Para la oposición venezolana

Elecciones o no, he aquí el dilema

Refiere Martin Guédez en un artículo suyo que este año será decisivo para el proceso revolucionario, opinión que comparto, donde el capitalismo tratará de llegar a Diciembre desalojando del poder a Chávez, y se pregunta que tipo de camino elegirán para lograr este propósito. El de las urnas, con todas las marramucias a que nos tienen acostumbrados, o el de los caminos verdes con todos sus riesgos y el precio que estarían dispuestos a pagar, si eligieran este último.

Desde el año pasado la oposición viene anunciando, que este año elegirán un candidato único, pero todo indica que no se presentará a las elecciones y para ello, ha implementado un plan, que consiste en mostrar una oposición unida, cohesionada, que elegirá, mediante primarias, al candidato único, hará campaña basada en las mentiras y las medias verdades, donde el principal objetivo, será el CNE y esperará a lo que digan las encuestas, si éstas muestran, aún sin ganar, una alta votación, sopesarán la posibilidad de presentarse a las elecciones, pensando en un futuro referendo. Pero si las encuestas muestran que el pueblo los volverá a castigar, tendrán un plan B, que consistirá en retirarse arguyendo, la tan llevada y traída cantaleta, que el CNE no es confiable. Esta decisión perseguiría, entre otras cosas, que el gobierno venezolano aparezca como ilegítimo ante la comunidad internacional.

Antes tendremos que soportar un continuo bombardeo de los medios, y sobretodo de Globovisión, que pondrá a prueba la paciencia de los venezolanos, con invitados apátridas, divulgando barbaridades y mentiras sin sonrojarse, y que van dirigidas a un sector cautivo, al que sólo le falta anteojeras, pues son incapaces de discernir por ellos mismos.

También soportaremos la lucha por quién será el candidato único, y no está claro que sea en unas primarias, hay muchos intereses de por medio. La oposición es una amalgama en el que el agente aglutinador, es su odio a Chávez. El domingo esto se evidenció en la marcha escuálida, donde manipularon las imágenes sin elevar la cámara, evitando que la vista fuera panorámica, y las sustituyeron por declaraciones en las que, por medio de la entrevista a dirigentes y marchantes, trataba de demostrar lo que las imágenes no podían. Las críticas a otro sector de la oposición fueron evidentes, tanto por los que intervinieron en la tarima, como por los que declaraban a la televisión. La ausencia de los presidenciables, en el uso de la palabra, fue notoria, y el discurso de los que se dirigieron a la concurrencia, deprimente.

En cuanto a los caminos verdes, están muy verdes, ya se demostró en el pasado y más recientemente el 2 y 4 de Diciembre, que con mercenarios del país vecino y con la colaboración de algunos militares, buscaron asestar un golpe a la revolución. Se evidenció que la Seguridad del Estado trabaja y que el gobierno no se duerme, hay experiencia suficiente para que no nos sorprendan. Pero aún así tenemos que mantenernos alerta.

En cuanto a la pregunta ¿Qué hará la clase dominante ante el hecho que el pueblo sabe que para alcanzar sus derechos no necesita ninguna calificación especial, sino el simple hecho de ser venezolano? Seguirán generando crispación como estrategia, esperando revertir la realidad: Que han perdido el poder. Así, que como no podemos hacernos ilusiones que la oligarquía vaya a rendirse, apelaremos a la conciencia del pueblo, de la necesidad de defender sus derechos y logros, que la revolución para ellos ha reivindicado, no permitiendo, bajo ningún concepto, que se los conculquen. Dependerá de la respuesta de la clase dominante, que transitemos el camino de la paz o el de la confrontación, sabiendo que ellos, han tomado este último camino, siempre.

Aduce Martín, que en un esfuerzo compartido de comunicación y discusión podría producirse un hecho inédito. Ya hacía esta misma reflexión en su trabajo Ciegos, Torpes y Soberbios. Mi opinión es que no se puede esperar de la aristocracia, fuerzas caducas y reaccionarias, ni de la vieja ni de la nueva, algún gesto de entendimiento entre ellos y las fuerzas emergentes, que motorizan la transformación de la sociedad en la que ellos serán los perdedores, Es como pedirle al condenado a muerte que colabore con el verdugo. Si llegan a hacerlo es porque están convencidos que es preferible colaborar para mantener sus réditos, ante la posibilidad, como dice el refranero popular, de perder el chivo y el mecate. Así que no esperemos nada de la oligarquía, la historia lo cuenta y Bolívar fue testigo y víctima. Tendrán que aceptar, a regañadientes, la Venezuela socialista y bolivariana, apoyada por la gran mayoría de los venezolanos.

De quién deberíamos esperar y mucho es de la clase media, engañada y confundida, por la guerra mediática y sin cuartel, tomándolos como objetivo para mantener a unos confundidos y al margen, y a otros envenenados y activos contra el proceso. Aquí debe hacerse un esfuerzo importante para revertir esa situación, resaltando que la consolidación de la Revolución Bolivariana, mejorando el nivel de formación y conciencia ciudadana (Alfabetización, Educación, etc.), la calidad de la salud (Barrio Adentro, Atención médica, etc.), el descenso del desempleo (Misión vuelvan caras, etc.), en fin, al mejorar la calidad de vida del venezolano en general, redundará en mas seguridad, menos delincuencia, además de todos los beneficios que la revolución ha reivindicado para ellos, que son muchos e importantes. Pero existe una clase media que cada día se parece más a la gusanera cubana de la Pequeña Habana, en Miami. Esta clase media nunca será convencida, siempre estará en procesión con sus santos y vírgenes.

También debemos insistir en reivindicar una regulación de los medios, para revertir la influencia nefasta, generadora de odio, que persigue mantener al pueblo venezolano dividido. El año que viene será determinante en este sentido, al salir el proceso fortalecido por los resultados electorales.

Y para terminar insistiremos en la necesidad de una lucha denodada contra la corrupción, Guillermo García Ponce dice que existe una subcultura de la corrupción que no se puede vencer con regaños y sermones, que hay que aplicar la Ley Anticorrupción de manera inexorable, para demostrar la voluntad política por castigar este tipo de delito y pone como ejemplo a Tarek Willians, gobernador de Anzoátegui con la denuncia de uno de sus colaboradores. También insiste en la destitución inmediata de los burócratas. Soy de los que piensan que una política decidida en este sentido, que demuestre la voluntad política, con hechos evidentes de Estado, por acabar con la corrupción, poniendo a los corruptos a la disposición de la fiscalía, redundará en que el pueblo, incluyendo la clase media, tome mayor conciencia de la sinceridad de la revolución por acabar con este flagelo.

Mientras tanto se impone la unidad de las fuerzas revolucionarias en torno al Comandante en Jefe. Es necesario en este momento crucial, cuando los medios terroristas hacen uso de armas de destrucción masiva, como Martín las califica, haya una decidida respuesta de los revolucionarios, desenmascarando a todos aquellos, que, amparándose en un aparente chavismo, le hacen el juego a la contrarrevolución.

revol_bolivariana2021@yahoo.es


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Francisco J. Torres P.


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