Sobre el Congreso del PSUV se ha escrito bastante. Muchos analistas han dedicado tiempo sustancial a estudiar el hecho político. Buena parte de ellos afirman que el pre-congreso fue una vulgar "maniobra", el Congreso un vulgar "parapeto" y el pos-congreso un completo fraude. Sin embargo, es necesario reconocer que algunas de las premisas sobre las cuales descansan estos supuestos, cayeron por su propio peso, veamos.
Se afirmaban que el III Congreso sería el fin del PSUV, que allí chocarían estrepitosamente todas las corrientes chavistas e intereses de grupos, dando como resultado la impostergable división partidista de los militantes del Modelo de Chávez o del Socialismo del siglo XXI. Incluso, algunos se apresuraron a crear con fuerza otras organizaciones políticas que fuesen capaz de capitalizar la desbandada chavista, así como, el descontento que se palpa en las calles producto de los problemas sociales que agobian a los venezolanos (inflación, escasez, acaparamiento, especulación e inseguridad).
Por ejemplo, un sector de la oposición, liderado por los irresponsables que hicieron el llamado a "La Salida", que dejó como saldo 43 muertos y pérdidas multimillonarias, tanto públicas como privadas, crearon el Movimiento Independiente Democrático (MID). Este grupo oposicionista supuso que el Congreso del PSUV, brindaría las condiciones políticas requeridas para arrasar de una vez con el "mamotreto" de la alianza opositora-MUD. Sin embargo, los resultados pos-congreso obligaron a los extremistas opositores a recular la medida, postergando así, el cataclismo inevitable de la Mesa.
Ahora algunos analistas opositores suponen que en la MUD hay humo blanco, que el tsunami que los golpea pasó, y que las "encerronas" opositoras, están dando los resultados que esperan los seguidores anti-chavistas. Esa es la opinión de los columnistas Fernando Rodríguez y Américo Martin en Tal Cual, y la de Rafael Poleo en ElNuevo País. No obstante, obvian que la Unidad es una manifestación de voluntades, donde los iguales o cuasi-iguales se encuentran para impulsar un proyecto de país. La MUD está lejos de eso, los seis años de vigencia de esta agrupación partidista, lo demuestran, esto sin contar el antecedente umbilical de la extinta Coordinadora Democrática. La razón de su fracaso es simple: los mueven intereses personalísimos, una variable que categorizo como anti-política, anti-unidad, anti-proyecto y anti-democrática.
Por último, dentro del chavismo también se estaban preparando maletas, pero el Congreso permitió que se dirimieran diferencias, logrando la armonización en el seno del PSUV, sin embargo, la alta dirigencia de esta organización, está obligada a comprender que deben ponderar con sapiencia y sensatez las decisiones que tomen. La eliminación de la cooptación como método de selección, anunciada por el presidente del partido Nicolás Maduro, es un buen punto de partida para garantizar la democratización del PSUV.
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