Sin duda que Jorge Roig, presidente de Fedecamaras está, como sus antecesores, conduciendo a sus agremiados, nada santos, a una nueva aventura en la que no necesariamente saldrán victoriosos.
Para Jorge Roig y sus aliados de Consecomercio, una vez desclasificados los archivos del pentágono y la cia, es imposible negar la participación de vanguardia del empresariado chileno en la preparación y ejecución del derrocamiento y asesinato de Salvador Allende en el Chile de 1973. De la instauración de la más cruenta dictadura que este continente nuestro americano conozca. Ya no pueden, hoy se sabe cómo los empresarios, por órdenes del gobierno norteamericano, sabotearon la economía y culparon Allende. ¡No fue malo el modelo socialista, lo derrocaron los empresarios y se hicieron del poder político!
No puede Jorge Roig desmentir el hecho cierto y mundialmente notorio de las declaraciones de Barack Obama donde confirma su accionar sobre la economía mundial para derrocar gobiernos, No puede negarlo. En esa onda y en el paralelismo histórico del Chile de 1970-1973 está, por órdenes directas del Departamento de Estado, Fedecamaras y Concecomercio.
Hoy, cuando por millones, se descubren productos acaparados es imposible que Jorge Roig encuentre una excusa para negar tal aberración. Para negar el boicot empresarial contra la economía venezolana. ¿Sus colegas empresarios han medido las consecuencias? O es que como en el Chile de Allende, la cantidad de dinero invertida por el gobierno americano se pierde de vista, al final es el fin último de empresarios corruptos y saqueadores. Dinero y poder político.
No debemos por nada del mundo perder de vista su accionar. Ya lo hizo Carmona, se reunió en Miraflores con Chávez y le aseguró trabajar por el bienestar del país, días después era autoguramentado presidente de una Venezuela virtual. Más tarde, a pocas horas, su sucesor Fernández llamó al paro general indefinido, hoy vive felizmente en los Estados Unidos de América…, ahora en lo que prometen será la aventura definitiva que corone sus aspiraciones a la reconquista del poder perdido y usurpado por los chavistas está Jorge Roig. No es capri, leo, mari, lede. Es el poder empresarial de Fedecamaras y consecomercio a servicio de Venancham.
El movimiento bolivariano, el pueblo, todo, está llamado a parar esa locura. El gobierno por su parte debe, por obligación constitucional y el bien de la REPUBLICA BOLIVARIANA, con pruebas irrefutables, denunciar y detener la acción terrorista de estos sectores. Señalar abierta y a viva voz a los responsables, sin generalidades, sin ambigüedad. Ya sabemos cuál es el plan y quienes lo ejecutan, ¿Oh no?
Nicolás, Nicolás, Nicolás, calma y cordura. Pie de plomo y mano de acero, que no te tiemble el pulso, diría Chávez en su momento, ya no somos los mismos del año 2002, el Chávez y los chavistas pendejos quedaron atrás. ¡Pa` mañana es tarde!