Maduro, la presencia militar es mayor. Algunos generales tienen un poder descomunal. Por ejemplo: Rodolfo Marco Torres. Este general ha ido ampliando su poder en el sector económico. Concretamente en Finanzas y banca pública. Da la impresión que estamos ante un zar de la economía. Capaz de desplazar a Rafael Ramírez. Por cierto, este funcionario debería ocuparse del petróleo, y dejarle las finanzas a quien “sepa” de eso.
Otro caso: Hebert García Plaza. Este general también se las trae. Tiene poder. Y busca más. Ahora lo tenemos al frente de la alimentación y los mercales, etcétera. Ese sector mueve un dineral. El general Padrino López, tal vez es el que más poder tiene, entre los generales. Es el virtual ministro de la Defensa, una vez que Carmen Meléndez Rivas deje el cargo. López, es pausado. Habla con propiedad. Usa un lenguaje que genera confianza. Mientras se prepara para el futuro cercano. Diosdado Cabello se la lleva muy bien con el sector militar. Viene de su seno y está preparado al bate. Ojo, no estoy diciendo que esto está malo, ni que está bien. Sólo lo reflejo, como periodista.
2. ¿Está Maduro rodeado de revolucionarios?
Maduro es patria o muerte. Viene de abajo. Desde muchacho inició su carrera contestataria. Chávez creyó en él. Fidel También. El pueblo chavista lo llevó a la Presidencia. No es un revolucionario atraído por los cantos de Alí Primera. Pregunto: ¿Y sus colaboradores? Tengo muchas dudas de algunos. Allí hay de todo. Los revolucionario de puro corazón, son los menos. Se cuentan con una mano y sobran dedos. Ojalá este equivocado. Cuando Fidel estructuro su primer gobierno, se coló muchos batisteros. Fue el tiempo el que se encargó del descarte. Pero aquí, sólo unos pocos brincaron la talanquera, espontáneamente. Muchos se agazaparon. Y allí están. Manejando dinero del bueno. Y chupando de su “revolución”.
3. Llegó la hora de probar a los “revolucionarios”
Vienen tiempos difíciles. Hay nubarrones en el cielo. Pareciera que estamos en los tiempos de saber quién es quién. Llegó el momento de la prueba. No me refiero a la base del PSUV. O a la del PCV. Me refiero a los “nuevos revolucionarios”. Los que se ponen la gorra del 4F y camisa roja. Y aplaudieron ayer a Hugo Chávez, de cualquiera ocurrencia, y lo hacen hoy con Maduro. A pesar de que Maduro no es tan elocuente como su padre político. Pero hay veces hace el intento. En fin, los “chupa” siempre están prestos para el aplauso. Pero ¿estarán prestos para defender la revolución ante una eventual agresión imperialista? ¿Tomarán un fusil en sus manos? Lo dudo. Pero sí estoy seguro que competirían en los 100 metros planos de formarse un atajaperros. Ver para creer.
¡Volveré!