Es bueno remarcar que todos los Ministerios Públicos pertenecen al Ejecutivo; que en el caso de desviaciones o fallas que pudieran presentar sus Ministros o sus correspondientes directores, todo reclamo al respecto debe canalizarse directamente ante el propio Presidente de la república, sin recurrir a medios que indudablemente le hacen un flaco favor a la revolución. Lo adecos decían que los trapos sucios debían lavarse en casa, y en eso tenían razón. Quienes no lo hagan así, son de dudosa afiliación política.
Vemos que son muchos los reclamos sacados por todos los medios, tanto oficiales, prochavistas y chavistas, como por los antichavistas o derechistas. De manera que en estos casos burocráticos, un reclamo no dirigido confidencialmente, directamente, al Presidente de la República hay que leerlo como un ataque directo a este Presidente. Por supuesto, esa no puede ser la actitud que debe asumir una persona afecta a este proceso de cambios.
Es que mal puede una persona chavista o de izquierda hacer esos reclamos vox pópuli porque eso sencillamente favorece intereses políticos contrarios, les hace el juego porque sus efectos son negativos de partida.
No se crea que si actuamos así estaríamos alcahueteando o convalidando malas gestiones burocráticas; no, todo lo contrario, ponemos diariamente en autos al Presidente en su condición de autoridad supraministerial, y así dejamos de alimentar acciones y noticas que enseguida usa la derecha para magnificar problemas, para llenar sus medios en primera página, cosas así, pero no porque se solidarice con quienes hacen esos reclamos, sino que lo hacen para ayudar y reforzar la matriz de opinión, según la cual, el gobierno debe caer por que sí, y que mientras más quejas se produzcan como suma de quejas “chavistas”, usadas como libre expresión democrática, más las quejas que infundadamente fabrica en el aire la oposición porque hasta el silencio suyo es un opinión cuando esa mediática calla obras positivas, aciertos burocráticos, etc.
18/10/2014