1.”No hay”, “no hay”, “no hay”
Yo soy un revolucionario de vieja data. He pasado por mil batallas. Y he visto de todo, en los gobiernos de la IV. Pero, señor Presidente, nunca ha visto tantos problemas amontonados, que afectan grandemente a la población, sea chavista o no. Yo en estos 15 años he votado por la revolución. Como es lógico, voté por usted, tal como lo pidió el Comandante Supremo, Hugo Chávez Frías. Y no tengo dudas respecto a que votaré cuantas veces sean posible por la preservación del legado del Gigante. Ahora, bien, señor Presidente, no sé si sus ministros y asesores le informan como está la vaina, de verdad, verdad. La palabra más popularmente usada en estos momentos es “NO HAY”.
Lo de los medicamentos es grave. Gravísimo. Uno hace un tour por las farmacias y oye esto: Acetaminofen, para la fiebre y los virus que andan por allí como locos, no hay. Cozaar, no hay. Norvak, no hay. Crema para la erupción, no hay. Jarabes para la tos, escasean. Pañales, no hay. Papel higiénico, no hay. Aceite para freír, no hay. “NO HAY…………..”. Otra cosa: ¿quién puede, de la clase medio o la clase popular adquirir un carro? Los pocos que puede hacerlo tienen que “bajarse de la muna” con montos que oscilan entre 300 mil y 800 mil bolívares. Hay tremendo negocio en las agencias de carros. Unos vivos se están haciendo ricos, rapiditos. ¿Y de los repuestos ni se diga? Esto no es vida, señor Presidente. Mi esposa estuvo siete días hospitalizada por un virus no identificado. Fiebre alta. Dolor de cabeza. Diarrea. Los valores se vinieron al piso y otros subieron. ¿Sabe usted, señor Presidente, cuánto costó esos siete días? La bicoca de 65 millones de bolívares. Somos jubilados de la CVG. Gracias al seguro se pudo cancelar ese monto. ¿Qué queda para el pueblo que no goza de seguro alguno? Le sale CDI o hospital. ¿Cómo están los hospitales?
2. ¿La revolución está a punto de naufragar?
Todo parece indicar que los ministros no pueden con el problema de la escasez. Pareciera que el Gobierno revolucionario declina ante la arremetida de la derecha, en su conjunto. Mucha gente está percibiendo un sacudón al estilo Chile. Ese sacudón del cual usted tanto habló está en marcha. Pero contra la revolución. No tengo la menor duda. La derecha está confundida. O, más bien, se hace. Pero a mi juicio está haciendo lo que debe hacer. Los mensajes recibidos desde el imperio, afirman que deben apretar, apretar y apretar. Se hacen los locos. Se presentan divididos ante la opinión pública, pero por debajo está la cosa andando. Es decir, el golpe. La derecha piensa que ya le encontraron el punto débil al Presidente Maduro y al resto de la dirigencia del PSUV. La impresión que da es que ha habido mucho “gamelote”. Es decir, mucha habladera de paja, por parte de los dirigentes de la revolución, y se han dejado ver el lado flaco. Y es por allí por donde el imperio y la derecha están haciendo daño. El efecto Chile, a la vista.
3. Los militares y las misiones: los pilares
Haber, ¿quiénes son los pilares de la revolución en estos momentos? Ustedes están de acuerdo conmigo: los pilares en donde descansa el proceso que dejó Chávez, es, por un lado, los militares. Hay un grupo importante de coroneles y generales, conjuntamente con capitanes y tenientes, así como almirantes, que están “patria o muerte” con el legado. ¿Hasta cuándo? No lo sé. Lo que sí sé es que el otro pilar de sostén lo conforman las misiones. Mientras haya dinero para subsidiar alimentos y mantener las misiones, habrá un equilibrio que no permitirá a la derecha avanzar más allá de la línea roja. Una parte del PSUV podría constituir otro pilar a medias. Mientras que un cuarto pilar no existe. ¿Cómo lo ven ustedes? Mal, ¿verdad? Pareciera que se ha arado en el mar. O dicho de otra manera, tanto nadar, para morir en la orilla. Hasta aquí mis comentarios… ¡Se cansa uno! Chao. ¡Volveré!
2 de octubre de 2014