Nunca falta un loco, quien producto de los alucinógenos, salga por las redes y otros medios a decir barbaridades, que incluyen el llamado a asesinar al Presidente y a connotados líderes del gobierno, o a la violencia callejera, bien sabemos que lo drogadictos tienen muy poca capacidad de raciocinio, y cuando están sometidos a presiones, a angustias o manejan sentimientos de frustración, rabia u odio, recurren, o se refugian en el vicio con el que creen resolver sus taras existenciales.
El caso del muchacho cuyo video fue presentado por el equipo de zurdakonducta la noche de este lunes, no es el único, recordemos a Orlando Urdaneta quien mediante un video, también llama desde Miami a que “un franco-tirador con un fusil de mira telescópica mate a Chávez”, recientemente María C. Alonzo que invadan “a bala” al país para salir de Maduro, al autodenominado terrorista Lorent Saleh, que evidentemente no estaba en sus cabales cuando sin medir consecuencias se mostró cual libro abierto, a Capriles llamando a “drenar su arrechera” ante la frustración de su derrota, o a Leopoldo con su rostro desencajado llamando a una “salida” cuyo trágicos resultados conocemos, y qué casualidad, todos ellos sospechosamente muy afectos al uso de sustancias que trastocan la mente y generan conductas que difícilmente son expresiones de personas con todas sus condiciones mentales, en absoluta normalidad; son calumnias, rumores, injurias, ¿quién sabe?, lo cierto es que sus conductas pareciera que lo que hacen es confirmar lo que se comenta con mucha insistencia.
Y hay algo que también pareciera conspirar para que muchos den como cierta la versión que rueda por el país, que vincula a quienes así actúan a callar, a no desmentir lo que algunos califican de rumor y qué bueno sería que quienes niegan ese tipo de conducta, tomaran la iniciativa de someterse a un examen toxicológico, que definitivamente les diera la razón y dejaran en ridículo a quienes les señalan, o que a petición de algún ciudadano, una instancia judicial ordene dicha diligencia y así las dudas cada vez más fuertes se despejen, sobre todo con relación a personajes que detectan posiciones de gobierno, donde se toman decisiones y/o aspiran a algún día tener en sus manos el poder del país.
Esto que hoy manifiesto a mis lectores, es un tema delicado pero necesario porque no se trata de cuentos de camino, con personajes virtuales o de comiquita, se trata de algo que podría incluirse en el alto porcentaje de tragedias, que han sucedido o que con frecuencia suceden, producto del apego a recursos que no le permiten al cerebro producir decisiones que no vayan en perjuicio de sus semejantes, sea quien sea.