La insurrección imperialista, llevada a cabo por la burguesía chilena, para propiciar el derrocamiento del Presidente Socialista, Salvador Allende, no deja de servirnos de referente a la hora de analizar el momento actual de la Venezuela de los tiempos del Presidente Socialista Nicolás Maduro. La llamada "historia oficial" de las causas que conllevaron a la caída del gobierno socialista del Presidente Allende, reduce al "caos económico y político" en que se encontraba el país, las causas en las cuales justificar el golpe fascista de Augusto Pinochet. Muy poco, profundizan en los factores que indujeron ese "caos", de los clanes económicos que produjeron la crisis con escasez, que produjeron toda clase de atentados contra la economía y el Estado de derecho, acompañados de factores políticos en la derecha, ultraderecha e incluso factores de ultraizquierda, infiltrados por la CIA. Dicha crisis, la inician los comerciantes minoristas, con el pretexto del alza de los precios y el desabastecimiento de algunos artículos de primera necesidad. Se inicia el 21 de agosto de 1972, y comprometió a más de 125 mil establecimientos en todo Chile, acompañada de acciones violentas por los partidos de la derecha, comprometidos en la conspiración. La Fuerza Armada Chilena, no estuvo exenta de dicho proceso conspirativo, a su interno se pudo detectar dos tendencias claramente diferenciadas, una que llamaban "profesionalista", que conforma a la doctrina de Schneider, respetaba la Constitución y obedecía al gobierno democrático y, la conspirativa, que participaba del complot propiciado por la patronal chilena. Este movimiento subversivo, fue impulsado por el llamado "poder gremial", creado por la oposición e incluía a la Sociedad Nacional de Agricultura, Sociedad de Fomento Fabril, Cámara Chilena de la Construcción, Confederación de Transportistas, Confederación de Comercio y Colegios Profesionales, entre otros. Esta paralización, determinó grandes dificultades en el abastecimiento y locomoción de las mercaderías, habida cuenta que la mayor parte del comercio se incorporó a ella. Esa huelga fue financiada por la CIA, que pagó a camioneros y agitadores profesionales, que introducidos en las colas, propiciaban la violencia y el descontento popular.
Esa conspiración, entre tanto, debía desencadenar en lo que los medios llamaban la "batalla final". El Mercurio, que recibía cada vez más y más recursos provenientes de las arcas de la CIA, que financiaba a manos sueltas la conspiración que debía desencadenar en lo que Patricio Guzmán, llamó acertadamente en uno de sus documentales: "la insurrección de la burguesía". Pero, no solo la burguesía jugó su papel, así como sus actores políticos, la institucionalidad entra en juego por medio de todos sus órganos: la Corte Suprema, la Contraloría General de la República, las universidades, órganos en manos de la Democracia Cristiana, inician su ofensiva contra el gobierno del Presidente Allende, desconociéndole de facto. La Cámara de Diputados, de mayoría opositora, adopta un pronunciamiento que serviría de coartada histórica a los golpistas, el 22 de agosto de 1973, a los cuales respondió –enérgicamente- el Presidente Allende: "En el día de anteayer, los diputados de la oposición han exhortado formalmente a la FFAA y Carabineros a que adopten una posición deliberante frente al poder ejecutivo, a quebrantar su deber de obediencia al supremo gobierno, a que se indisciplinen contra la autoridad civil del Estado a la que están subordinados por mandato de la Carta Fundamental". […] "Con ello, la oposición que dirige la Cámara de Diputados asume la responsabilidad histórica de incitar a la destrucción de las instituciones democráticas y respalda de hecho, a quienes conscientemente vienen buscando la guerra civil".
Desde la izquierda, la ofensiva contra el gobierno de Allende no era menos fuerte. En una carta que le enviara la Coordinadora de Cordones, el 05 de septiembre de 1973, se deja ver -en forma autocrítica- su entrada en razón, sobre los acontecimientos en curso: "Ha llegado el momento en que la clase obrera organizada en la Coordinadora Provincial de Cordones Industriales, el Comando Provincial de Abastecimiento Directo y el Frente Único de Trabajadores en conflicto ha considerado de urgencia dirigirse a usted, alarmados por el desencadenamiento de una serie de acontecimientos que creemos nos llevará no solo a la liquidación del proceso revolucionario chileno, sino a corto plazo, a un régimen fascista del corte más implacable y criminal. Antes, teníamos el temor de que el proceso hacia el Socialismo se estaba transando para llegar a un Gobierno de centro, reformista, democrático burgués que tendía a desmovilizar a las masas o a llevarlas a acciones insurreccionales de tipo anárquico por instinto de preservación. Pero ahora, analizando los últimos acontecimientos, nuestro temor ya no es ese, ahora tenemos la certeza de que vamos en una pendiente que nos llevará inevitablemente al fascismo". No se equivocaba la Coordinadora de Cordones, el desencadenamiento de los acontecimientos en curso y el golpe de Estado emergente, encabezado por Pinochet, le darían la razón que tenían, en sus temores. Pero, en su carta la Coordinadora de Cordones hacen un alerta al camarada Allende, que bien merece tome en consideración el Presidente Maduro, señalan: "La derecha ha montado un aparato terrorista tan poderoso y bien organizado, que no cabe duda que está financiado y por la CIA. Matan obreros, hacen volar oleoductos, micros, ferrocarriles. Producen apagones en dos provincias, atentan contra nuestros dirigentes, nuestros locales partidarios y sindicales. ¿Se les castiga o apresa? ¡No compañero! […] Los transportistas paralizan al país, dejando hogares humildes sin parafina, sin alimentos, sin medicamentos. ¿Se los veja, se los reprime? ¡No compañero! […] El 29 de junio se levantan generales y oficiales contra el Gobierno, ametrallando horas y horas el Palacio de la Moneda, produciendo 22 muertos. ¿Se les fusila, se los tortura? ¡No compañero! […] Patria y Libertad incita al golpe. ¿Se les apresa, se les castiga? ¡No compañero!, siguen dando conferencias de prensa, se les da salvoconductos para que conspiren en el extranjero. […] Se le ataca a Ud. compañero, a nuestros dirigentes, y a través de ellos a los trabajadores en su conjunto en la forma más insolente y libertina, por los medios de comunicación millonarios de la derecha. ¿Se les destruye, se les silencia? ¡No compañero! […] Estamos absolutamente convencidos de que históricamente el reformismo que se busca a través del diálogo con los que han traicionado una y otra vez, es el camino más rápido al fascismo. Y los trabajadores, ya sabemos lo que es el fascismo. […] Ya sabemos que el fascismo significa terminar con todas las conquistas logradas por la clase obrera, las organizaciones obreras, los sindicatos, el derecho a huelga, los pliegos de peticiones. Al trabajador que reclama sus más mínimos derechos humanos se lo despide, se lo aprisiona, tortura o asesina. Consideramos, no solo que se nos está llevando por el camino que nos conducirá al fascismo en un plazo vertiginoso, sino que se nos ha estado privando de los medios para defendernos. Por lo tanto, le exigimos a usted, compañero Presidente, que se ponga a la cabeza de este verdadero Ejército sin armas, pero poderoso en cuanto a conciencia, decisión, que los partidos proletarios pongan de lado sus divergencias y se conviertan en verdadera vanguardia de esta masa organizada, pero sin dirección…" Finalizaban su misiva, con un Programa de Acción inmediata que, el desarrollo de los acontecimientos, no permitieron poner en práctica, ya el golpe fascista llevaba su curso indetenible hacia su victoria, la desgracia del pueblo chileno, estaba por comenzar. Sobrevendrían, 17 años de cruenta dictadura militar y puesta en práctica, por parte del imperialismo, de un experimento social: el neoliberalismo. En 2004, la Comisión Nacional Sobre Prisión Política y Tortura o Comisión Valech, perfiló un cuadro de los horrores de la dictadura pinochetista, al reconocer como víctimas de la tortura en centros de detención a 28.459 personas, de las cuales un millar eran menores de edad y cerca de un doce por ciento, mujeres. El horror hecho gobierno.
Para el próximo 26 de enero, Vente Venezuela, grupo liderado por Corina Machado, traerá a Sebastián Piñera, ex presidente de Chile, entre otros connotados derechistas. El padre de Piñera, José Piñera Carvallo, era colaborador de la CIA, desde 1965. José Piñera Echenique, hermano de Sebastián, se desempeñó como ministro del trabajo y de minería, era colaborador y analista financiero de la familia Pinochet. Piñera, fue un admirador de la obra de Pinochet "sin perjuicio de que a lo largo de los diecisiete años venideros yo obviamente haya sido capaz de apreciar y valorar la obra modernizadora del gobierno militar". Supondría, dicho evento, el cierre de lo que sería una jornada de luchas que serían repotenciadas por las voces de connotados actores políticos de la ultraderecha internacional. Así, como del paro convocado por las fuerzas más retrogradas de nuestra sociedad, emergería triunfante de la insurrección: la burguesía, producto de la violencia en las calles, en los supermercados, farmatiendas y demás comercios, tipo: febrero 1989.
Finales de 2014, comienzos 2015, debemos caracterizarlo como un momento de nuestra historia en que la burguesía desató una nueva conspiración, nada distinta del paro sabotaje petrolero 2002-2003, solo que, a diferencia, lo hicieron con las santamarías arriba, de puertas abiertas. Se trata, de una operación conspirativa muy bien planificada, que apenas comienza a ser develada, siendo sus propios protagonistas, quienes en su afán de protagonismo, lo han hecho.
Señalaba, quien intenta ahora capitalizar la conspiración, Henrique Capriles: "El momento que estamos viviendo es el chance que tenemos para manifestarnos, porque si las cosas no cambian en poco tiempo nos vamos a comer el monte, como dicen. Si el pueblo no se da cuenta y no usa su poder, el cambio puede llegar tarde" (lapatilla.com, 17-01-2015). Mientras que, en rueda de prensa, era más explicito en sus propósitos: "No queremos que esto reviente, pero estamos llegando a una situación insostenible" […] "Están dadas las condiciones para que el pueblo hable con contundencia" […] "Éste es el momento perfecto para cambiar el Gobierno" (Las 10 claves más importantes de la rueda de prensa de Henrique Capriles Radonski, #Monitorprodavinci, 14-01-2015). Sus panas de "la salida 1", se pronunciaban en iguales términos: "A comienzos del 2014, el cambio político era urgente. A comienzo del 2015, es impostergable. […] Es claro para la mayoría del país, que Nicolás Maduro carece de claridad de ideas, del respaldo popular, de moral y de la fuerza de voluntad para sacar al país del peligroso estado al que lo ha conducido. Su mejor contribución al país en este momento es apartarse para que la sociedad venezolana pueda iniciar un proceso de reconstrucción. Su mejor contribución sería la renuncia" (Lea el comunicado de Leopoldo López, María Corina Machado y Antonio Ledezma, #Monitorprodavinci, 15-01-2015). A falta de la CTV, la Unión Nacional de Trabajadores (UNETE) dio la cara para mostrar la imagen de los trabajadores y trabajadoras de derecha: "Mientras el presidente Nicolás Maduro emprende una costosísima gira internacional con resultados inciertos por el medio oriente, la clase trabajadora, jóvenes, madres y amas de casa tenemos que realizar interminables colas para adquirir alimentos de primera necesidad, por la incapacidad del gobierno de mantener e impulsar el aparato productivo del país" (Prensa UNETE, 13-01-2015). En la misma tónica, la patronal también mete su candela: "Queremos producir en paz, queremos producir para un país y no competir con el Estado, quien maneja el 52% de las importaciones; Fedecámaras le brinda un apoyo a todos esos sectores que han sido atropellados en las fiscalizaciones, sobre todo al sector carnicero y panadero" ( http://www.fedecamaras.org.ve/detalle.php?id=2563). Solo le faltó decir, con mis especuladores no se metan, déjenlos especular en paz. Solo faltaba, santificar la conspiración en curso, y salieron los obispos de la CEV a manifestarse y, en abierta campaña electoral, llamaron al pueblo cristiano: "Llamamos a todos los electores a participar, pues del voto de cada uno de nosotros dependerá la composición de la futura Asamblea, factor importantísimo en la solución de los problemas del país", y para quienes pudieran dudar, a favor de quien se expresa la alta jerarquía eclesiástica, en su comunicado, la CEV responsabiliza al gobierno de Nicolás Maduro de esta "crisis general" por "imponer un sistema político-económico de corte socialista marxista o comunista" que es, en esencia, "totalitario y centralista". No han cambiado nada.
Con la excepción de la UNETE, que en aquellos años estaba en la trinchera de la Revolución, tenemos los mismos actores del golpe fascista de abril de 2002, nada ha cambiado en sus actitudes ante el país y el pueblo venezolano. Quienes aún pudieran creer en la redención de los enemigos de la Patria, cuán equivocados están quienes en ello creen, a los hechos debemos remitirnos y tener la claridad del Padre Libertador: "La influencia eclesiástica tuvo después del terremoto, una parte muy considerable en la sublevación de los lugares y ciudades subalternas: y en la introducción de los enemigos en el país; abusando sacrílegamente de la santidad de su ministerio a favor de los promotores de la guerra civil. Sin embargo, debemos confesar ingenuamente, que estos traidores sacerdotes, se animaban a cometer los execrables crímenes de que justamente se les acusa porque la impunidad de los delitos era absoluta; la cual hallaba en el Congreso un escandaloso abrigo; llegando a tal punto esta injusticia que de la insurrección de la ciudad de Valencia, que costó su pacificación cerca de mil hombres, no se dio a la vindicta de la leyes un solo rebelde; quedando todos con vida y, los más, con sus bienes. De lo referido se deduce, que entre las causas que han producido la caída de Venezuela, debe colocarse en primer lugar la naturaleza de su Constitución; que repito, era tan contraria a sus intereses, como favorable a los de sus contrarios…" (Simón Bolívar, Manifiesto de Cartagena, 15 de diciembre 1812).
Las respuestas del Gobierno del Presidente Maduro, a esta nueva conspiración, no han pasado del discurso a los hechos, a la defensiva siempre. La ingenuidad por delante: "A nosotros no nos gusta meter gente presa, nos duele tener que hacerlo" (declaraciones del vicepresidente Jorge Arreaza en VTV, 14-01-2015). Mientras, el pueblo sometido a graves penurias, ante la ausencia de sus alimentos esenciales y demás bienes y productos de primera necesidad. El imperialismo y sus fuerzas de choque, sus cabilleros, repotenciados con factores surgidos del propio pueblo, como es el caso de los buhoneros e incluso, trabajadores y trabajadoras de las empresas que utilizan como bayonetas para crucificar al pueblo y más allá, mercenarios traídos de la hermana república de Colombia para infiltrarlos en las colas, ha podido ejecutar esta nueva conspiración amparado en las fortalezas del modelo capitalista que aún persiste en nuestra sociedad, muy bien señalado por el camarada Carlos Lazo, director del Instituto de Investigación Bolívar-Marx: "Nosotros no controlamos la distribución de alimentos, porque la mayoría es privada; tenemos el 70% del Producto Interno Bruto privado, y significa que ellos tienen todas las redes de distribución, donde ejecutan las maniobras de escasez programada, ¿a través de qué? del acaparamiento" (Prensa YVKE-VTV, 14-01-2015). Y añadimos al comentario de Lazo, el restante 30% en manos públicas, sufriendo la carga pesada de la burocratización y la corrupción, con sus excepciones, honrosas excepciones. Ese modelo de distribución de alimentos, monopolizado por unos cuantos, debe ser demolido; esa debe ser, la primera tarea que debe plantearse ejecutar el Gobierno Revolucionario. De no hacerlo, como garantizar el cumplimiento del mandato constitucional previsto en el 305 de la CRBV al Estado venezolano de garantía de seguridad alimentaria a la población?
Por otro lado, hasta cuando se le siguen entregando los dólares de la República a esa parranda de delincuentes organizados en burguesía parasitaria? La nacionalización del comercio exterior, es una bandera que urge hacer blandir contra los enemigos de la Patria. Ni un solo dólar más a la burguesía parasitaria, que produzcan sus dólares para su enriquecimiento, produciéndolos ellos mismos y no, con el sudor de nuestras trabajadoras y trabajadores petroleros.
Por último, ya basta de impunidad, respaldamos a plenitud el llamado del Presidente Maduro a su regreso de su exitosa gira: "Yo he dado orden para que se aplique todo el peso de la ley y hago un llamado a la fiscalía, esa gente tiene que estar presa y todos sus bienes congelados (…) como es posible que el dueño de la empresa Herrera C.A. estuvo en las reuniones que hicimos con los empresarios a finales del año pasado y viole la ley", pues, simple y llanamente, camarada Maduro, porque esa es la naturaleza de todo capitalista y del sistema capitalista como un todo, robar y robar. El capital, enseñaba Marx, no es una cosa ni su naturaleza puede deducirse de la circulación mercantil simple. El capital, es una forma de existencia y reproducción de una sociedad que tiene como fundamento la apropiación de vida humana, de vínculos de dominio y de subordinación entre seres humanos. El capital, es en esencia, un proceso de valorización de valor fundado en la apropiación de trabajo excedente, en la dominación de trabajo muerto sobre trabajo vivo. Y, a falta de producción, el robo descarado de la renta de todas y todos los venezolanos, su renta petrolera. Es hora ya, de parar esa sangría contra las riquezas y el patrimonio del pueblo venezolano. Profundicemos la Revolución Bolivariana, cambiando el modelo capitalista de expropiación del trabajo productivo del pueblo venezolano!!.