Sabía que me exponía a que algunos de esos que nunca faltan, de mente cerrada y visión reducida para ver más allá de sus narices, iban a intentar crucificarme, por lo que escribí sobre la decisión estrictamente personal y libre que la compatriota MARÍA Uribe, delegada por el Táchira al 3er Congreso del PSUV, tuvo al leer una oración en la que utilizando el contenido del Padre Nuestro, como inspiración, ubicaba a Chávez a viva voz como un padre para un significativo y mayoritario sector de venezolanos y foráneos, que a diario le recordamos y con razones poderosas le consideramos como un redentor, sin, por supuesto, llegar a compararlo con Jesús en su dimensión de Hijo de Dios y por lo tanto para los creyentes, en el dogma de la Santísima Trinidad, Dios verdadero.
No faltaron quienes me escribieron con insultos y en una flagrante contradicción me tildan de fanático por tratar de justificar a, según ellos, otra fanática; uno de los que me escribe me sugiere retractarme de lo expresado en mi artículo, con lo que me da la razón cuando afirmo que quienes le caen a peñonazos mediáticos a María, olvidan que hay un derecho constitucional como el de la libertad de expresión, del que hace uso legitimo la compatriota cuestionada.
En fin. la polvareda que se levantó en unos cuantos acelerados no es sino la confirmación de que lo que quiso expresar María Uribe, no fue otra cosa que lo que millones de seres, aquí y en el mundo, piensan de ese hombre que trascendió limites más allá de su dimensión humana, porque logró inculcar en los corazones, sobre todo de los excluidos de todos los tiempos, sentimientos de verdadero amor, caridad, solidaridad y entrega entre otros, que son principios, legados precisamente por quien nos dejó la hermosa oración, sin agregarle a ella alguna prohibición de interpretación por parte de cualquier persona, cristiano o no.
Quienes condenan a la compatriota deberían intentar auscultar en su yo interior, a ver si logran encontrar motivos suficientes para lanzar la primera piedra, contra una mujer, que consciente o inconscientemente, utilizó la oración para emular de ella lo que a su libre entender piensa de Chávez, por lo cual no se le puede condenar y menos de la manera en que políticos de la derecha lo han hecho por sus medios, igual que lo hacían con Chávez, incluidos algunos prelados, cuando sin ningún temor expresaba su condición de cristiano convencido, mostraba el crucifijo que siempre portaba y el escapulario que colgaba de su cuello.
Así que no me vengan con rasgaduras de vestiduras quienes viven leyendo Aporrea sólo para dedicarse a insultar vía emails a quienes expresamos nuestras opiniones de forma libre, deberían más bien tener la valentía de convertirse en articulistas y pedirle a los administradores de la página, que incluyan sus opiniones en las publicaciones diarias y así dar la cara, sin miedo y con foto incluida para, por lo menos saber, quien y cómo es la persona que nos insulta cuando no está de acuerdo con lo que expresamos.-
Ah y gracias por molestarse en leernos para auto flagelarse con nuestros escritos,
A los que también nos escriben, que son los más para manifestarnos su aprecio y reconocimiento por nuestra opinión, mil gracias, ellos son los que me impulsan a seguir en una labor que para nada es fácil y que se hace sin la intención de dañar a nadie, pero tampoco de complacer a nadie, pero siempre en un esfuerzo por contribuir con la lucha que la Revolución está librando para lograr la mayor suma de felicidad para nuestro pueblo.
