Patricio Silva se confunde y endosa un párrafo de un editorial del New York Times a Fidel Castro, a partir de allí escribe en Aporrea (http://aporrea.org/
El párrafo en cuestión aparece en un editorial del periódico gringo del día domingo 11 de octubre. Se desprende que la opinión allí expuesta es de alto tinte imperial, capitalista, muy lejos del espíritu del Comandante Fidel y de la Revolución Cubana. Nos vemos obligados a algunos comentarios, el error debe enmendarse, es un deber de revolucionario, es un compromiso con la Revolución Cubana.
Lo primero que hay que destacar, algo que el New York Times no puede comprender, es que la relación de Venezuela con Cuba se basa en la fraternidad, en el internacionalismo, no es una relación comercial común. Data de los tiempos de la formación de estas naciones, son muchos los vínculos que fortalecen esta hermandad. Por ejemplo, el Libertador fue amamantado por Luisa Mancebo de Miyares, señora cubana; por ejemplo, Maceo, el Titán de Bronce, héroe de la independencia de Cuba, es hijo de un venezolano; por ejemplo, el Libertador tuvo en sus planes mandar expediciones a Cuba para conseguir su liberación. Debemos recordar a Carlos Aponte y Antonio Guiteras, venezolano el primero, cubano el segundo, hermanados en el martirio de la lucha libertaria de Cuba. Y si vamos más cerca, debemos recordar a Antonio Briones Montoto, héroe de Machurucuto. Y finalmente, debemos hablar de los miles de médicos y profesores que han venido a traer amor y salud a la población más humilde en los barrios de Venezuela.
Es así, la relación Venezuela-Cuba no es de ahora, es una relación histórica, fortalecida por el espíritu revolucionario.
Fidel encarna esta relación, su hermandad con el Comandante Chávez es conocida, la solidaridad de Cuba con el proceso revolucionario chavista ha dado muestras de amor, de fraternidad, sólo reservadas a los países revolucionarios. Cuando el sabotaje petrolero, Cuba asediada, bloqueada, hizo bueno el mandato Martiano: "deme Venezuela en qué servirla", y no regateó nada, ni su comida, ni el esfuerzo de sus hijos para ayudar a la Revolución. Siempre desde hace más de cincuenta años el ejemplo de Fidel ha guiado a los Revolucionarios venezolanos.
Sirvan estas palabras para contribuir a enmendar un poco el error de Patricio Silva, a quien le enviamos nuestros saludos fraternos y lo estimulamos a que siga escribiendo, contribuyendo con la crítica y la batalla de los argumentos a la búsqueda de la verdad.
¡Viva Fidel!
