A propósito de la reciente celebración del Foro China-Celac, he decidido titular esta corta reflexión con una afirmación que realizara el antropólogo y sociólogo dominicano radicado en México, Héctor Díaz Polanco, en el Encuentro de Intelectuales en Defensa de la Humanidad en marzo del 2013, a solo días de la desaparición física de nuestro Comandante Hugo Chávez, cuando dijo: “Chávez sigue ganando batallas como el Cid Campeador”.
La trascendencia histórica del Comandante Hugo Chávez, de su pensamiento, acción y obra, se seguirá agigantando con el transcurrir del tiempo; los acontecimientos nacionales e internacionales ratifican a diario lo acertado y correcto de su pregón antimperialista y socialista.
Resalta con creces la dimensión y vigencia del legado chavista, al congregarse con la República Popular China, la totalidad de países de Nuestra América, agrupados en la Comunidad de Estados Latinoamericanos y del Caribe (Celac) representando juntos “una quinta parte de la superficie terrestre del planeta, una tercera parte de la población mundial y una octava parte de la economía global, lo que proporciona enormes ventajas para el pleno desarrollo…”, como lo destacó el anfitrión presidente chino Xi Jinping.
Forjando una alianza bajo la “fórmula 1+3+6”, en la cual se parte de un (1) programa compartido de crecimiento inclusivo y desarrollo sostenible, con tres (3) motores (el comercio, la inversión y la cooperación financiera) y seis (6) áreas prioritarias de cooperación para promover el acoplamiento industrial entre China, América Latina y el Caribe (energía y recursos naturales, construcción de infraestructuras, agricultura, manufactura, innovación científica y tecnológica y tecnología de información); propinándole por mampuesto, un duro golpe a la guerrerista política internacional de los gringos que, en su inmensa crisis sistémica y con modelo societario, se pavonean prepotentes por el mundo, cual “pranes” en cárcel, fanfarroneando y amenazando a diestra y siniestra a quienes se les antoje, con su mafioso poder económico y militar, pretendiendo, en el caso venezolano, chantajearnos para que abandonemos nuestro legado y soberano ideario, bolivariano y socialista.
Son múltiples los logros para el insurgente bloque Nuestro Americano agrupado en la Celac y la Gigante China en dicho encuentro. No es el objeto de esta reflexión reseñar ni valorar los diversos convenios logrados para el impulso de la paz, el desarrollo y del conocimiento, de nuestro país,de la toda la región, de China e incluso del resto del mundo. Pretendo si destacar por contraste, de cara al progreso y la PAZ de la región y el mundo, el encuentro de amistad para la cooperación económica, de negocios y complementariedad para el desarrollo, con beneficios y logros compartidos para los participantes en el Foro China-Celac, ante un contexto peligrosísimo de belicosidad que impulsa un nuevo período de “guerra fría” para la humanidad, de nuevas confrontaciones y arbitrariedades violatorias del derecho internacional, promovidas por EEUU y sus países acólitos que les han acompañado en cuanta locura emprenden, para perpetuarse como poder mundial predominante tras la caída de la URSS.
Las tropelías en Ucrania, promoviendo una guerra civil y una confrontación armada con Rusia, la pretensión de minimizar el auge económico y militar de Rusia y China, en la geopolítica internacional; las agresiones contra Siria e Irak, fomentando la guerra terrorista para dividirlos y someterlos; la obsesiva hostilidad permanente contra Irán y Venezuela,procurando conculcar nuestra persistente lucha por la autodeterminación, son solo una muestra del paroxismo criminal del imperialismo, que apátridas locales secundan obedientemente.
El pensamiento bolivariano y el avance de la unidad en Nuestra América con la Celac, no solo ha logrado derrotar el Alca, sino que con la materialización de este encuentro en China, ha permitido romper la pretensión imperialista de mantenernos divididos, para que las potencias mundiales, particularmente EEUU y la Unión Europea, logren devorar las pequeñas economías latinoamericanas, negociando “a destajo” con cada uno de nuestros países divididos, como lo han venido haciendo parcialmente con los “Alquitas”, o TLC bilaterales.
Esta gira internacional del compañero presidente Nicolás Maduro, con su valor geoestratégico y significación política, económica y militar mundial,marcará un hito trascendente para el avance del Plan de la Patria, y de la unidad de Latinoamérica y el Caribe que nos legara el presidente Comandante Hugo Chávez, particularmente en los objetivos: I. Defender, expandir y consolidar el bien más preciado que hemos reconquistado después de 200 años: La Independencia Nacional; III. Convertir a Venezuela en un país potencia en lo social, lo económico y lo político dentro de la gran potencia naciente de América Latina y el Caribe, que garanticen la conformación de una zona de paz en nuestra América; IV. Contribuir al desarrollo de una nueva geopolítica internacional en la cual tome cuerpo un mundo multicéntrico y pluripolar que permita lograr el equilibrio del universo y garantizar la paz planetaria.
El rumbo estratégico para la Patria Socialista está trazado.
¡Sigamos leales y unidos, cosechado victorias!
El autor es: Comisionado Presidencial para la Transformación Policial
Miembro de la Dirección Nacional del PSUV
Presidente del Instituto de Solidaridad y Amistad con los Pueblos