Qué más se puede esperar de personas como las que en otra demostración de odio, atacaron con violencia verbal y física a la Ex defensora del pueblo Dra. Gabriela Ramírez, es lo que una dirigencia irresponsable como la que ha tenido la oposición venezolana en los últimos ya casi 16 años, ha sembrado, y que hemos visto traducido en hechos de suma gravedad con saldos dolorosos de pérdida de vidas y destrucción de propiedades.
Hechos como el que hoy reseñan algunos medios y que por ejemplo en el Nacional y otros, que se han erigido como monumentos a la mentira, no van a aparecer, y si aparecen es para tergiversar lo sucedido, son la razón por la cual esos medios tienen un alto porcentaje de culpabilidad de todo lo que hemos vivido desde que la revolución existe.
También hay que achacarle, lamentablemente, que aun continúen disociados como la vieja y demás que actuaron irracionalmente contra la ex funcionaria, a autoridades que han permitido que delitos como este que violan los derechos humanos de las personas, permanezcan en impunidad.
De eventos como este no quiere saber nada la organización internacional de los derechos humanos, que de manera sesgada ha venido declarando al gobierno venezolano como violador de los mismos cuando la realidad es otra, porque aquí hay sobradas razones y pruebas irrefutables de que existe una oposición que ha, como en el caso de la Dra. Gabriela, violado los derechos humanos de quienes osamos cerrar filas en este Proceso, que con fallas pero con muchos aciertos ha demostrado, ser la verdadera salida a las desigualdades para construir un sistema capaz de lograr la mayor felicidad para el pueblo, que por tantos años fue olvidado por personajes como la bruja que inició la agresión, otra más de muchísimas, en el restaurante del Este de la capital.
Mientras, la agredida, en una demostración de entereza y dignidad, al denunciar los hechos, pide paz y reconciliación, lo cual jamás oiremos de labios de quienes saben que la única vía por la que podrían derrotar la decisión mayoritaria del pueblo es la violencia, que es algo que les ha sido inculcado por los medios y la patota de dirigentes políticos irresponsables con que cuenta la derecha venezolana.
Este hecho es una oportunidad para que el nuevo defensor del pueblo, por cierto experto en derechos humanos William Tarek, redactor del capítulo sobre los derechos humanos de la Constitución venezolana y víctima de hechos similares cuando el golpe de estado, debute sentando un precedente y haga lo que corresponde para que no se repitan más eventos de esta naturaleza, que lo que hacen es avergonzarnos ante el mundo, porque queda demostrado que lo que aquí enfrentamos como oposición, es el producto de la inoculación de un virus terrible de disociación que ha transformado la mente de muchos venezolanos, quienes irracionalmente pueden llegar hasta causar la muerte, como lo vivimos en los hechos de la llamada guarimba en el primer semestre de este año.
Aun, lamentablemente, este sector de disociados convertidos en verdaderos delincuentes o en caldo de cultivo para la violencia, no han caído en cuenta que los revolucionarios que somos mayoría, no vamos a caer en su juego macabro, porque estamos conscientes de que por esa vía, que se ha hecho costumbre, el país estaría destinado al fracaso, que es precisamente lo que buscan los enemigos del Proceso.
Tampoco, estoy seguro, el gobierno va a permitir, que guarimberos trasnochados como los que atacaron a Gabriela, pretendan cerrar este año como lo abrieron, en su fallido intento por derrocar al gobierno legítimo del Presidente Maduro.
Felicidades para todos mis lectores, los que gustan de mis humildes reflexiones y los que las leen para enviarme insultos, que afortunadamente son los menos. Que el nuevo año, a pesar de agoreros del desastre, sea de prosperidad personal, familiar y que traiga salud y mucha paz a todos por igual.
Dios mediante, nos encontramos el próximo año, uno más de la revolución.