Tomando en consideración que han transcurrido quince años de haberse iniciado el proceso de cambios revolucionarios liderado por el Comandante Hugo Chávez es fundamental que se promueva la diversidad del pensamiento chavista y revolucionario como una manera de evitar que sigan suscitándose situaciones que atenten contra la continuidad del proyecto chavista en Venezuela y éste acabe por convertirse en una versión “modernizada” de lo hecho por adecos y copeyanos en el pasado. En este sentido, las distintas fuerzas revolucionarias debieran dar un paso adelante, despojándose de su carácter esencialmente electoralista, e iniciar un diagnóstico descarnado del momento histórico que vive Venezuela, entendiendo que de la fortaleza del proceso revolucionario bolivariano dependerá mucho de lo que se haga o se deje de hacer a nivel de nuestra América, especialmente en lo tocante a la lucha que aún se ha de librar contra el imperialismo yanqui en pro de la emancipación de nuestros pueblos latinoamericanos y caribeños.
Hay que conjugar nuestras acciones políticas con aquella afirmación del Comandante Chávez cuando exhortaba que el pensamiento crítico, para que lo fuera plenamente, tendría que convertirse en propuesta revolucionaria para la transformación socialista de la sociedad actual, lo que implica darle espacio a la confrontación de ideas entre revolucionarios y chavistas, de modo que dicha confrontación sea un hecho cotidiano y permita corregir las fallas y las desviaciones que pudieran detectarse respecto al avance, la continuidad y la consolidación del proceso revolucionario bolivariano socialista. No hay otro modo y esto debieran comprenderlo quienes se presentan como líderes y dirigentes del chavismo en todos sus niveles, sea partidista o de gobierno, puesto que los sectores opositores tratan de obtener espacios de apoyo entre los sectores populares a consecuencia de la ineficiencia y la corrupción administrativa que identifican a algunas instituciones públicas, a pesar de los reiterados llamados del Presidente Chávez en su momento y del Presidente Nicolás Maduro en la actualidad para que el poder popular active la contraloría social y se castigue oportunamente a los responsables.
Por tales motivos, los distintos factores revolucionarios y chavistas tienen que contribuir al fortalecimiento de la conciencia revolucionaria del pueblo mediante un programa permanente de debates y de formación teórica que le permita distinguir, en una primera instancia, cuáles son los verdaderos propósitos de la oposición y, en una segunda instancia, descubrir y execrar a quienes, desde sus posiciones de dirección partidista y de gobierno, solamente están motivados por sus apetencias grupales y personalistas. Esto, por supuesto, no tendrá ningún apoyo de parte de estos últimos, sin embargo, es lo más inmediato y lo más práctico que pueden idear y ejecutar los revolucionarios y chavistas en beneficio del proceso revolucionario bolivariano socialista en nuestro país, impidiendo que el mismo acabe siendo más de lo mismo, es decir, que se restaure el pasado.-
Maestro ambulante
¡¡¡Rebelde y Revolucionario itinerante!!!
¡¡¡Hasta la Victoria siempre!!!
¡¡¡Luchar hasta vencer!!!