Quinto malo

Consumir deportes es lo que más engorda

El consumismo es una de las peores enfermedades sociales que ha generado el capitalismo. Fíjense que digo consumismo y no consumo. La diferencia es abismal. El consumo está en el orden de lo necesario y el consumismo en el de lo necesario creado, impuesto, manipulado o de la alienación derivada de las anormales relaciones de producción capitalistas.

Muchas y muchos dirán que por qué este tema tan aguafiestas en este período decembrino. Que no me van a seguir leyendo y que prefieren dejar esta perorata moralista para la “papelera” del computador. En verdad si quieren dejar de leer, están en todo su derecho.
De todos modos, para quienes se animaron, voy a seguir con mi tema, ya que quien escribe, tampoco es un pacato, religiosista o predicador de escatologías. Simplemente soy un modesto y anónimo practicante cotidiano de ejercicios aeróbicos al aire libre, desde hace casi 40 años y sé, con bastante propiedad, lo gratificante que es el disfrute de las endorfinas que nuestros cuerpos liberan al momento de ejercitarnos.

Jamás he soportado ver un juego completo de béisbol, de futbol, de voleibol, de pelotica de goma, de chapitas ni de nada, a través de la televisión. En cambio sí he podido comprobar el engorde paulatino de sedentarios consumistas de deportes, a través de la televisión, mientras eufóricos apoyan a sus favoritos, mientras ellas o ellos se apoyan en el consumo de cervezas y otras bebidas, acompañadas de los consabidos pasapalitos.

La reflexión presente la hago pública, una vez más, porque en estos días festivos, en los que el deporte, el atletismo y la ejercitación física, en general, ocupan a muy pocos, las rutas acostumbradas para el trote (una de las disciplinas menos complicadas, para mantenerse sanos, activos y contentos) las he observado casi vacías. Hasta los canales “especializados” en vender deportes para el engorde de televidentes, bajan sus audiencias.

En enero, los primeros días del año nuevo, una pléyade de arrepentidos o de portadores de “sentimientos de culpa”, se lanzan de nuevo a las calles, a las canchas, pistas y gimnasios, para bajar los kilitos de ñapa, adquiridos en el extraconsumo de fin de año. La verdad es que esta realidad cultural del consumismo, que no excluye de su voracidad al deporte, a la salud, y a la vida toda (que le importa muy poco o casi nada), es parte del enemigo a vencer, por quienes hemos emprendido el camino de construcción del socialismo y de la plenificación de la Revolución Bolivariana y Chavista.

Por eso ahora, cuando muchas personas se toman estos días para pensarse y pensar sus vidas, generalmente movidos por el mismo afán consumista, a la hora de los propósitos, incluyan el de quererse un poquito más a sí mismos. Y si usted está entre las o los sedentarios que no practican deportes sino que los ven a través de la tv, les invito a salir a caminar vigorosamente cada día. 20 minuticos diarios y con constancia. Empezarán a notar la gran diferencia. Y cuando descubran que hasta el carácter les cambia, que sonríen más y se sienten vigorosos, no es por el espíritu de la navidad, sino por el de la perseverancia y el amor a ustedes mismos.
Feliz chavidad, por el Comandante Supremo que hasta nos mostró la importancia del deporte en las vidas de la mujer y el hombre nuevos. ¡Feliz chavidad!



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Iván Padilla Bravo

Director del semanario cultural "Todos Adentro", medio adscrito al Ministerio del Poder Popular para la Cultura. http://www.mincultura.gob.ve/

 ivanpadillabravo@gmail.com      @IvanPadillaB

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